Los hogares podrían ahorrar del orden de 1.500 euros al año en la factura energética si cambiaran sus coches de motor de combustión por coches eléctricos y la caldera de gas por una bomba de calor. Pero para animarles a hacerlo el Gobierno y otras administraciones deberían poner en pie más sistemas de ayuda e incentivos fiscales para rebajar el precio de unos bienes renovables que todavía siguen siendo hasta cuatro veces más caros que sus equivalentes no verdes, una diferencia que sitúa a España en mal lugar en la senda de la descarbonización de la UE, por detrás de otras grandes economías y en los puestos de cola en algunos casos.
Esta es la imagen que proyecta un informe elaborado por APPA Renovables y NNT Data sobre las oportunidades que ofrece emplear electricidad en distintos usos en los que por el momento España sigue empleando gas y petróleo. En una especie de pescadilla que se muerde la cola el documento titulado El Momento de la Electrificación deja ver que las principales "palancas" para que la economía española pase de los combustibles fósiles a la electricidad de origen renovable son la movilidad eléctrica, las bombas de calor en lugar de calderas de gas y gasóleo y el empleo de electricidad también en procesos industriales que no requieran temperaturas superiores a los 200 grados, como el sector de la alimentación o papelero. Si estos sectores miraran hacia la electricidad, sus titulares ahorrarían en la factura de electricidad, gracias a que las renovables la abaratan.
Según este estudio, un hogar que instalara una bomba de calor podría ahorrar entre 150 y 380 euros al año en comparación con lo que pagaría con una caldera de gas y hasta 680 euros si se compara con una de gasóleo. El ahorro sería aún mayor si aparcara el vehículo de motor de combustión y empezara a utilizar un vehículo eléctrico. Su factura de energía solo en movilidad se reduciría entre 920 y 1.030 euros al año. En total, APPA calcula que "una electrificación acelerada" permitiría ahorrar en España 6.710 millones de euros al año.
Algo parecido sucede con la industria, un sector en el que el empleo de la electricidad suele ser más complicado porque no es suficiente para sus procesos térmicos pero para la que el informe indica bombas de calor industriales para temperaturas de hasta 200ºC como una alternativa "más eficiente, rentable y sostenible".
"No hemos avanzado nada"
Sin embargo, las cifras muestran que este cambio no se dan con la intensidad requerida para que, como dice la estrategia energética del Gobierno, en 2030 la electrificación llegue al 34%. El presidente de APPA Renovables, Santiago Gómez, ha advertido este jueves que la electrificación fue en 2024 del 25%, "igual que hace una década". "No hemos avanzado nada". Por el contrario, el 95% de la energía que consume el sector del transporte son derivados del petróleo, como el 54% en la industria, el 39% en el sector residencial y el 30% en el comercial. El uso de electricidad es muy inferior, un 24,8% en conjunto. Para APPA, estos datos son una disfunción en un momento en el que el despliegue renovable en España debería "aprovecharse" para crecer en electrificación, "una apuesta muy, muy rentable, también en la factura de la luz de los hogares", ha dicho Gómez.
Volviendo al círculo nada virtuoso en torno a la electrificación, a pesar de que cambiar del consumo fósil al eléctrico abarataría la factura energética de hogares e industria, les es complicado dar el salto porque, de partida, el desembolso necesario es mucho mayor si se apuesta por una opción verde que por otra que no lo es. Por eso, APPA reclama ayudas e incentivos fiscales para que sea al revés, entre ellos "fortalecer y ampliar el alcance del Plan Moves", cuya prórroga en 2025 decayó la semana pasada con el decreto ómnibus pero que el Gobierno promete reeditar en el nuevo decreto de medidas económicas que prepara. "Estamos muy implicados en el aumento de la demanda de los vehículos eléctricos, que es una gran prioridad de España", ha asegurado este jueves, el ministro de Industria, Jordi Hereu.
Según el informe, el coste de adquisición de un coche eléctrico es hasta un 40% más elevado que uno de combustión, que podría reducirse al 15% con deducciones actuales de IRPF, ayudas del Plan Moves, incentivos para achatarramiento y Sistema CAEs, a lo que se sumaría un gasto en energía entre un 74% y un 83% inferior de un eléctrico, dependiendo de si siempre se carga en casa y no siempre.
Si se trata de instalar una bomba de calor, un hogar puede tener que pagar hasta cuatro veces más de lo que cuesta una caldera de gas, un desembolso que con las deducciones y ayudas actuales -incentivos de IRPF y a la inversión por CAE- quedaría rebajada a más de la mitad.
Ayudas inmediatas y rebajas fiscales
Estos precios todavía caros de las alternativas renovables para la calefacción o la movilidad hacen que España quede rezagada en la UE. Según el informe, España ocupaba en 2023 el puesto 16 entre los 27 países de la UE en cuanto a instalación de bombas de calor. Su tasa de coches eléctricos es del 12%, a distancia de la media europea (22,3% y del 31,8% en Portugal, el 26% en Francia y, a pesar de la caída a partir de 2022, del 24,6% de Alemania.
Uno de los motivos que explica que justo al otro lado de la frontera y con un economía menos potente que la española Portugal supere notablemente a España en la matriculación de coches eléctricos es que en el país vecino hay ayudas inmediatas en el momento de la compra, que operan como un descuento, y no subvenciones a medio plazo que tardan en llegar y retraen la compra. Precisamente, otra de las medidas que pide el sector renovable es "trasladar las ayudas al IRPF [del comprador] al Impuesto de Sociedades de la empresa vendedora", de modo que el descuento se haga "al momento de la compra".
Por otra parte, el informe recomienda "promover la descarbonización vía la fiscalidad" con medidas concretas como beneficios fiscales para la movilidad sostenible y reducir el IVA sobre las bombas de calor, como hacen otros países de la UE e "incentivos simples y estables" para su instalación.
Recomiendan también que las administraciones tengan un "papel ejemplarizante", con la electrificación de flotas de transporte público, y fortalecer la infraestructura de recarga y accesibilidad.
