Según la Organización Mundial de la Salud, y el sentido común de los expertos en nutrición, todos los excesos están contraindicados en una dieta equilibrada y saludable. Sucede con las grasas, con los hidratos y, especialmente, con los azúcares que no están presentes de manera natural en los alimentos, como por ejemplo las frutas. En el extremo de la peor manera de tomar azúcares refinados se encuentran las bebidas azucaradas, extraordinariamente consumidas en España.
Existe, sin embargo, otra manera de ingerir azúcar, más reposada y comedida, que en Suecia es costumbre y que una nueva investigación ha revelado que no resultaría tan perjudicial como los azúcares 'líquidos' de los refrescos en el mercado, ni los puñados de chuches que resultan tan atractivos para los más pequeños. ¿Cuál es esa tradición que hace que los suecos coman dulces pero no dañen de una manera tan evidente su salud cardiovascular?
¿Qué pasa con el azúcar natural de la fruta?
Partiendo de la base de que el azúcar es la bestia negra de la alimentación desde hace años, hay que hacer algunas diferenciaciones. La primera de ellas, es cuando ese azúcar está presente de manera natural, por ejemplo, en las frutas. Peso sí, podemos reducir su ingesta y tomarlas para completar las comidas que tengan el resto de nutrientes necesarios.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo en forma de azucares libres (refinados o sin refinar) no pase del 10 por ciento de la ingesta calórica total. La miel es otro alimento que contiene grandes cantidades de glucosa que, aunque saludable, debe limitarse, igual que la fruta exprimida.
El azúcar de la fruta no es malo en sí mismo, pero si lo tomamos en zumo estamos eliminando la fibra, que ralentiza la entrada de los azúcares en la sangre, por lo que el pico glucémico y la posterior inflamación están garantizados. Así pues, si dejamos aparte los azúcares de algunos alimentos, entramos en un debate que un nuevo estudio ha dilucidado a favor de una forma específica de tomar los azúcares añadidos.
Diferenciar el origen del azúcar, para conocer sus consecuencias
El estudio mencionado ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad Malmo de Suecia, entre otras instituciones relacionadas con los efectos de la glucosa en la salud, y se ha publicado en la revista 'Frontiers in Public Health'. Los nuevos hallazgos, aunque precisan de muchas investigaciones más, apuntan en la dirección de que depende del origen de los azúcares, el hecho de que pueda afectar a nuestra salud cardiovascular.
Consumir este producto no siempre sería negativo, siempre y cuando se haga de manera controlada como sucede en una tradición sueca denominada 'fika'. Este término hace referencia a un pequeño descanso que hacen los trabajadores suecos de manera rutinaria, en el que toman un café caliente y un dulce para acompañarlo.
Según la investigación, tomar un poco de azúcar como 'costumbre' no tiene por qué ser negativo. "Nuestra investigación revela que hay una relación entre las distintas fuentes de azúcar añadido y diferentes enfermedades relacionadas con el corazón. Y vemos que no sólo es la cantidad ingerida lo que cuenta, sino más bien el origen de ese azúcar".
Un estudio con tres categorías de azúcar
La investigación referenciada distingue entre el consumo de tres tipos de azúcar: el que contiene la miel, el de las 'chuches', y el de las bebidas azucaradas, que suele ser mucho más del que podríamos imaginar a simple vista. En el otro extremo tras la ingesta, se sitúan siete potenciales enfermedades cardiovasculares, como son el infarto, la insuficiencia cardíaca, el aneurisma aórtico, la fibrilación auricular, dos tipos de accidente cerebrovascular y la estenosis aórtica.
¿La conclusión? Que "consumir bebidas azucaradas es una mala costumbre si queremos proteger el corazón. Los azúcares líquidos presentes son menos saciantes, por lo que consumimos más sin darnos cuenta".
Los dulces de la fika, sin embargo, "tienen que ver con encuentros sociales esporádicos, se consume en pequeñas cantidades y son más saciantes". Lo más chocante de las conclusiones, es que quienes practican la fika tienen menor riesgo de padecer enfermedades del corazón, quizá porque son personas que cuidan más su alimentación, que en Suecia además es especialmente saludable. Así pues, tomar un café y un pastel, a falta de contrastar los datos en profundidad, podría tener menos consecuencias para la salud que beber un refresco con azúcar.
Referencias
Suzanne Janzi, Esther Gonzalez-Padilla, Stina Ramne, Sara Bergwall, Yan Borné, Emily Sonestedt. 'Added sugar intake and its associations with incidence of seven different cardiovascular diseases in 69,705 Swedish men and women'. Front. Public Health, 09 December 2024, Sec. Public Health and Nutrition. Volume 12 - 2024. Consultado online en https://www.frontiersin.org/journals/public-health/articles/10.3389/fpubh.2024 el 2 de enero de 2025.
Gregory A., Roth GA, Mensah GA, Johnson CO, Addolorato G, Ammirati E, Baddour LM, Noël C. Barengo, etc. 'Global burden of cardiovascular diseases and risk factors', 1990-2019: update from the GBD 2019 study. J Am Coll Cardiol. (2020) 76:2982–3021. doi: 10.1016/j.jacc.2020.11.010. Consultado en https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0735109720377755?via%3Dihub el 2 de enero de 2024.