Todos los diputados y senadores socialistas acudieron este lunes al Congreso de los Diputados para escuchar qué planes tenía el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, de cara al nuevo curso político. Sánchez dejó varios mensajes claros: el Gobierno quiere agotar la legislatura pese a la inestabilidad de sus apoyos parlamentarios y para ello aboga por "la política del diálogo y del acuerdo" con las distintas formaciones, aunque sin "perder tiempo" con los que quieren "destruir". En este sentido, ha pedido a los parlamentarios socialistas que se abran a las "ideas y necesidades" de otras fuerzas y actuar con "naturalidad, sin estridencias y con orgullo" para lograr formar mayorías.
Días después de la polémica frase de que seguirá gobernando "con o sin concurso del legislativo", Sánchez hace acto de presencia en el Congreso para asegurar que no da todo por perdido. En este sentido, ha animado a seguir teniendo "mano izquierda" y se ha comprometido a que en 2027, que es cuando se acaba la legislatura, España estará "más unida" y será "más próspera" que cuando llegó al Gobierno, en 2017. Además, ha aprovechado para recordar los principales hitos de gobiernos "sin mayoría", como la ley del divorcio, el matrimonio igualitario o la superación de la pandemia de la covid. "Si se quiere, se puede y, como queremos, pues vamos a poder", ha ensalzado el presidente del Gobierno.
Al respecto, ha pedido a sus parlamentarios que no se dejen "confundir" por aquellos que quieren convertir el Congreso y el Senado en un "espectáculo poco edificante" y que no permitan que se impongan las tesis de quienes plantean a los ciudadanos "un chantaje" y dicen que o les dan la "mayoría ultraderechista" que quieren o bloquearán todo. Consciente de que los partidos con quien el PSOE teje sus mayorías son "diferentes", Sánchez ha pedido abogar por la política "ambiciosa y útil" y ser propositivos, ya que algunas diferencias "son insalvables, pero hay algunas cosas que nos unen". "Hay que hacerlo con la certeza de que esta es una democracia plena y de que España vive una de las mejores décadas, y que vamos a hacer grandes cosas en los tres años que nos quedan de legislatura", ha asegurado.
La investidura de Salvador Illa y el rechazo del Tribunal Supremo a aplicar la amnistía a Carles Puigdemont ha puesto en brete el apoyo de los siete diputados de Junts, lo que rompe la mayoría parlamentaria con la que Sánchez fue investido hace un año. Sin embargo, el líder del PSOE parece dispuesto a llegar hasta 2027 pese a los embistes parlamentarios que reciba por el camino. En este sentido, se ha comprometido a trabajar tanto con los grupos parlamentarios como con los gobiernos autonómicos y locales para "tejer acuerdos". "Yo creo que hay Gobierno para largo y toca sentarse a negociar medidas que resuelvan problemas y demandas", ha insistido Sánchez, que ha asegurado que "la puerta de La Moncloa está abierta" a todo aquel que quiera "negociar y sumar".
Sánchez ya comenzó a llamar este pasado viernes a los presidentes autonómicos para iniciar la ronda de contactos en Moncloa, que se celebrará por orden de aprobación de los estatutos de autonomía. Una de los temas previstos será la financiación autonómica. El secretario general de los socialistas ha defendido que el modelo es el mismo en todos los territorios, que es "blindar el Estado del bienestar atendiendo a las particularidades de cada uno de los territorios". También ha aprovechado para criticar al PP, a quien le reprocha su oposición al acuerdo entre el PSC y ERC no por razones económicas sino de "ideología".
"No es por la economía de unas comunidades autónomas que cuentan con más recursos que nunca, es la ideología de sus gobiernos, la ideología neoliberal que ya fracasó y que nos intentan imponer donde gobierna la derecha en las comunidades autónomas", ha defendido Sánchez. Con todo, ha aprovechado para pedir el apoyo del PP a unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que Sánchez se compromete a llevar al Congreso. Ante el rechazo de Junts a aprobar la senda de déficit, un paso previo a la tramitación presupuestaria, Sánchez ha recordado que el veto por "sectarismo" supondría restar una capacidad de gasto de 5.000 millones de euros a las comunidades, diputaciones o municipios.
En conclusión, el presidente ha asegurado que los datos y las previsiones económicas invitan a la "confianza y al optimismo" y mientras la sociedad y el Gobierno son "optimistas", la oposición es "destructiva" por su "desesperación". "Dicen, dicen y dicen mientras nosotros hacemos, hacemos y hacemos", ha señalado.
El plan antibulos, al Consejo de Ministros
Cinco meses después de que el presidente del Gobierno anunciase la elaboración de un "plan de regeneración democrática" para combatir los "bulos y la desinformación" tras los días de reflexión que se tomó por la judicialización del caso de su mujer, Sánchez ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará este martes el paquete de medidas. E insiste en que todas ellas emanan de las iniciativas aprobadas por la mayoría de los grupos en el Parlamento Europeo para combatir la desinformación.
Por ello, espera que todos los grupos lo acaben apoyando, incluido el PP. "No se entendería que en Estrasburgo aprueben unas cosas y en el Congreso voten en contra de estas mismas cuestiones", ha argumentado el presidente del Gobierno.
