Sánchez desbloquea el traspaso de competencias migratorias a Cataluña para acercar un acuerdo de Presupuestos con Junts

Una vez cerrados los congreso de Junts, ERC y el PSOE, el Gobierno pisa el acelerador para intentar aprobar cuanto antes los Presupuestos para 2025. Era el calendario que había marcado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consciente de que negociar unas cuentas en medio de los procesos internos de sus socios parlamentarios era hacer "política sobre el vacío". Ahora quiere llenar de contenido la negociación y, para ello, ha recuperado uno de los acuerdos firmados con Junts en enero: el traspaso de las competencias de migración a Cataluña. Unas conversaciones que en Moncloa ven bastante encaminadas, lo que acerca una nueva votación de la senda de déficit, el paso previo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

De hecho, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ya avanzó que Cataluña tendría "pronto" las competencias de migración. Queda por saber cuáles son esas competencias, ya que mientras Junts pedía "todas" ellas hace menos de un año, Sánchez rebajaba entonces las expectativas alegando que solo podría delegar las que tienen que ver con la ordenación de la migración o su incorporación en el mercado laboral, pero no el control sobre la migración irregular.

Realmente, el contenido de las negociaciones no es nuevo: todo tiene como origen un pacto firmado en el mes de enero para que el Gobierno de coalición del PSOE y Sumar lograsen sacar adelante tres reales decretos. Finalmente, Junts decidió ausentarse para permitir salvar la mayoría a cambio de que las competencias de migración pasasen a la Generalitat. En concreto y según precisó el partido de Carles Puigdemont más adelante, se pactó "la decisión política de que a través de una ley orgánica se delegarían las competencias de migración a la Generalitat".

Ahora ha llegado el momento de desbloquear este pacto con la intención de volver a reunir la mayoría de 179 diputados en el Congreso para sacar adelante los Presupuestos. Fuentes del Gobierno repasan las últimas votaciones, entre ellas, la de la reforma fiscal en la que el Ejecutivo logró reunir a todos los socios, tanto de izquierda como de derecha, en torno a un tema tan peliagudo como la fiscalidad. "Llevamos varias votaciones con 179", subrayan, al tiempo que reconocen que la de la senda de déficit y la de los Presupuestos irían "bien".

El primer paso es aprobar una nueva senda de estabilidad con más capacidad de gasto, algo que también están negociando con Junts. Es decir, aumentar los 12.000 millones que hasta ahora se planteaban de capacidad de gasto de las administraciones autonómicas y locales. Y, el segundo, sacar adelante los Presupuestos para 2025. Lo que tiene claro el Ejecutivo es que presentará las cuentas pase lo que pase y cuando tenga el consenso suficiente. Dado que solo queda un mes para que termine el año, se presupone que habrá una prórroga técnica de los anteriores, por lo que los próximos se presentarán ya el año que viene.

Y aunque todavía no hay ningún movimiento claro ni entre los socialistas ni en Junts, este mismo miércoles el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se desplaza a Barcelona, donde tiene programada una reunión con Salvador Illa, con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros, en el Palau de la Generalitat. De hecho, en la capital catalana presentarán un plan de choque contra la multirreincidencia. Es una visita que se produce a tan solo unos días de que Junts exhibiese su intención de acelerar las negociaciones con el Ejecutivo en lo que respecta a las competencias de migración, un discurso que ha endurecido en los últimos meses tras la irrupción de la extrema derecha en Cataluña.

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