El jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército de Rusia, el general Vadim Shamarin, ha sido imputado formalmente por corrupción este viernes al recibir sobornos por valor de 36 millones de rublos (unos 390.000 euros) de la dirección de una planta de fabricación de teléfonos.
El general Shamarin, que lleva bajo arresto desde mayo del año pasado, ha declarado parcialmente su culpabilidad al reconocer que recibió la mitad del montante denunciado por la Fiscalía aunque también ha manifestado que no existieron irregularidades en la entrega del dinero.
Ahora, en un comunicado recogido por la agencia rusa Interfax, lo investigadores han presentado ante el Tribunal Militar de la Guarnición de Moscú una causa penal después de "reunir las pruebas suficientes para confirmar la culpabilidad" del general Shamarin.
El Departamento Principal de Investigación Militar ha señalado que los bienes de Shamarin -un automóvil, un apartamento y dinero en efectivo- "fueron confiscados por el tribunal por una cantidad igual al monto del soborno recibido". En caso de ser hallado culpable, Shamarin podría ser condenado a una pena de hasta quince años de prisión.
Shamarin fue arrestado en mayo del año pasado después de que fueran arrestado otros dos generales. Todos ellos en un solo mes. Así, las acusaciones que se le imputan ahora pueden acarrearle una pena de prisión de hasta 15 años.
Los sonados arrestos de altos cargos militares se produjeron en medio de una gran remodelación en el Ministerio de Defensa, tras la destitución del titular de la cartera, Serguéi Shoigú, que fue sustituido por el economista Andréi Beloúsov.