Un reciente estudio del Instituto SETI, liderado por la doctora Sofia Sheikh, ha indagado en si una civilización extraterrestre con tecnología similar a la nuestra podría detectar señales de actividad humana desde miles de años luz de distancia.
El trabajo, publicado en The Astronomical Journal, analizó diversas huellas tecnológicas que podrían delatar nuestra presencia y concluyó que las señales de radio, como las emisiones del antiguo Observatorio de Arecibo, son las más detectables, visibles hasta 12.000 años luz.
Por otro lado, sustancias presentes en la atmósfera, como el dióxido de nitrógeno, son cada vez más fáciles de detectar gracias a telescopios avanzados como el James Webb y el futuro Observatorio de Mundos Habitables (HWO). Este último podría identificar emisiones hasta 5,7 años luz, una distancia que incluye a Próxima Centauri, nuestro vecino estelar más cercano.
El estudio sugiere que, a medida que una hipotética civilización alienígena se acercara a la Tierra, encontraría más evidencias de nuestra existencia: luces urbanas, satélites y láseres, ofreciendo una imagen completa de nuestra huella tecnológica.
Los investigadores destacan que este análisis no solo ayuda a entender cómo podríamos ser detectados, sino que también proporciona un marco para afinar nuestra búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Con el avance de los telescopios y nuevos métodos de observación, el sueño de encontrar señales de vida más allá de nuestro planeta podría estar cada vez más cerca.