El PSOE y Ábalos, un pulso que compromete al exministro y suma un pequeño escollo para un Gobierno ya mermado de apoyos

Las advertencias del exministro José Luis Ábalos al Gobierno se materializaron en la pérdida de un apoyo parlamentario más en el Congreso respecto al bloque que posibilitó la investidura de Pedro Sánchez. La auditoría encargada por el ministro de Transportes, Óscar Puente, a raíz del caso Koldo no ha hecho ninguna gracia al exdirigente socialista, que tras advertir que esto tendría "consecuencias", las escenificó la pasada semana al desmarcarse del PSOE en dos votaciones en el Congreso. Todo forma parte de un pulso que tiene consecuencias para las dos partes: aunque su voto no es determinante porque el Ejecutivo llega al nuevo curso mermado de apoyos tras el cisma con Junts, supone un dolor de cabeza añadido para el Gobierno en una legislatura que ya es inestable. Aunque tiene más que perder Ábalos, que se juega su imputación en la causa.

El tira y afloja comenzó con la marcha de Ábalos al grupo mixto después de la imputación del que fuera su mano derecha, Koldo García, por la trama de corrupción que lleva su nombre. Entonces, su sucesor en Transportes, Óscar Puente, decidió impulsar una auditoría interna cuyos resultados comprometen a Ábalos y que ya están en manos del juez que investiga la causa.

La respuesta de Ábalos no se hizo esperar. Denunció un "linchamiento" por parte del Gobierno por una auditoría que considera "innecesaria" habiendo una investigación penal en curso que podría verse contaminada. Dos días después de referirse en estos términos contra el Gobierno, el exministro dio los dos primeros golpes sobre la mesa al distanciarse de la disciplina de voto del que hasta hace escasos meses era su partido.

Con todo, fuentes de Moncloa quitan hierro al asunto y aseguran que no lo ven como una "amenaza". Aseguran que aún existe "confianza" en la alineación de Ábalos con las posiciones socialistas. De hecho, relacionan su abstención en la iniciativa para reconocer como presidente a Edmundo González con la opinión "personal" que tiene él respecto a Venezuela.

Ábalos y su conexión con América Latina

De hecho, el perfil de Ábalos que el PSOE sigue conservando en su página web dice que el que fue secretario de Organización del PSOE está especializado "en el fortalecimiento institucional en América Latina" y es "experto" en cooperación internacional. También ensalza su trabajo como consultor para diversas agendas de desarrollo y para entidades públicas y privadas latinoamericanas. La conexión de Ábalos con Venezuela se hizo evidente en enero de 2020, cuando aún era ministro socialista y mantuvo un encuentro informal con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el interior del avión en el que iba camino a Turquía pese a estar vetada por la Unión Europea, una polémica conocida como el 'Delcygate'.

En aquel momento, también estaba presente en la terminal el conseguidor de la trama Koldo, Víctor de Aldama, investigado por la Audiencia Nacional como parte del presunto caso de corrupción. Ábalos aseguró que aquella noche acudió al aeropuerto de Barajas con el objetivo de recibir al ministro de Turismo de Venezuela, Félix Plasencia, con quien dijo compartir una "amistad" desde hace años, y con quien también se vio al día siguiente en su despacho. Sin embargo, el exministro ha insistido en muchas ocasiones en que también se reunió con líderes opositores como Juan Guaidó.

Un escaño más en vilo

Con todo, la votación sobre el reconocimiento de González no fue la única en la que Ábalos dio su opinión "personal". También lo hizo con una del PP relativa a financiación autonómica en la que se critica el acuerdo firmado entre PSC y ERC. Mientras que su expartido votó en contra de la iniciativa, Ábalos optó por abstenerse. Algo que también hizo este pasado martes en la votación de toma en consideración de una reforma electoral propuesta por el PP para que los independentistas no puedan presentarse con papeletas distintas en las europeas dependiendo de la comunidad autónoma. Mientras que el PSOE rechazó la propuesta, Ábalos se abstuvo.

En cualquier caso, su escaño no es determinante en la mayoría parlamentaria que necesita el Gobierno para sacar adelante sus iniciativas en el Congreso. Desde que Junts comenzó a tumbar propuestas de enorme calado para el Gobierno como la senda de déficit, el paso previo para sacar adelante los Presupuestos, el bloque de la investidura ya está sentenciado. El Gobierno reconoce tanto la crisis con Junts como la "reacción" de Ábalos, aunque en ambos casos niega que supongan una "amenaza". En cualquier caso, ya piensan en otros "instrumentos" para sortear el legislativo con el fin de agotar la legislatura.

Ábalos, señalado en el caso Koldo

Aunque Ábalos no está imputado por el caso Koldo, él mismo asegura que el Gobierno ha conseguido que se dé por hecho que lo está. Con todo, el juez que investiga la causa ha rechazado "de momento" su imputación al no haber "suficientes indicios" para elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo, dado que Ábalos tiene la condición de aforado. Pero el juez también ha rechazado considerarle como "perjudicado" en el caso Koldo, tal y como pidió el exministro, al tiempo que dio luz verde para analizar la auditoría ordenada por Puente.

En este sentido, la guerra entre ministro y exministro continúa con consecuencias imprevisibles para Ábalos y un dolor de cabeza añadido para el Gobierno.

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