Samsung presentó, a principios de julio, su nuevo reloj Galaxy Watch Ultra para los más entusiastas del deporte. Este dispositivo, inspirado en el famoso Apple Watch Ultra, tiene un diseño que transmite una sensación de robustez, cuenta con una estructura de titanio de grado 4 y resistencia al agua de 10 ATM, funciona a temperaturas extremas, posee el procesador Exynos W1000, se comercializa en un tamaño de 47 milímetros con una pantalla AMOLED de 1,5 pulgadas, incorpora una batería de 590 mAh y, como era de esperar, no es que sea un gadget económico.
Tras mencionar algunas de sus características más destacables, me gustaría empezar por la ficha técnica del producto antes de adentrarme en el análisis.
Ficha técnica
- Tamaño y peso: 47,4 x 47,4 x 12,1 milímetros // 60,5 gramos.
- Pantalla: AMOLED de 1,5 pulgadas // 480 x 480 // brillo máximo de 3.000 nits // Always On Display a todo color.
- Colores: Gris Titanium, Titanium y Blanco.
- Procesador: Exynos W1000.
- Sistema operativo: Wear OS 5 // One UI 6.
- Almacenamiento interno: 32 GB.
- Memoria RAM: 2 GB.
- Batería: 590 mAh y carga rápida.
- Compatibilidad: Android 11 u superior.
- Sensores: BioActive, temperatura, acelerómetro, barómetro, giroscopio, sensor geomagnético, sensor de luz, GPS de doble banda, impedancia bioeléctrica, electrocardiograma, frecuencia cardiaca y luminosidad.
- Conectividad: LTE, Bluetooth 5.3, WiFi ac y NFC.
- Resistencia: 10 ATM y MIL-STD-810H.
- Precio: 699 euros.
El diseño no pasa nada desapercibido
Samsung decidió seguir los pasos de Apple para crear un smartwatch con materiales ultra resistentes, por lo tanto, al igual que el Watch Ultra de la manzana mordida, el dispositivo de Samsung está fabricado en titanio, cuenta con un ancho de 47 milímetros, mide 12 milímetros de grosos y pesa un poco más de 60 gramos. Esta última característica mencionada hace que el reloj ocupe mucho espacio en tu muñeca –como ha sido en mi caso al tenerla estrecha–, sin embargo, me gustaría aclarar que apenas pesa e incluso resulta cómodo cuando haces deporte –eso sí, reconozco que es incómodo para dormir–.
Por otro lado, en lo que se refiere a la pantalla, el Galaxy Watch Ultra incorpora un panel AMOLED circular de 47 milímetros de diámetro, con un brillo máximo de 3000 nits y una densidad de 335 píxeles por pulgada. Este conjunto de rasgos hace que la pantalla sea increíble por su brillantez, nitidez, colores vivos y ángulos de visión.
Asimismo, otro aspecto que me gustaría mencionar el bisel táctil, que permite desplazarse por la interfaz del usuario mediante gestos –confieso que esta característica me gusta mucho en los relojes inteligentes–.
Y, por último, como no podía ser de otra manera, este smartwatch de Samsung es resistente al agua y polvo, cuenta con varias certificaciones de grado militar que garantizan que el dispositivo no sufre daños mientras se practica deportes acuáticos y, como gran novedad, incorpora un nuevo botón físico que permite retirar la correa de una forma más sencilla.
Así ha sido nuestra día a día con el Galaxy Watch Ultra
Galaxy Watch Ultra cuenta con el procesador Exynos W1000 e incorpora el sistema operativo Wear OS 5 personalizado por One UI para ofrecer una experiencia de usuario muy fluida, sin embargo, si no perteneces al ecosistema Samsung, es cierto que te pierdes muchas funciones del smartwatch.
Dejando de lado esta parte del software y adentrándonos en sus capacidades para monitorizar la actividad física, gracias al sensor BioActive, el smartwatch proporciona información precisa de los entrenamientos –por lo menos, en las rutinas de fuerza– porque Samsung ha mejorado considerablemente la precisión de los registros, ya sea de cualquier deporte.
Respecto al resto de sus funciones que puedes emplear en tu día a día, resulta de utilidad el monitor de sueño –aunque resulte 'aparatoso' a la hora de dormir–, su sistema de geoposicionamiento formado por GPS de doble banda es fiable y dispone de un buen soporte para mediciones avanzadas. Aunque, por el lado contrario, lo que menos me ha convencido es la capacidad para responder a las llamadas con un gesto –como si fuese el Apple Watch Ultra–, ya que puede fallar en alguna que otra ocasión.
La autonomía es su punto más débil
Acostumbrada a los relojes inteligentes que ofrecen hasta una semana de autonomía, confieso que el Galaxy Watch Ultra me ha defraudado.
Bajo mi punto de vista, no comprendo cómo la autonomía de este dispositivo dura solamente dos días si lo utilizas a pleno rendimiento –durante mi experiencia de uso, en mi día a día, lo he utilizado para consultar la hora, responder llamadas, contestar mensajes y controlar mis entrenamientos en el gimnasio–. No obstante, si activas el modo de ahorro energético, Samsung indica que la autonomía puede alcanzar las 100 horas, teniendo en cuenta que restringes gran parte de las capacidades del smartwatch.
Por otro lado, el segundo aspecto que tampoco me ha llamado la atención es el proceso de carga, debido a que costar hasta dos horas en pasar del 0 al 100%
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