La dirección nacional del PP intenta mostrar una imagen férrea y sin fisuras ante la propuesta de condonación de una parte de la deuda autonómica promovida por el Ministerio de Hacienda. El miércoles, los consejeros de Hacienda de las 13 comunidades gobernadas por los populares abandonaron en bloque la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera tras rechazar la quita de la deuda y anunciaron acciones legales contra la misma. Y este jueves, el vicesecretario de Economía del PP nacional, Juan Bravo, descartó que ese portazo pueda reconducirse si finalmente la condonación se aprueba: los gobiernos territoriales del PP, insistió, se opondrán a la quita "siempre" y no la pedirán, aunque puedan beneficiarse de ella.
Las declaraciones de Bravo se produjeron después de que los consejeros de Hacienda del PP que abandonaron el miércoles la cita no quisieran dejar claro si, en caso de que la condonación reciba el visto bueno del Congreso de los Diputados, se abrirán a aplicarla en su territorio. Este mismo jueves, fue el presidente de Aragón, Jorge Azcón, quien evitó rechazar de plano que su Gobierno pueda acogerse a la condonación y se limitó a asegurar que, para tomar una decisión, "hay que esperar a que esa ley se apruebe o no se apruebe para leer la letra pequeña y ver realmente qué es lo que están ofreciendo".
"Nosotros", el PP y las comunidades que gobierne en toda España, "mantendremos la misma oposición a la condonación, siempre", insistió Bravo, que aseguró que los populares serán inmunes a las presiones del ministerio que dirige María Jesús Montero, que cree que estas autonomías terminarán dando su brazo a torcer por la importante cuantía económica que se ahorrarán si se acogen a la quita de deuda. "Primero decían que las comunidades autónomas no votarían en contra de la condonación, y resulta que los consejeros de Hacienda del PP fueron a la reunión, se levantaron todos y se marcharon, y ahora dicen que el partido no va a aguantar. Pues que no les confundan, nosotros tenemos claro cuál es la posición del PP", espetó el dirigente.
Bravo afirmó, asimismo, que la postura de su formación "no es de confrontación", sino que las diferencias con Hacienda son profundamente ideológicas. "Nosotros creemos que es necesario aprobar un nuevo sistema de financiación autonómico, que dé recursos a todas las comunidades" y "que hable de reestructuración de deuda", pero no de su condonación, explicó el diputado, que se mostró partidario de medidas como "la bonificación de los tipos de interés, el alargamiento de los plazos de amortización de la deuda", la puesta en marcha de "periodos de carencia" o la apertura de un "fondo complementario para las comunidades que están peor".
Bravo, asimismo, aseguro no conocer las declaraciones de Azcón de este jueves, pero rechazó que la posición del presidente de Aragón suponga contradecir a la dirección nacional del PP. "El presidente Azcón dijo que la condonación era un engaño, así que imagino que no habrá dicho que, si le van a engañar, la va a pedir", ironizó el dirigente popular. El miércoles, el consejero de Hacienda aragonés, Roberto Bermúdez de Castro, argumentó que no podía apoyar la propuesta de Hacienda porque no se les había proporcionado "toda la información" ni se habían recogido "claramente las necesidades de la comunidad autónoma de Aragón".
Ante la negativa del PP a apoyar en el Congreso la ley que debe servir para dar base legal a las condonaciones de deuda, al Gobierno no le queda más remedio que recurrir a sus habituales socios parlamentarios, algunos de los cuáles han expresado sus dudas. Compromís, que cuenta con dos diputados, amenazó el pasado martes con rechazar la medida si no se reforma para que sea más beneficiosa para la Comunidad Valenciana, y Chunta Aragonesista se mostró también descontenta con la cantidad perdonada a su comunidad. Junts, por su parte, también abrió la puerta a oponerse a este texto, aunque el miércoles matizó su posición y aseguró que el perdón de "una parte" de la deuda "es mejor" que "nada".