La actualidad del pádel vive una constante ebullición desde que hace algunas semanas empezara el boicot de los 100 primeros jugadores del ránking al circuito Premier Padel. El colectivo, unido en la asociación de jugadores (PPA, se ha mantenido unido para exigir mejoras, una unión compleja que han terminado por romper la dupla formada por Juan Lebrón y Franco Franco Stupaczuk y que el jugador argentino ha explicado en una extensa y profunda carta.
Como ya informó 20minutos hace semanas, los jugadores se plantaron antes del torneo de Gijón, de categoría P2 (la más baja de Premier) a modo de protesta. Tras un intercambio de cartas entre la PPA y el circuito, con amenazas incluidas, los protagonistas del juego acordaron no acudir a todos los torneos de dicha categoría, pacto ahora roto por una de las principales parejas del circuito.
En concreto, ha sido Franco Stupa el que ha salido al paso un día después de que la pareja apareciera inscrita —en contra de lo pactado por los jugadores— en el próximo torneo, el P2 de Cancún, con un extenso comunicado compartido a través de sus redes en el que asevera que la decisión "no va de puntos ni de prize money, se trata de una decisión desde un lugar mucho más profundo".
En la misiva, el argentino expresa que le han surgido "un montón de dudas sobre cual era la decisión correcta" y que valora tanto "el esfuerzo que hace Premier Padel, la FIP, los patrocinadores y los promotores para que este deporte siga creciendo a nivel internacional" como la presencia de la PPA que "lucha día a día por el bien de los deportistas y es fundamental para el progreso de nuestra carrera profesional".
En cualquier caso, asegura que la opción de remar a contracorriente es "una decisión meditada" en la que tuvo "en cuenta todos los factores" y que, en cierto modo, responde a su desconocimiento del contrato firmado con Premier Padel y la recomendación de su equipo legal.
"La realidad es que no conocemos todos los matices de nuestra situación contractual. Y, por ese motivo, decidí consultar a un gabinete jurídico que analizara la situación, y me enviaron un extenso documento en el que: "se me desaconsejaba encarecidamente no apuntarme a los próximos torneos por los riesgos jurídicos, civiles, mercantiles y deportivos que podría causarme esta decisión, así como las consecuencias económicas y patrimoniales personales derivadas de la misma", explica.
Por último, asegura que la pareja no quiere "sacar ventaja deportiva de este asunto" y que aceptará cualquier medida que permita al resto de parejas jugar en igualdad de condiciones en el futuro: "si se decide que Cancún no sea puntuable, estaremos de acuerdo. O si más adelante debemos no jugar algún P2 para que el resto de compañeros sumen los puntos que no pudieron conseguir en México, lo haremos", asevera.
"Público, promotores, jugador@s, organizaciones, etc: por favor, somos un deporte JOVEN, con un potencial grande; sí, pero tenemos que seguir construyéndolo y debemos seguir haciendo esfuerzos para encontrar un camino de convivencia que ayude a que el pádel acabe siendo universal y olímpico. Solucionemos esto JUNTOS", zanja en un escrito que ha recibido tanto críticas de otros jugadores como alabanzas de aficionados y promotores que quieren volver a ver a todas las estrellas en las pistas.