El Corte Inglés sufre un ciberataque: los datos de miles de usuarios quedan comprometidos

El Corte Inglés ha sido víctima de un ciberataque. Este problema ha afectado a la privacidad y seguridad de los datos personales de la mayor parte de sus usuarios. La compañía ha explicado que esta fuga de información se debe a que "un proveedor externo" ha sufrido un acceso no autorizado a las bases de datos de los clientes. El problema se detectó de forma muy rápida y, según ha comunicado la empresa, ha sido subsanado. Sin embargo, la filtración se ha producido.

El grupo español ha información a todas las autoridades y también a los afectados, pero ha reconocido que los ciberdelincuentes han conseguido tener acceso a datos identificativos y de contacto de los clientes y al número de tarjetas de compras de El Corte Inglés. No obstante, han señalado que de haber detectado este problema, la información que ha sido vulnerada no permite a terceros hacer operaciones ni realizar pagos con sus tarjetas.

El Corte Inglés llama a la calma

Tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), desde los servicios de atención al cliente de El Corte Inglés hacen un llamamiento a la calma. Además, "garantizan que las operaciones que se realicen son totalmente seguras".

Por otro lado, han querido dejar claro que desde los grandes almacenes nunca se van a poner en contacto con los usuarios afectados por ningún medio, es decir, ni por correo electrónico ni teléfono, para solicitar algún tipo de código de seguridad u contraseña.

Los riesgos de una filtración de datos

El Corte Inglés se suma, por lo tanto, a una larga lista de empresas y organismos que se han visto afectados durante estos meses con ciberataques. Por ejemplo, hay que destacar los casos de Banco Santander, Ticketmaster o el Consorcio de Transportes de Madrid, entre otros.

La OCU ha explicado cuáles son algunos de los riesgos que conlleva una filtración de datos. El primero de ellos, y quizás uno de los más importantes, es la suplantación de identidad. Esto quiere decir que con los datos personales que se consiguen, los delincuentes pueden "abrir cuentas bancarias a nombre del afectado, solicitar préstamos o, incluso, realizar transacciones fraudulentas".

Por otro lado, la institución ha hablado de que se puede ser víctima de ciberestafas. "Si han conseguido números de teléfono o direcciones de correo electrónico, se pueden usar para enviar phishing, en cualquiera de sus modalidades, y conseguir nueva información, como contraseñas o datos bancarios", ha contado la OCU.

Y por último, se puede ser víctima directa de un fraude. Esto se debe a que los datos se pueden vender en mercados ilegales, por lo que una persona puede terminar siendo víctima de ciertas campañas de spam y otro tipo de ataques cibernéticos.

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