Verónica camina entre montañas de coches. Es una imagen apocalíptica que en los municipios afectados por la DANA se ha convertido en habitual. Lo cierto es que ya no hay vehículos amontonados en las calles principales porque ahora se encuentran en los 60 cementerios —también denominados campas— habilitados para depositar ahí los más de 120.000 coches que se vieron afectados por la riada y dejaron de funcionar.
Uno de esos descampados —situados en muchos casos a las afueras de los municipios— se sitúa en Catarroja, una de las localidades más golpeadas por la tragedia el 29 de octubre. Por ella pasea despacio Verónica, de 43 años, y lo hace fijándose en todos los detalles de los vehículos destrozados que tiene delante y que llegan a alcanzar, en algunos casos, la altura de cuatro o cinco de ellos apilados. Esta vecina de Catarroja busca, junto a su padre, Francisco, el coche que perdió por culpa de la riada.
"No sé nada del Consorcio de Seguros", explica a este medio el domingo 1 de diciembre, más de un mes después de la DANA. "Primero hablé con el seguro y me dijeron que vendría una grúa para llevárselo, pero el 10 de noviembre me llamaron y me dijeron que, por la magnitud, se encargaría el Consorcio". Unos días después, las autoridades sacaron su vehículo del garaje comunitario y ahí le perdió la pista. "No sé nada ni del coche ni del Consorcio", continúa, "pongo la matrícula en la web, pero no aparece en ningún sitio".
Así, Verónica denuncia la falta de información y el desamparo de los miles de afectados, con muchas preguntas aún sin resolver. "Me gustaría encontrarlo porque no sé si necesito enviarle fotos al seguro. Tengo un vídeo de cuando lo sacaron del garaje, pero no sé si eso vale". Esa sensación de desprotección y de no saber cómo proceder la comparte con ella Lidia Saturnino, de 44 años. "Mi coche apareció el sábado registrado por primera vez aquí. Venimos a hacer fotos para el seguro porque creo que están haciendo videoperitajes, aunque no sabemos nada". Acompañada de su marido, busca a pocos metros un Polo viejo que, en parte, tenía valor sentimental para ella. "Era mi coche de soltera, tenemos dos niñas y me hacía el apaño".
La tarea de búsqueda es complicada. En primer lugar, por el estado de los coches, la mayoría aún embarrados, sin matrícula y completamente destrozados. Y en segundo, porque las autoridades no les permiten acceder al interior de las campas por seguridad. "Nos dicen que se pueden caer en cualquier momento, así que solo podemos mirar los que están por aquí fuera", detalla Verónica antes de despedirse para seguir buscando.
El Consorcio pide paciencia
Esta labor de investigación, sin embargo, no debería recaer en los afectados, según detalla a este medio el Consorcio de Compensación de Seguros, que envía un mensaje de tranquilidad y asegura que lo único que tienen que hacer los propietarios es tramitar la reclamación y esperar. "El dueño solo tiene que ir a la página web del seguro o del Consorcio y no tiene por qué saber dónde está el coche. Tiene que presentar la solicitud y nada más. Ellos no tienen que hacer esa labor de investigación", aseguran desde el organismo, que hasta el lunes 2 de diciembre ha recibido 129.617 solicitudes de indemnización de vehículos.
"Los peritos trabajan en las campas para identificar los vehículos, hacerles una ficha y trazar los datos. Tienen que cotejarlos con las solicitudes de indemnización y con la solicitud de la DGT para evitar fraudes. Cuando se comprueba que el nombre del propietario del vehículo coincide con la persona que ha gestionado la solicitud, se procede a realizar la indemnización", añaden.
El Consorcio, que hasta el viernes 29 de noviembre había efectuado 3.922 pagos de vehículos por 30.914.866 euros, ha movilizado de momento a más de 1.000 peritos, además de los de las entidades aseguradoras, y serán ellos quienes se pongan en contacto con los afectados, siempre facilitando el nombre de su gabinete y el suyo propio, así como el número de expediente único asignado a cada siniestro. Preguntados sobre cómo podrán identificar los vehículos que perdieron las matrículas durante la riada, el organismo asegura que en esos casos se tiene en cuenta el número de bastidor. Sin embargo, no aclaran qué ocurrirá con los coches que no lleguen a aparecer, principal temor de los afectados.
"A ver si nos llegan las ayudas porque esto no es normalidad, esto no es vida", comenta con indignación Lidia mientras sigue buscando su coche en la campa de Catarroja. "Es todo tremendo. Es el coche, la casa… todos los días lo mismo". Cerca de ella, Verónica explica que necesita un coche nuevo para el día a día, pero que de momento no es una opción. "No puedes dejar coches en ningún lado porque se los llevan, por eso la gente deja carteles avisando de que funcionan". El Consorcio estima que entre el 70 y el 80% de los coches afectados han quedado siniestro total. La media del dinero que se está pagando ahora se sitúa en torno a los 7.000 euros, una cuantía a la que habría que añadir después las ayudas directas.
Ayudas y DGT
En este sentido, el Gobierno anunció la semana pasada el tercer paquete de ayudas dotado con 2.300 millones de euros, de los que 465 están destinados a la renovación del parque automovilístico. Ante esta situación, el Ejecutivo anunció cuantías de hasta 10.000 euros por coche para todas aquellas personas que se han quedado sin vehículo.
La DGT, por otro lado, avisó hace semanas de la importancia de dar de baja aquellos vehículos afectados antes de que acabe el año para que el propietario no tenga que pagar el año que viene el impuesto de circulación, que se liquida el 1 de enero de 2025. Será la propia DGT la que anotará una baja temporal cuando reciba la información a través del Consorcio de Compensación de Seguros. Pero, para aquellos vehículos no identificados, el interesado podrá solicitarlo de manera gratuita rellenando un formulario a través de la web o del teléfono 060 o de las Jefaturas Provinciales de Tráfico.