En España, se estima que 12 millones y medio de personas padecen estrés. A día de hoy es una de las afecciones más comunes, pero su tratamiento todavía está relegado a un segundo plano, bien por tabú o bien por no poder acceder a la ayuda psicológica adecuada. La psiquiatra Marian Rojas, una de las voces más reconocidas en el ámbito de la salud mental de nuestro país, ha desvelado en diversas intervenciones la importancia de saber detectar esta emoción cuanto antes. Y, para ello, señala un síntoma físico clave.
El estrés no tiene que ser obvio desde un primer momento, y la única forma de que el organismo lo manifieste es provocando una serie de sintomatología como dolor de cabeza, problemas digestivos o inflamación. ¿Y por qué llega el organismo a sentir estos problemas? Porque se activa el cortisol, la hormona culpable de que el estrés aparezca.
Qué es el cortisol: efectos sobre el cuerpo
El cortisol es aquella hormona que el organismo libera en situaciones de peligro. Es el mecanismo por el que el cuerpo se pone alerta para enfrentarse a cualquier amenaza. Pero, sin embargo, este se convierte en un mayor peligro cuando su actividad se produce de manera prolongada en el organismo. Rojas lo explica claramente: "Nos ponemos en estado de alerta cuando nuestra supervivencia emocional, social o económica está en juego".
Esta elevación del cortisol en el cuerpo se manifiesta a través de una sintomatología, sobre todo una que para Marian Rojas es la clave: la inflamación. Este es el signo más evidente, según la psiquiatra que advierte de que hay una sobrecarga, por lo que está 'intoxicando' el cuerpo y generando un malestar que puede tener efectos muy negativos y desembocar, incluso, en enfermedades crónicas.
Los síntomas físicos del estrés
Identificar los síntomas que pueden estar detrás de los niveles altos de cortisol es primordial para atajar cuanto antes el estrés. Según Marian Rojas, algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Dolores de cabeza persistentes.
- Malestar estomacal, incluyendo indigestión y dolores abdominales.
- Inflamaciones en el cuerpo, sobre todo en articulaciones.
- Sangrado de encías y otros problemas dentales.
- Dolor de espalda y fatiga muscular.
A simple vista, son signos que fácilmente se pueden confundir con otras afecciones. Esto lleva a la persona a pasar por determinadas consultas médicas sin llegar nunca a poner solución al verdadero problema: el estrés. Aunque obviar la salud mental o los efectos psicológicos era tradición en la medicina de hace años, actualmente el 80% de las consultas médicas en Atención Primaria tienen una base emocional o relacionada con el estrés según Harvard. Pero, ¿cómo se gestiona?
La gestión del estrés según Marian Rojas
Pese a que la relación de cuerpo y mente está cada vez más clara, a la forma en la que la gestionamos le queda todavía recorrido. La psiquiatra recalca así que la solución no solo se encuentra en los analgésicos o antiinflamatorios, también en abordar las profundas emociones que está afectado al cuerpo.
"Muchas veces la gente no cae en ello", afirma Rojas, señalando así el problema de no prestar atención a las señales. Sin duda, esta es la mayor recomendación de la experta en salud mental, así como no a esperar síntomas peores para ponerse en manos de un profesional.
