Lo de Trump con Groenlandia no es un capricho: por qué la isla del Ártico es tan importante en términos geoestratégicos

Cuentan que la palabra que más sale de boca de los inuit de Groenlandia es immaqua. Significa "puede ser" o "quizás" y si la usan tanto es porque en esta isla todo depende del estado del hielo y del tiempo. Allí no se puede hacer planes sin contar con el hielo. Pero Donald Trump está acostumbrado a conseguir todo lo que se propone. El presidente electo de Estados Unidos piensa en comprar Groenlandia y no admite un immaqua por respuesta.

De las propuestas en el ámbito de la política internacional que Trump y su equipo podrían marcarse como objetivos reales lo menos que puede decirse es que son insólitas. Entre ellas, la de Groenlandia. Durante su primer mandato presidencial, ya propuso comprar la isla, pero nadie se tomó la idea muy en serio. Por si acaso, Dinamarca aclaró que Groenlandia no estaba en venta.

El pasado lunes, el presidente electo rescató su plan en un mensaje en el que informaba del nombramiento del nuevo embajador estadounidense en Dinamarca. Trump dijo: "Estados Unidos considera que la propiedad y el control de Groenlandia son una necesidad absoluta".

Una vieja pretensión de Washington

En realidad, no era el primer presidente estadounidense que sugería la compra de Groenlandia. La idea ya se planteó por primera vez en la muy lejana década de 1860, bajo la presidencia de Andrew Johnson. Un informe del Departamento de Estado estadounidense de aquel tiempo sugería que la situación estratégica de la isla de hielo, junto con su abundancia de recursos, la convertían en una adquisición ideal.

Aquel viejo interés no se materializó hasta 1946, cuando Harry Truman ofreció a Dinamarca 100 millones de dólares por el territorio. Anteriormente ya había barajado la idea de intercambiar tierras de Alaska por zonas estratégicas de Groenlandia. Pero los daneses dijeron que no.

Groenlandia, danesa pero sólo un poco

Está en el Atlántico Norte, entre Europa y Norteamérica, al otro lado de la bahía de Baffin, frente a Canadá. Es la isla más grande del hemisferio norte y un 85% de sus 2,1 millones de kilómetros cuadrados están cubiertos por el hielo. Su población apenas llega a los 60.000 habitantes, concentrados en la costa sur. Alrededor del 88% de ellos son inuit.

Groenlandia es un territorio semiautónomo que forma parte de Dinamarca, país al que está políticamente vinculada desde el siglo XIII. Se integró oficialmente en el Estado danés en 1953 y obtuvo el autogobierno en 1979.

El Ejecutivo groenlandés es responsable de la mayoría de los asuntos internos, mientras que desde Dinamarca se controla la política monetaria y los asuntos exteriores, incluida la defensa. Cada año, Copenhague entrega un subsidio para ayudar a la isla a satisfacer sus necesidades. Groenlandia cuenta desde 2009 con la posibilidad constitucional de declarar su independencia.

Tesoros naturales y de los otros

Debajo del hielo, inmensos tesoros. En Groenlandia hay yacimientos de rubí, que se explotan desde 2007, y grandes depósitos de hierro, aluminio, níquel, platino, tungsteno, titanio, cobre y uranio, todos ellos por extraer. En 2021, el Gobierno groenlandés aprobó una ley que prohíbe la extracción de uranio.

Y además de todo eso, tierras raras. La isla ártica es considerada el depósito más grande de tierras raras el mundo. Éstas se utilizan en teléfonos móviles, vehículos eléctricos y otros aparatos electrónicos de consumo, pero también en bombas y otras armas. En la actualidad, China es uno de los principales proveedores de estos minerales.

Hay mucho que extraer y por culpa del calentamiento del planeta hacerlo va a ser más facil. El cambio climático, podría dejar a la vista (accesibles) buena parte de esos enormes recursos naturales. Además, con el deshielo podrían abrirse nuevas vías fluviales en la región ártica.

Las bases americanas de la Guerra fría

Pero el retroceso del hielo también puede ser un problema. Podría dejar al descubierto residuos nucleares tóxicos que se dejaron en varios emplazamientos militares estadounidenses durante la Guerra Fría. Es el caso de Camp Century, una base de EEUU abandonada desde hace casi 60 años; una reliquia de la Guerra Fría.

La idea que se escondía detrás de Camp Century era la creación de una red de emplazamientos de lanzamiento de misiles nucleares que pudieran sobrevivir a un primer ataque ruso. La base constaba de 21 túneles con una longitud total de 3 kilómetros y se alimentaba con un reactor nuclear. Tuvo breve vida: funcionó desde 1959 hasta 1967.

La estratégica ubicación de Groenlandia

La misma base da cuenta de que el interés de Groenlandia no radica sólo en sus depósitos minerales sino también en su misma ubicación. La isla es estratégicamente importante para EEUU, ya que se encuentra en la ruta más corta de América del Norte a Europa. Todas las grandes potencias están interesadas en este rincón del mundo. Comprando la isla, Trump estaría intentado adelantarse a Rusia y China.

Washington considera la isla estratégicamente importante desde hace mucho tiempo. Al comienzo de la Guerra Fría ya estableció allí una fuerza aérea y una base de radar. En Groenlandia sigue la base espacial de Pituffik, antes base aérea de Thule. Es el destacamento más septentrional del Ejército estadounidense y pieza clave en su sistema global de radar.

Desde Groenlandia, EEUU puede vigilar y prevenir cualquier misil que se dirija hacia él desde Rusia, China o incluso Corea del Norte. Del mismo modo, puede lanzar misiles y barcos hacia Asia o Europa más fácilmente desde Groenlandia.

China se mueve también en el Ártico

El gran enemigo de EEUU ya no es Rusia sino China. El país asiático también ambiciona las riquezas de Groenlandia y su estratégica posición. En la última dácada, Pekín ha comprado o comisionado varios rompehielos para crear nuevas rutas para sus productos a través del hielo ártico. Tiene la mirada puesta en la isla como una estación de paso particularmente útil en su "ruta de la seda polar".

China lleva años invirtiendo en Groenlandia para tratar de ocupar un espacio clave cuando el hielo haya desaparecido. Y así ha redoblado sus inversiones en la isla danesa.

El país asiático intenta ganarse el crédito de los inuit ofreciendo lo que necesitan, ya sea aeropuertos, carreteras o agua potable, a cambio de tener acceso a las materias primas. Los habitantes de la isla siempre se han sentido abandonadas por las autoridades danesas. En 2018, la Administración estadounidense logró impedir que Pekín financiara la construcción de tres aeropuertos en Groenlandia.

Y Rusia, claro. Los planes de Moscú para esta parte del globo incluyen inversiones por valor de trillones para construir ciudades en la costa siberiana. El Kremlin estima que en 2030 habrá una pérdida total del hielo marino, al menos en verano. Después de todo, una parte importante del Ártico no pertenece a nadie y es fácil aventurar un choque entre superpotencias, como ya nos contó la serie Borgen en su tercera y última temporada.

Dinamarca reacciona a la defensiva

Tras las palabras de Trump, el Gobierno de Dinamarca ha anunciado un sustancial incremento en el presupuesto de gasto para la defensa de Groenlandia. El ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, asegura que el paquete era una "cantidad de dos dígitos en miles de millones" en coronas que se aproximaría a unos 1.500 millones de euros.

Dinamarca quiere financiar con cargos al nuevo presupuesto de defensa la compra de dos nuevos barcos de inspección, dos nuevos drones de largo alcance y dos equipos adicionales de trineos tirados por perros. El acuerdo también incluiría fondos para aumentar la dotación de personal y una modernización de uno de los tres principales aeropuertos civiles de Groenlandia para que pueda recibir aviones de combate F-35.

¿Y los groenlandeses qué dicen? Cuando el lunes Trump anunció su deseo de comprar la isla, su primer ministro, Mute Egede, lo dejó bien claro: "Groenlandia es nuestra. No estamos a la venta ni nunca lo estaremos". Claro que luego sí dijo: "Debemos seguir estando abiertos a la cooperación y al comercio con todo el mundo, especialmente con nuestros vecinos, dado que todo el comercio no puede pasar por Dinamarca". Cuestión de immaqua.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.