El secretario general de Junts, Jordi Turull, y la líder de la formación en el Congreso, Miriam Nogueras, se han reunido este viernes con representantes del PSOE en Suiza, según han informado fuentes del partido. Este encuentro llega después de que el lunes el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, instase al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a someterse a una cuestión de confianza en el Congreso.
Los 'juntaires' presentaron una Proposición No de Ley en la Cámara baja que pide que Sánchez se someta a una cuestión de confianza, y la Mesa del Congreso deberá decidir el martes si tramita la iniciativa. Así lo anunció Puigdemont desde Bruselas, donde argumentó de que el presidente del Gobierno "sigue demostrando que no es de fiar".
"Incluso aunque se superase la cuestión de confianza, ¿cómo podemos negociar los presupuestos con unos incumplidores? No se han ganado esta confianza", recriminó el líder de Junts, a las puertas de una negociación presupuestaria que necesitará los votos de sus siete diputados en el Congreso para salir adelante.
Aunque, en su comparecencia, Puigdemont ha desvinculado la cuestión de confianza de los presupuestos, las palabras del líder de Junts han servido de advertencia al Gobierno de cara a esa negociación. "Es un toque de atención. Sacamos tarjeta amarilla por pasividad. Si en lugar de reaccionar se cachondean, como parece que indican las primeras reacciones, tendremos que golpear más duro", han subrayado fuentes del partido consultadas por Efe.
La cuestión de confianza, tal y como recoge la Constitución, solo puede plantearla el jefe del Ejecutivo previa deliberación del Consejo de Ministros y, por tanto, la proposición no de ley no es vinculante. Puigdemont, no obstante, ha recriminado una falta de voluntad política de Sánchez de hacer efectivos "de forma completa y ágil" los acuerdos a los que llegó con Junts para ser investido presidente.
Por su parte, Sánchez no va a atender la petición de Puigdemont y descarta plantear esa cuestión de confianza, según fuentes del Gobierno, porque, además de no tener intención alguna para ello, no la considera necesaria. Moncloa incide en que se trata de una prerrogativa que le corresponde en exclusiva al presidente del Gobierno y, frente a ella, garantiza que van a seguir negociando con los grupos parlamentarios para sacar adelante sus iniciativas.
