Junts busca marcar el paso a Sánchez en la negociación de los Presupuestos y Moncloa pide "calma" para cumplir con lo pactado

"Calma" y "tranquilidad" es lo que quiere trasladar el Gobierno tras el órdago de Junts para que el presidente, Pedro Sánchez, se someta a una cuestión de confianza. Carles Puigdemont intenta marcar el paso al Ejecutivo a las puertas de las negociaciones presupuestarias y tras semanas sin zancadillas parlamentarias a los socialistas. Pero el Gobierno no quiere dar cancha al nuevo envite independentista, por lo que Moncloa descarta cualquier posibilidad de que haya una votación que comprometa la Presidencia de Sánchez y llama a seguir por la senda de la negociación para dar cumplimiento a todo lo pactado que todavía no ha visto la luz.

Pero no ha sentado bien en las filas de Junts que Sánchez haya rebajado las expectativas tan rápido, "si en lugar de reaccionar se cachondean, como parece que indican las primeras reacciones, tendremos que golpear más duro", señalaron a EFE fuentes del partido independentista, que reconocen que la petición de una cuestión de confianza era un "toque de atención" y una "tarjeta amarilla por pasividad". Así, vinculan el apoyo a unas nuevas cuentas para 2025 al cumplimiento de varios acuerdos firmados con los socialistas, como el traspaso "íntegro" de las competencias de migración, así como a que el Gobierno compense de alguna forma las inversiones no ejecutadas en los anteriores Presupuestos.

"Si queréis que demos apoyo a vuestros presupuestos, traednos la liquidación del presupuesto anterior. Si habéis cumplido, nos sentamos a negociar, que no quiere decir que haya acuerdo, pero nos sentaremos a negociar. Y qué ha pasado, que la liquidación del año 2023 es catastrófica para Cataluña, y la de 2022 también", dijo Puigdemont este lunes en su comparecencia. Fuentes del partido señalan que la de 2021 fue de un 35,8%, que ascendió a 42,9% en 2022 y a 45,2% en 2023. No es la primera vez que Junts pone sobre la mesa la falta de ejecución presupuestaria en Cataluña, de hecho, ya plantearon en alguna ocasión algún mecanismo o partida de compensación.

Al respecto, desde Moncloa piden calma, aseguran que quieren seguir hablando con todos los grupos y que trabajarán para que los acuerdos firmados con Junts vean la luz. Estos pasan por el traspaso de las competencias de migración, la oficialidad del catalán en la Unión Europea o una nueva senda de déficit que de más margen de gasto a las comunidades autónomas.

Precisamente, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, aseguró hace unos días que el traspaso de competencias de migración estaba bastante encarrilado y desde el PSC catalán también recuerdan que otro de los pactos, que era arrancar las comisiones de investigación sobre la llamada Operación Cataluña, el caso Pegasus y los atentados yihadistas de 2017 en Barcelona y Cambrils, ya está en marcha. En cuanto a la ley de amnistía que Puigdemont tilda de incompleta porque no le permite regresar a España, lo cierto es que su aplicación depende del Tribunal Supremo, no del Gobierno.

Por ello, las fuentes consultadas creen que, además de una llamada de atención por parte de Junts, su órdago también pretende presionar al Gobierno para desatascar sus peticiones sobre ejecución presupuestaria. Al respecto, los mensajes que lanza Moncloa y los socialistas son de tranquilidad. Piden tiempo y seguir con las conversaciones.

"A Sánchez se le complica le cierre del año"

El líder del PP se limitó a recordar a Junts que "desde el primer instante" el presidente del Gobierno no ha sido "fiable", por lo que cuestionó que lo ponga en duda "ahora" y no hace un año cuando pactó con él. Dicho esto, Alberto Núñez Feijóo señaló dos únicas salidas para Pedro Sánchez tras el órdago de Junts: "Seguir cediendo al separatismo o poner fin a la legislatura".

No obstante, omitió la posición del PP con respecto a la iniciativa que registró Carles Puigdemont en el Congreso. Los populares optan así por un perfil bajo para dejar el "foco" en que este socio "vaya a por Sánchez". En definitiva, la lectura que hacen en Génova de la amenaza de Junts es que a Sánchez "se le complica el cierre de año".

Pues a los supuestos casos de corrupción abiertos al Gobierno socialista y al entorno personal del presidente se suman ahora nuevas exigencias de uno de sus socios para aprobar los Presupuestos: "Junts dice que quiere cobrar más y antes, lo que complica más la vida parlamentaria del Gobierno", señalan fuentes populares. En todo caso, de conseguir aprobarlos, en el PP creen que sería a costa de perder a parte de su electorado que, en base a las últimas encuestas publicadas, calculan que se traspasaría a la formación de Feijóo.

Aunque los de Puigdemont hayan optado por pedir una cuestión de confianza en lugar de una moción de censura, en Génova dan credibilidad al órdago de los independentistas: "Van muy en serio". Ellos, por su parte se muestran "tranquilos y sin presión" apenas tres semanas después de que Feijóo se ofreciera a liderar un cambio en la Moncloa: "No tengo los votos para cambiar el Gobierno, pero estoy a disposición para abrir nueva etapa en nuestro país", dijo el líder popular. Su equipo replica ahora estas palabras para insistir en que todo el que quiera poner fin a la legislatura puede llamar a la puerta de Génova 13.

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