Después de tres años de victorias, dificultades con los visados y alguna derrota, el luchador asturiano Joel Álvarez ha vuelto a entrar entre los 15 mejores luchadores del peso ligero de UFC. Ha sido un camino arduo, pero el español ha sabido encadenar varias victorias consecutivas y, sobre todo, hacerlo dando espectáculo.
Entrar en el Top 15 es entrar, como dicen en latinoamérica, "donde las papas queman". Ahí se sitúan los mejores luchadores de la división y, con un par de victorias más, Joel Álvarez podría llegar a sonar como aspirante al título, como en su día hizo Topuria. Hay que tener en cuenta que varios de los luchadores de esa división están en fase descendente y que van a dejar hueco en muy poco tiempo.
Si miramos hacia arriba, luchadores como Michael Chandler, Dustin Poirier o Justin Gaethje están en el ocaso de su carrera. Es más, a estos tres peleadores en concreto es probable que no les queden más que una o dos peleas más antes de retirarse. Eso dejaría un camino relativamente despejado para el asturiano. Con una victoria frente a Benoît Saint Denis y Mateusz Gamrot, que no es poco, Joel Álvarez se situaría a las puertas del título.
Sea como sea, parece que la voluntad del español es subir de peso, que tampoco es mala idea. El peso wélter de UFC está lejos de su mejor momento. Joel Álvarez tiene el tamaño y la fuerza para subir, pero ahí tendría que remar algo más. ¿Cómo le iría a Joel si se enfrentara al número 15 de esa división, que es Michael Page? ¿Y con el número 8, que es Gilbert Burns? Estas preguntas tienen difícil respuesta, pero seguro que el luchador y su equipo han hecho balance y saben lo que les conviene en términos deportivos y de bienestar. Y esto último es fundamental.
