Iván Pajuelo, el marchador incansable que fue campeón de España, se quedó sin su sueño olímpico y nos deja con 31 años

La muerte del marchador Iván Pajuelo este lunes en Cádiz, donde residía actualmente para preparar sus próximos retos deportivos, ha dejado un gran vacío en el atletismo nacional. Nacido para la competición, nunca dejó indiferente a nadie y siempre tuvo claro que su objetivo en la vida era ser feliz a través de su gran pasión.

A sus 31 años, todo un campeón de España de 50 kilómetros marcha cumplió todos sus sueños menos uno: el de poder competir en unos Juegos Olímpicos, el hito por el que peleó toda su carrera desde muy pequeño.

Solo era un niño cuando tuvo claro que lo suyo era el deporte, aunque lo tuvo que descubrir a lo largo de un arduo camino. Primero lo intentó con el fútbol, pero un buen día su profesor de biología y también amigo, Pedro Parejo, le invitó a iniciarse en el mundo del atletismo.

Tres temporadas fue las que dedicó a carreras de medio fondo y campo a través, donde conoció a Víctor Luengo. El que fuera su primer entrenador, ha recordado este martes a EFE, en una conversación telefónica, cómo en una de esas competiciones regionales se le acercó un joven de apenas 13 años para pedirle ayuda.

"Quería que fuera su entrenador", contó Luengo, emocionado, que se refirió a Iván Pajuelo como un "incansable deportista". Además, explicó que esa férrea voluntad sirvió para esquivar, en los inicios, el impedimento de la distancia geográfica entre ambos salvada con un plan de entrenamientos que dirigía por teléfono. Luego, el sueño creció y Pajuelo se trasladó hasta Navalmoral de la Mata para entrenar de manera presencial. Allí compartiría piso con el maratoniano Houssame Benabbou.

Posteriormente, Iván Pajuelo, inducido por su gran amigo y compañero de fatigas David Morcillo, cambió de disciplina para probar suerte. Descubrió la marcha, disciplina que le ha acompañado hasta sus últimos días de vida.

Si hay algo que ha definido siempre a Iván Pajuelo es su afán de superación y el no bajar los brazos por muy mal que vinieran dadas. Y eso que en más de una ocasión el deporte, pero también la vida, le dio algún que otro revés difícil de sobrellevar.

Su gran éxito tuvo lugar en 2020, año en el que se proclamó campeón de España de 50 kilómetros marcha en una edición disputada en Torrevieja, unas semanas antes de que la pandemia. Pero el destino le privó de su gran meta: una desafortunada lesión le dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio.

A nivel internacional, representó a España en varias ocasiones, como en el Campeonato del Mundo de Londres de 2017, en dos Copas del Mundo de Marcha por Equipos en 2012 como atleta junior o en Taicang en 2014, además de en una Copa de Europa de marcha en 2017 en Podebrady, donde finalizó en décima posición de larga distancia.

Pajuelo, habitual del pelotón durante más de una década, sumó también a su palmarés un título juvenil de 10 kilómetros marcha y fue campeón de España en categoría cadete de 5.000 metros marcha en 2008.

Con todo ese bagaje de éxitos a sus espaldas, en octubre de 2021, junto con la asociación Apyme Vegas Altas-La Serena, inició una campaña en busca de apoyos para poder participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Para cumplir su sueño se marchó a entrenar a Ecuador y a hacerlo, además, de la mano del preparador olímpico Javier Cayambel... el último ejemplo de una pasión desmedida y truncada por la muerte el pasado lunes.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.