El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utilizó el concepto 'tecnocasta' para referirse a los magnates de las grandes empresas de Silicon Valley que ahora formarán parte del círculo cercano de Donald Trump en la vuelta a la presidencia de Estados Unidos. Con Elon Musk a la cabeza, los Tim Cook, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg serán una especie de guardia pretoriana en la Casa Blanca y suponen también un reto para la Unión Europea. Sobre todo en lo que se refiere a la política de Competencia, que además queda en manos de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión.
El mercado único es uno de los pilares de la Unión y más allá de la carga ideológica que tengan Musk y compañía, las claves son industriales y relacionadas con la autonomía estratégica europea. Amazon, Meta o Google se enfrentan desde hace años a multas por no ceñirse a las normas marcadas por la UE. Ese es el 'arma' principal con la que cuenta Bruselas si tiene que ir a un hipotético choque con la Administración Trump, que ya ha amenazado con aranceles a los países europeos, entre ellos España, a quien ha confundido con uno de los BRICS (principales Estados en vías de desarrollo).
Una de las últimas sanciones en ese sentido fue en 2023, contra Google por parte de la Comisión Europea, por abusar de su posición dominante en el mercado en lo referente a su negocio publicitario, y apuntó que la solución pueda pasar porque la gran compañía ceda parte de sus beneficios a este sector. Pero a esto hay que añadir la vigilancia que ejecuta Europa en base a la ley de Servicios Digitales y a la ley de Mercados Digitales (DSA y DMA), que sirven por ejemplo para controlar qué tipo de contenidos recomienda X (antes Twitter), la gran baza de Musk.
En la misma línea, en 2022 el TJUE confirmó los 4.125 millones de euros de la multa récord al gigante tecnológico impuesta en 2018 por obstaculizar a la competencia a través del dominio "desleal" con el sistema Android. La justicia, de hecho, recortó la sanción en 125 millones de euros, y en 2021 había ratificado otra de 2.400 millones por "sus prácticas anticompetitivas" en el mercado de comparación de precios.
Solo por vulneración de la privacidad, Meta, Google y Amazon suman multas por valor de 3.440 millones de euros, pero es que además en el caso de Amazon el rizo todavía riza aún más puesto que en 2022 se libró de una sanción de 746 millones de euros al llegar a un acuerdo con la Comisión Europea. Los tres gigantes tecnológicos, de hecho, acumulan en torno al 90% de las medidas que ha tomado la UE en este sentido.
Meta, con todo, es la compañía más sancionada por parte del Ejecutivo comunitario o por las autoridades nacionales. Bruselas quiere apostar por una nueva propuesta para armonizar los procedimientos de cooperación entre las autoridades nacionales de protección de datos, tal como anunciaron los entonces comisarios Didier Reynders y Vera Jourova, encargados de Justicia y Transparencia respectivamente. La compañía de Mark Zuckerberg recibió en 2023 mismo año la mayor multa de la historia de la Unión Europea por protección de datos: 1.200 millones de euros.
La DSA ya se ha puesto sobre Zuckerberg también para evitar la difusión de la desinformación; hace solo unos días Meta anunció que eliminaba todos los filtros de las redes sociales bajo su control y que se volvería a recomendar directamente contenido político en aras de "la protección de la libertad de expresión", en palabras del propio magnate. En esa 'manga ancha' se va a apoyar precisamente Donald Trump durante su segundo mandato. Por ejemplo, el presidente de EEUU ha revocado la decisión de suspender TikTok en el país, una de las decisiones más importantes en esa área de Joe Biden. De hecho, ese cerco sobre la compañía china también está sobre la mesa de la UE, aunque no ha llegado el agua al río.
"Nos podría encantar que hubiera un Google europeo o un Meta europeo, pero no los hay, y entonces tenemos que garantizar que esos gigantes no drenen la competencia; que su presencia, su capacidad y su tamaño no impidan el desarrollo del mercado único", explicó en su momento el eurodiputado Jordi Cañas a 20minutos. Aquello fue un aviso, pero la 'lucha' contra las grandes tecnológicas se puede recrudecer. Las fuentes comunitarias asumen que ahora estos magnates "tendrán más relevancia todavía" y en Bruselas se agarran a "las normas" ya aprobadas para que nadie saque los pies del tiesto. "Mi casa, mis normas", repiten en la esfera comunitaria.
Las democracias están haciendo frente a un desafío cada vez mayor por las injerencias
Precisamente este martes el pleno del Parlamento Europeo debatió sobre la aplicación de estas leyes sobre las grandes tecnológicas, con el foco sobre los órdagos de Musk. En esa conversación con los eurodiputados, la vicepresidenta de la Comisión encargada de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, Hena Virkkunen, apuntó que la UE "está extremadamente comprometida con la protección de la democracia y los discursos cívicos", aunque asume el peligro: "Las democracias están haciendo frente a un desafío cada vez mayor por las injerencias, y las redes es uno de los instrumentos", dijo la finlandesa. Así, las principales familias políticas de la Eurocámara le pidieron una "aplicación firme" de esa normativa.
¿Por qué tanto empeño con Musk?
Porque además de ser el hombre más rico del mundo ahora será también el encargado de recortar el gasto público en el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) creado por Trump. "¿Se imaginan lo maravilloso que será que los astronautas estadounidenses planten la bandera en otro planeta por primera vez? Qué inspirador sería eso", dijo ante el público justo antes de generar la polémica de la jornada por, previsiblemente, realizar el saludo nazi antes de despedirse del público. Esto se suma a la preocupación en Europa porque el multimillonario haya hecho campaña a favor de la derecha radical (AfD) en Alemania o haya llamado a que Estados Unidos tomase el control del Reino Unido y llamase "dictador" precisamente al presidente germano, Frank Walter Steinmeier.
Del negocio a la política
La conclusión es que la UE aplicará ese marco no solo al plano empresarial, sino ya también al político. El salto de los magnates tecnológicos a la esfera de poder de Estados Unidos provoca un giro de guion para Europa, que se dice preparada desde el punto de vista legislativo y que no quiere ir a la 'pelea' en cuanto a los discursos; de momento, lo que sale de Bruselas es una "voluntad de cooperación" con Trump porque, se repite, la UE y EEUU "comparten valores" e incluso "enemigos", como le dijo la Alta Representante, Kaja Kallas, a su homólogo estadounidense, Marco Rubio.