Francia vuelve al caos. Desde las elecciones legislativas del verano nada ha vuelto a ser igual, y salvo sorpresa mayúscula, el Gobierno liderado por Michel Barnier caerá este miércoles con una moción de censura -que se vota a las 16.00- convocada por el Nuevo Frente Popular (NFP) y apoyada por Reagrupación Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen. Una pinza contra un Ejecutivo que fue la salida de Emmanuel Macron y que nunca ha sido estable. De hecho, este lunes Barnier recurrió al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar por decreto el Presupuesto de la Seguridad Social sorteando a una Asamblea Nacional muy dividida y abriendo la puerta la precipicio.
En ese escenario tan complejo, los ministros del Ejecutivo cerraron filas con el propio Barnier. "Hasta el momento de la votación hay posibilidad de conversar. Está la señora Le Pen, pero también otros 576 diputados", expuso por ejemplo Catherine Vautrin, ministra de Cohesión y de Relaciones con las entidades territoriales de Francia, en una entrevista en la radio RMC. Por su parte, el titular de Economía, Antoine Armand, avisó de la "inestabilidad" que provocaría la caída del Gobierno. "No es al Gobierno y al presupuesto lo que sometemos a moción de censura, sino al país al que ponemos en peligro. Si mañana suben los tipos de interés, si suben los impuestos, los franceses pagarán las consecuencias", sentenció.
Otros, como el titular de Interior, Bruno Retailleau, cargaron en especial contra Marine Le Pen y su partido, que han tenido la llave de la continuidad del Gobierno. Barnier intentó negociar con ella hasta el último momento este lunes, pero finalmente no logró un acuerdo para evitar recurrir a un mecanismo constitucional que le permite aprobar reformas -en concreto, el presupuesto para la Seguridad Social de 2025 con recortes para paliar el elevado déficit francés- saltándose el voto del Parlamento.
"Mi sensación es que puedes colmar a la señora Le Pen de regalos como el árbol de Navidad y ella dirá que no. Porque tiene una agenda. Porque ella tiene una agenda", añadió Retailleau.
¿Y ahora qué pasará en una Francia que ha quedado sumida en la incertidumbre en los últimos meses?
¿Por qué cae Barnier?
"Los franceses no nos perdonarían que antepongamos los intereses particulares al futuro de la nación", ha explicado el propio Barnier en la Asamblea, justo a la vez que pedía "responsabilidad" al resto de formaciones. Durante toda la jornada del lunes fue haciendo concesiones a la derecha radical en lo referente a las pensiones, el reembolso de medicamentos o los impuestos sobre la energía. No ha sido suficiente para alcanzar un acuerdo con el partido de Le Pen. Así, Barnier cae, dice la derecha radical, "por falta de diálogo". Tanto RN como la izquierda le acusan de "no entender" la situación del país.
La moción de censura se votará el miércoles, justo un día antes de que el Gobierno de Michel Barnier cumpla 3 meses en el cargo... pero quizá no llegue a ellos a la vista de los escasísimos apoyos que tiene en la Asamblea: solo el macronismo y Los Republicanos están de su lado. Durante este tiempo, el Ejecutivo ha tratado de llevar adelante medidas para estabilizar la delicada situación económica de Francia, como por ejemplo una polémica reforma de las pensiones que fue una de las prioridades de Macron desde las últimas elecciones presidenciales. Mientras, desde el NFP siempre han insistido en que son ellos quienes tienen que liderar el Gobierno puesto que fueron los ganadores de los comicios parlamentarios; el presidente, en cambio, se niega a esa vía.
¿Qué supone esta moción de censura?
La moción de censura es un reinicio para Francia. Vuelve a la misma casilla en la que estuvo después de las legislativas. Emmanuel Macron tendrá que escoger un nuevo nombre en busca de consensos que ahora mismo no existen, y que además parecen muy lejanos. RN y NFP se ponen de acuerdo contra el macronismo, pero no tienen nada más en común. Los expertos creen que el presidente seguirá apostando por perfiles centristas (parecidos a Barnier) aunque eso se haya demostrado que no es viable para una Francia que tiene un Parlamento muy complicado de ordenar. Es lo que decidieron las urnas; pero Macron sigue cerrado en banda para dar el impluso a un nombre propuesto por la izquierda... salvo que aparezca alguien quizá más cercano al Partido Socialista.
No podemos aceptar estos presupuestos profundamente injustos porque hacen pagar a los franceses la incompetencia de Macron
¿Quién podría reemplazarle como primer ministro?
Todavía no hay casi nombres sobre la mesa pero sí se repite el de Lucie Castets, que fue la propuesta del NFP a primera ministra ya en verano. "Estoy preparada para gobernar", sostuvo la propia Castets este martes. Eso sí, avisó de que que no "hará de ello una cuestión personal" si resulta que "otra persona es más adecuada", para el cargo. También ha hablado la dirigente ecologista Marine Tondelier, aunque sin estar todavía en las quinielas. En su opinión, "no puede ser una solución quien causa el problema". También criticó las concesiones hechas por los macronistas a la Agrupación Nacional: "Cuando te pones en manos de Marine Le Pen, te conviertes en su felpudo".
¿Qué papel tiene Le Pen?
La derecha radical es la pieza clave en todo este puzzle, y RN se ha apoderado del relato durante las últimas horas: Marine Le Pen se ha erigido como el elemento que "tumba" el Gobierno de Barnier. Después de las legislativas le dio su apoyo, y ahora se lo quita. Incluso esa posición la tiene aunque no presenta ella la moción de censura, pues eso queda en manos del NFP.
La propia líder de la ultraderecha acusó al todavía primer ministro de "falta de diálogo" y dio por hecho que el Gobierno caerá en la moción de censura. Dice que es su partido el que "tumba" al gabinete, porque son quienes le dieron sus votos hace unos meses. "Le presenté nuestras líneas rojas y no ha querido aceptarlas. No podemos aceptar estos presupuestos profundamente injustos porque hacen pagar a los franceses la incompetencia de Macron", aseguró.
"Los franceses no tienen motivos para tener miedo. Lo único que deben temer son el elevado déficit del país y la subida del paro por culpa de las políticas de los últimos siete años", concluyó una Le Pen que sigue en la carrera para las presidenciales de 2027 pese a que su partido está inmerso en un juicio por presuntamente desviar ayudas para contratar asistentes de eurodiputados a las arcas directamente de la formación.
¿Cómo queda la figura de Macron?
Emmanuel Macron sigue muy tocado. Está pasando por su peor momento e incluso ha perdido mucho foco a nivel de la Unión Europea. Tiene tres años por delante para arreglar el entuerto, pero no se puede volver a presentar a unas presidenciales y su acercamiento a Le Pen no gusta nada a quienes creen que le está "abonando el terreno" para que ella gane en 2027. En ese sentido, el 'centrismo' francés también está falto de relevos: ni Gabriel Attal, ni Eduard Philippe, ni el actual vicepresidente de la Comisión Europea Stephane Sejourné parecen tener el perfil perfecto para dar continuidad a un espacio político que solo hace que perder apoyos (pese a haber sido segundo en las legislativas).
Barnier, con todo, siempre ha estado en el alambre. No hay mayorías claras en el Parlamento, con la izquierda como fuerza principal tras la victoria del NFP en las legislativas, por delante del macronismo y del RN de Marine Le Pen. El perfil de Barnier pareció contentar a los centristas y también a su partido, Los Republicanos, pero levantó desde el primer minuto muchas dudas tanto en las formaciones progresistas como en la derecha radical, aunque en los últimos tiempos ha tenido guiños hacia ellos. Macron recurrió en su peor momento a una vía 'moderada' para acabar con el bloqueo, pero ahora el bloqueo ahora volverá.