Fluidos corporales y sustancias alucinógenas: así era el cóctel que bebían en el antiguo Egipto

Lo que hoy conocemos como "la hora del vermú" o "las cañas de la tarde", ya lo practicaban los egipcios en la antigüedad, aunque, más que cervezas o Martini, ellos bebían un sofisticado -y alucinógeno- cóctel cuyos componentes ha revelado un nuevo estudio científico de la Universidad del Sur de Florida, liderado por Davide Tanasi.

El hallazgo ha sido posible tras analizar una pequeña taza de cerámica de 2.200 años -que fue donada al Museo de Arte de Tampa en 1984-, decorada con la figura de la deidad Bes, asociado con la protección, la fertilidad, la curación y la purificación mágica.

Un cóctel alucinógeno

Los investigadores descubrieron que en el interior del recipiente había restos de compuestos psicoactivos: "No existe ninguna investigación que haya encontrado lo que encontramos en este estudio. Por primera vez, pudimos identificar todas las características químicas de los componentes del brebaje líquido contenido en la taza Bes del Museo de Arte de Tampa, incluidas las plantas utilizadas por los egipcios, todas las cuales tienen propiedades psicotrópicas y medicinales".

Los análisis químicos mostraron que contenía líquidos fermentados -como jugo de frutas- y plantas psicoactivas, como la ruda siria (Peganum harmala), conocida por inducir visiones oníricas.

Además, en la taza se encontraron trazas de flor de loto azul, utilizada por sus efectos alucinógenos, y otros ingredientes como miel, regaliz, piñones y semillas de sésamo, que aportaban sabor y propiedades medicinales. Además, en concentraciones más bajas en la planta se encuentra el alcaloide vasicina, que tiene propiedades "uterotónicas" que pueden ayudar en el parto o inducir el aborto, en alusión a los conceptos vinculados con la deidad Bes.

De hecho, "Los egiptólogos creen que la gente visitaba las Cámaras de Bes en Saqqara cuando querían un embarazo exitoso porque los embarazos en el mundo antiguo estaban plagados de peligros", explica Van Oppen curador del Museo de Arte de Tampa, Branko van Oppen. "Por lo tanto, esta combinación de ingredientes puede haber sido utilizada en un ritual mágico para inducir visiones oníricas en el contexto de este peligroso período del parto"

Fluidos humanos en el brebaje

Sin embargo, uno de los hallazgos más impactantes del estudio ha sido el de la presencia de proteínas humanas, lo que sugiere que se añadían fluidos corporales como sangre, leche materna y mucosa vaginal. La razón detrás del uso de estos elementos podría haber sido recrear el Mito del Ojo Solar, de la mitología egipcia, que cuenta que Bes detuvo la ira de Hathor, la diosa sedienta de sangre, sirviéndole una bebida alcohólica mezclada con una droga origen vegetal.

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