La fiscal jefa de Madrid niega haber filtrado los correos del novio de Ayuso y dice que 60 personas tuvieron acceso a ellos

La fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, ha asegurado este jueves ante el juez del Supremo Ángel Hurtado que no filtró los correos del novio de Isabel Díaz Ayuso y que se limitó a seguir órdenes de Álvaro García Ortiz cuando este le mandó recabar los mails. La fiscal es una de las tres personas investigadas por la revelación de secretos de Alberto González Amador. Rodríguez ha negado de plano su implicación en el presunto delito, tal y como hizo este miércoles García Ortiz y como ya hizo ella en junio, cuando declaró por esta misma causa ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

A lo largo de dos horas de comparecencia, Rodríguez ha defendido ante el juez que otras hasta 60 personas tuvieron acceso a los mails filtrados, según han informado fuentes presentes en la declaración. Asimismo, ha sostenido que la actuación de la Fiscalía fue "normal" y que no existe "ningún trato de favor o desfavor" hacia Alberto González Amador por ser pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Sobre la posibilidad de que su superior, García Ortiz, esté tras la filtración, Rodríguez se ha desentendido y ha dicho que ella recibió "instrucciones" y no "explicaciones" del fiscal general.

El juez instructor Ángel Hurtado busca dilucidar varias cuestiones: si los tres investigados (García Ortiz, Rodríguez y el fiscal Diego Villafañe) son responsables de filtrar la denuncia de a Fiscalía a González Amador; si también filtraron los correos del abogado de González Amador con el fiscal que lo investigaba, Julián Salto; y, según se deduce de sus últimos interrogatorios, cómo se gestó la nota de prensa aclaratoria que se publicó después de las filtraciones.

Gran parte de la información que ha recabado hasta ahora el magistrado proviene precisamente del volcado del teléfono móvil de Pilar Rodríguez. Los mensajes intervenidos de la fiscal mostraron como el fiscal general del Estado solicitó obtener los correos electrónicos después de que El Mundo publicase una información incorrecta basada en un fragmento de la conversación completa. Este diario publicó que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo al abogado de González Amador para que su cliente se librara de una eventual pena de cárcel por haber defraudado 350.000 euros a Hacienda. La realidad es que había sido el abogado, en un mail previo, quien había ofrecido el acuerdo.

De forma que tras leer la información incorrecta, García Ortiz reclamó los correos electrónicos. Pilar Rodríguez gestionó con Julián Salto y Almudena Lastra la remisión de esos mails al fiscal general, que en principio tenía la intención de publicar una nota de prensa para aclarar los hechos. La nota se publicó con membrete de la Fiscalía Provincial de Madrid a la mañana siguiente, pese a que la había elaborado la Fiscalía General del Estado. Eso sí, en la noche anterior se filtró el contenido íntegro de los correos una vez García Ortiz ya los tenía en su poder. Los periodistas que publicaron las informaciones aseguraron ante el juez que accedieron a ellas horas e incluso días antes de que lo hiciera el fiscal general.

La primera filtración

La primera información que se filtró la publicó Eldiario.es y se basaba en la denuncia de la Fiscalía contra González Amador. La noticia, publicada el 12 de marzo de 2024 a las 06.01 horas, desvelaba que la pareja de Ayuso había defraudado 350.000 euros a Hacienda. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil destacó en un informe que, en aquel momento, la defensa del novio de Ayuso todavía no había accedido a la denuncia. De forma que según la UCO la filtración tuvo que surgir de la Fiscalía. Este jueves, Pilar Rodríguez ha subrayado que la información se cargó en una carpeta que contenía la denuncia y todo el expediente tributario de González Amador.

Una carpeta a la que tuvieron acceso cerca de 400 personas, ha declarado la fiscal investigada. Pese a lo cual la fiscal superior Almudena Lastra sospechó que la filtración de la denuncia partía del fiscal general del Estado, algo a lo que Pilar Rodríguez ha restado importancia. Es más, Rodríguez ha negado que Lastra le dijera que no debía entregar los correos electrónicos al fiscal general, como la propia fiscal superior subrayó en su declaración ante el juez.

La filtración de los correos electrónicos

Un día después de que se publicara que González Amador defraudó 350.000 euros, se publicaron las informaciones sobre la negociación ente el presunto defraudador y el fiscal Julián Salto. Una de estas informaciones, especialmente sensible, es un correo en el que el abogado de González Amador subraya que "ciertamente" su cliente había cometido dos delitos de fraude fiscal. Cuando García Ortiz le pidió a Rodríguez que consiguiera toda la conversación de correo electrónico, ella lo entendió como una orden, "como una instrucción". Y, según ha dicho, ella no pensó que el fiscal general buscaba filtrarlos; tampoco ella los difundió ni se los envió "a nadie más".

Según ha defendido, el abogado del novio de Ayuso había enviado ese mail el 2 de febrero a un "correo genérico" al que pudieron acceder hasta 60 personas. Según fuentes presentes en la declaración, al explicar esto Rodríguez ha llegado a mencionar "a la señora de la limpieza".

Respecto a la publicación de la nota de prensa en la mañana del 14 de marzo, Rodríguez ha indicado que no le informaron de si se iba a publicar o no. Ha defendido, una vez contradiciéndose con Lastra, que la fiscal superior no habló con ella esa mañana. Tampoco le trasladó ninguna discrepancia sobre la nota y nadie la avisó de que la nota se publicaría con membrete de la Fiscalía Provincial de Madrid.

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