El mercurio es un contaminante medioambiental que puede encontrarse en nuestros alimentos debido a su presencia natural en la corteza terrestre y como resultado de la actividad humana.
En el caso del pescado, la cantidad de mercurio y/o metales pesados que puedan presentar está relacionada con su posición dentro de la cadena trófica. Por tanto, los peces depredadores, de gran tamaño y más longevos, tienen concentraciones más altas de este indeseable tóxico... que encuentra la horma de su zapato en el mejillón y un mineral que contiene que puede hacerle frente y 'bloquear' su toxicidad. Hablamos del selenio.
¿Qué pescados contienen más mercurio?
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) informa de que comer pescado y marisco es seguro y saludable, recomendando la ingesta de entre 3-4 raciones a la semana. Asímismo, establece una clasificación de especies en cuanto a contenido en mercurio, siendo las que mayor cantidad contienen el pez espada o emperador, el atún rojo, el tiburón y el lucio (se recomienda que mujeres embarazadas y niños de hasta 10 años eviten consumir estas especies).
En este contexto, el mejillón tiene mucho que aportar, como bloqueador del mercurio de los pescados grandes. Entrevistamos a la nutricionista experta de Aguinamar Yaiza Quevedo para que nos desvele cuál es ese ingrediente (pista: es un mineral) con capacidad de neutralizar los efectos del mercurio.
¿Por qué el mejillón nos protege contra la toxicidad del mercurio?
La nutricionista consultada comienza exponiendo que "el mejillón se encuentra dentro de las especies que presentan un bajo o nulo contenido en mercurio". Primera ventaja a tener en cuenta.
Dentro de su alto valor nutricional, los mejillones aportan "una cantidad destacada de selenio, un mineral poco conocido pero que ejerce numerosas funciones en nuestro organismo, como contribuir al correcto funcionamiento del sistema inmune, protección frente al estrés oxidativo o crecimiento de pelo y uñas".
Además, "la evidencia científica ha demostrado que el selenio ejerce un efecto protector contra la toxicidad del mercurio. El mecanismo de acción de este efecto parece tener relación con la desmetilación que ejerce el selenio sobre el metilmercurio, que es el componente orgánico de mercurio más común en la cadena alimentaria".
De todos los minerales que aporta el mejillón, el selenio es uno de los más destacados, "aportando alrededor de 56 μg de selenio por 100 g de mejillones, lo que implica que una ración de este molusco cubre prácticamente la totalidad de la ingesta recomendada diaria de selenio en mujeres adultas, y un 80 por ciento en hombres".
Propiedades saludables del mejillón gallego
El mejillón es un alimento de alta densidad nutricional, lo que quiere decir que en pocas calorías "aporta numerosos nutrientes de gran interés. Al igual que el conjunto de pescados y mariscos, el mejillón aporta proteínas de alto valor biológico, que son aquéllas que contienen todos los aminoácidos esenciales (los que debemos ingerir a través de la dieta ya que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizar por sí mismo)".
Este molusco es además una excelente fuente de omega-3, concretamente de EPA y DHA, ácidos grasos poliinsaturados muy beneficiosos para nuestra salud, ya que ejercen beneficios a nivel cardiovascular, cognitivo y antiinflamatorios, entre otros.
"A nivel de micronutrientes, el mejillón es fuente de vitaminas del grupo B (vitamina B12, niacina y folato) y de minerales como el selenio, zinc y hierro, este último de gran importancia para evitar la anemia ferropénica (más común en mujeres) y fundamental para el transporte de oxígeno en nuestro cuerpo", concluye la nutricionista de Aguinamar.