Cada cierto tiempo parece surgir una comida o una bebida que se cuela en nuestras vidas y se convierte en indispensable. En España parece que ese lugar últimamente lo ocupa el té matcha, una bebida ideal para aquellas personas que busquen un chute de energía sin tener que recurrir a los clásicos, como el café, el té o las bebidas energizantes, y lo hace aportando algunos beneficios a nuestra salud.
El té matcha es un té verde en polvo, con un intenso color que queda ideal en fotografías para presumir en redes, pero que además favorece la concentración sin aumentar el nerviosismo. Se puede tomar solo, tanto frío como caliente, pero también añadirlo a batidos, zumos o recetas dulces, como las de bizcochos o galletas. Si además incorporamos ingredientes extra en nuestro matcha, como la cúrcuma, conseguiremos también combatir la inflamación del cuerpo.
Té matcha con cúrcuma, el extra para combatir la inflamación
De sabor fuerte, intenso y con toques dulces y ligeramente amargos a la vez, el té matcha parece haber llegado para conquistar el paladar de los consumidores. Es una bebida rica en antioxidantes y también contiene teína, que evita el nerviosismo que sí que provocan otras bebidas pensadas para proporcionarnos energía. Ayuda la concentración y aumenta la memoria, regula los niveles de azúcar en sangre, ayuda a ajustar los niveles de colesterol y reduce el estrés. Además, acelera el metabolismo y la quema de grasas y evita la retención de líquidos.
Una serie de beneficios que pueden verse potenciados o ampliados si a nuestra bebida la añadimos un toque extra, incorporando la cúrcuma ente los ingredientes. La cúrcuma contiene curcumina, que es un antiinflamatorio, esto ayuda a reducir algunos dolores, como los provocados por la artritis.
Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas, por lo que mejora la función inmune, también tiene propiedades beneficiosas para el corazón y puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar algunas afecciones neurológicas.
Cómo se prepara el té matcha
Para poder disfrutar al máximo de esta bebida es importante aprender a prepararla y para ello es necesario tener las herramientas adecuadas. Lo ideal es tener un agitador de bambú, pero en caso de no tenerlo, un tenedor o unas varillas pueden sustituirlo. El primer paso es poner en un cazo un poco de agua y llevarla a ebullición, una vez que eso suceda, apagamos el fuego y dejamos que se enfríe ligeramente.
En una taza o bol ponemos el té matcha y, si queremos añadir el toque de cúrcuma que tantos beneficios tiene, lo incorporamos también (en algunos casos lo podemos comprar ya junto). Añadimos un poco de agua caliente y movemos bien hasta conseguir que los polvos se disuelvan por completo, evitando que queden grumos. Si queremos que quede una bebida espumosa, habrá que agitar hasta que esta aparezca.
Continuamos añadiendo agua mientras removemos la mezcla hasta llenar la taza. Si quieres, al final puedes añadir un poco de leche, para convertirlo en un latte, o un toque de azúcar, para aquellos que prefieran su bebida más dulce.
Referencias
Hewlings, S., & Kalman, D. (2017). Curcumin: A Review of Its Effects on Human Health. Foods, 6(10), 92. https://doi.org/10.3390/foods6100092
