La última jornada de la primera fase de la nueva Champions League ya está aquí y el Paris Saint-Germain aún debe atar la clasificación pese a tenerla ya encarrilada, pues depende únicamente de sí mismo para meterse en el play-off de acceso a los octavos de final. De hecho, los de Luis Enrique se miden al Stuttgart en Alemania en un duelo en el que puede haber biscotto: el empate metería a los dos en la repesca.
Su épica remontada ante el Manchester City (4-2) dio vida al conjunto francés en la máxima competición continental, ocupando el vigésimo segundo puesto de la clasificación empatado a 10 puntos con Benfica, Sporting de Portugal y Stuttgart, para llegar al último duelo con el billete a los play-off prácticamente asegurado: tiene que ganar o firmar las tablas para clasificarse y, además, la diferencia de goles (+2) juega a su favor.
Pese a tener los mismos puntos, la clasificación no está tan clara para el cuadro alemán, que, con un goal-average de -1, no dependería de sí mismo para pasar si el partido acaba en empate. Eso sí, tendría que ocurrir una catástrofe para que se quedara sin jugar el play-off: en el peor escenario, el Dinamo de Zagreb necesitaría una goleada abismal para quitarle la plaza, mientras que Brujas y City nunca podrían arrebatarle la clasificación porque el Stuttgart tiene ventaja en la diferencia de goles en un hipotético empate a 11 puntos.
En París, por otro lado, no quieren saber nada de cuentas. Así lo ha dejado claro Luis Enrique, que ha rechazado la idea de biscotto para garantizar la clasificación de su equipo y del Stuttgart.
"La experiencia me dice que cuando estás pendiente de lo que pasa fuera del campo no atiendes a lo que tienes que hacer tú en el campo. No vamos a especular con otros resultados, saldremos a ganar que es lo que mejora nuestra clasificación. Hay muchas especulaciones en esta última jornada pero no vamos a formar parte de ellas", ha sentenciado el exseleccionador español.