El efecto en la memoria de no dormir lo suficiente partir de los 50 años

Una mala noche de sueño puede suponer una gran diferencia sobre cómo va a desarrollarse el día, porque no descansar lo suficiente o hacerlo mal no solo nos pone de mal humor, también hace que la concentración sea menor y todo cueste un esfuerzo mayor. En España, un tercio de la población tiene problemas de sueño, tal y según datos publicados por la Sociedad Española de Neurología.

Algunos de los efectos que tiene la falta de sueño son conocidos por todos, como decimos, el día se hace un poco más cuesta arriba cuando eso sucede y si es un momento puntual, solo será eso, un mal día que dejar atrás, pero cuando se trata de algo habitual, problemas para dormir de manera frecuente, las cosas sin diferentes, como también las consecuencias, que pueden ser mayores de lo que pensamos, llegando a convertirse en un problema que condiciona las vidas de quienes padecen esas malas noches de descanso. Incide en el humor, en la salud y también puede tener ciertos efectos sobre la memoria, sobre todo pasados los 50 años.

El efecto en la memoria de no dormir lo suficiente partir de los 50 años

El paso del tiempo afecta a nuestra memoria, es normal que conforme cumplamos años, los recuerdos tienden a ser menos intensos y solo nos quedamos con lo esencial. Mantener la memoria lo más intacta posible se convierte en esencial, por eso conviene conocer los factores que pueden hacer que esta se vea alterada, como sucede cuando no dormimos bien, sobre todo pasados los 50 años.

Así lo asegura un estudio publicado en la revista Neurology, cuya investigación partió de la premisa de que las personas de mediana edad que tienen una mala calidad del sueño presentan más signos de mala salud cerebral en el futuro. Este estudio, capitaneado por la doctora Clémence Cavaillès, de la Universidad de California en San Francisco, EE. UU., establece una conexión entre la mala calidad del sueño y los signos de envejecimiento cerebral. “Los problemas de sueño se han relacionado en investigaciones anteriores con una menor capacidad de pensamiento y memoria en etapas posteriores de la vida, lo que aumenta el riesgo de demencia”, explicó la experta.

En este estudio se han empleado escáneres cerebrales que sugieren que dormir mal puede envejecer hasta tres años el cerebro. Se identificaron seis características del mal sueño y se dividió a los participantes en tres grupos: los del grupo bajo no cumplían con más de una característica, los del grupo medio tenían entre dos y tres y los del grupo alto presentaban más de tres. Las seis características seleccionadas fueron: corta duración del sueño, mala calidad del sueño, dificultad para conciliar el sueño, dificultad para permanecer dormido, despertar temprano por la mañana y somnolencia diurna.

Finalizado el estudio y analizados los escáneres con la técnica definida por el equipo, determinaron que los participantes del grupo medio tenían una edad cerebral media 1,6 años mayor que los del grupo bajo. Los del grupo alto, 2,6 años mayor.

“Nuestros hallazgos ponen de relieve la importancia de abordar los problemas del sueño en etapas tempranas de la vida para preservar la salud del cerebro”, afirmó la doctora Kristine Yaffe, de la Universidad de California en San Francisco y miembro de la Academia Americana de Neurología, y otra de las autoras del estudio. Señaló también que, futuras investigaciones, deberían ir enfocadas a encontrar maneras de mejorar la calidad del sueño.

Consejos que favorecen el descanso

Algunas personas tienen problemas para dormir, otros para permanecer dormidos y otros tienen un sueño de pésima calidad, poco profundo y reparador. Existen algunos consejos que pueden resultar útiles para que el sueño mejore, aunque en algunos casos lo mejor es buscar ayuda profesional.

Entre los tips que pueden ayudarnos a tener una buena noche de sueño está el de acostarse y levantarse siempre a la misma hora, evitar quedarse en la cama si pasados 15 minutos no se ha podido dormir (es mejor salir de la cama y cambiar de habituación) u optar por una actividad que ayude a relajar, como leer. También es importante que la estancia cumpla con ciertas características, como una temperatura adecuada, un colchón cómodo, evitar ruidos y luces y evitar aparatos electrónicos antes de ir a la cama, así como los relojes, que hacen que seamos conscientes de cómo pasa el tiempo.

También conviene tenerlo en cuenta a lo largo del día, evitando cenar cosas muy pesadas o tomar alimentos que impidan el sueño, como la cafeína. No es buena idea dormir siestas demasiado largas o hacer planes que acaben muy tarde, y se aconseja hacer ejercicio de forma regular, entre otras recomendaciones.

Referencias

Cavaillès, C., Dintica, C., Habes, M., Leng, Y., Carnethon, M. R., & Yaffe, K. (2024). Association of Self-Reported Sleep Characteristics With Neuroimaging Markers of Brain Aging Years Later in Middle-Aged Adults. Neurology, 103(10). https://doi.org/10.1212/wnl.0000000000209988

¿No puede dormir? Pruebe con estos consejos: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.-b). https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000853.htm

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