Diego Rubio (Cáceres, 1986) es la nueva mano derecha de Pedro Sánchez. Tras el nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España y su sustitución por Óscar López, que toma el testigo de la cartera de Transformación Digital y Función Pública, el cacereño de 37 años renueva la dirección del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y deja de ser una cara 'desconocida' en la Moncloa, donde puso pie hace casi cinco años.
Muy conocedor de la Administración Pública y del diseño e implementación de políticas estatales y comunitarias, Rubio se presenta como un hombre más técnico que de partido y estrategia electoral, un perfil más propio de la era Iván Redondo (2018-2021) que del periodo de López (2021-2024), peso pesado del Partido Socialista. Con una vida académica y laboral de excelencia, mayoritariamente desarrollada en el extranjero, el político e historiador se caracteriza por focalizar su mirada hacia al futuro. "Cambio", "estrategia", "futuro" y "largo plazo" son las palabras que más resuenan en su larga trayectoria profesional. Enemigo del cortoplacismo, entró en Moncloa en 2020 tras ser nombrado director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia País (2020-2023), cuyo objetivo es construir el camino del país a largo plazo.
Hace solo ocho meses su paso por el Ejecutivo español dio un giro y se intensificó su acercamiento con Pedro Sánchez cuando este lo asignó como jefe de la nueva Secretaría General de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica, la más grande de las cinco que componen el gabinete. Rubio ha asesorado al socialista en el diseño y coordinación de políticas públicas nacionales y comunitarias, así como en su postura internacional: en las relaciones diplomáticas de España con otros países, dentro del seno de la UE y también en el Consejo Europeo. Bajo este cargo, Rubio ha coordinado también a todos los ministerios para garantizar una coherencia integral en el Gobierno. Y, como le es propio, tenía bajo cargo analizar los retos y oportunidades de España en tiempos futuros y ayudar al país a prepararse para ellos.
A Diego Rubio se le puede atribuir la coordinación para la 'Estrategia España 2050', un trabajo realizado por un centenar de expertos que busca elevar al país hacia un nivel de progreso económico, social y medioambiental propio de los países más avanzados de la UE. "Aportará su integridad, su rigor técnico y su visión transversal para seguir preparando a España en el futuro que viene", presumió Sánchez al informar de su nombramiento. "Tiene una visión muy holística y general de todos los temas. Conoce cómo funciona la Moncloa, conoce de cerca al presidente, y eso le va a ayudar a conseguir el equilibrio entre las distintas carteras y ayudar a que todo le llegue bien cocinado a Pedro Sánchez", remata el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Paralelamente a su cargo de secretario, Diego Rubio ha podido relucir su pasión por las tecnologías al asumir en febrero de 2024 la dirección de la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico -una de las ramificaciones de la Secretaría que encabeza-, con la encomienda de "fomentar el uso de la evidencia empírica y el conocimiento científico en el proceso de toma de decisiones".
Un hombre de excelencia
El hecho de que Diego Rubio asuma a sus 37 años la dirección del Gabinete de la Presidencia del Gobierno no es algo fortuito. El académico ha destacado por tener una brillante trayectoria en su formación y experiencia. Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2011, el extremeño consiguió el mejor expediente académico de toda su promoción, un logro que le valió para obtener el Premio Nacional de Excelencia Académica del Ministerio de Educación.
Rubio ha complementado su grado con una intensa formación internacional en prestigiosas universidades como Paris-Sorbonne, donde completó un año de su grado en Historia; la Escuela Normal Superior de Lyon, en la que obtuvo un máster y una distinción académica en este; y en la Universidad de Oxford, donde se doctoró en Filosofía.
Paralelamente al doctorado en el centro británico, Rubio fue seleccionado como becario invitado en la Universidad Columbia de Nueva York y trabajó como asesor para empresas y organismos internacionales, como las Naciones Unidas, la Comisión Europea, el Foro Económico Mundial y la Secretaria General Iberoamericana. Toda esta andadura ha hecho posible que el hoy jefe de Gabinete de la Presidencia hable cuatro idiomas: inglés, francés, italiano y portugués.
Conferenciante, profesor y director de un documental
El cacereño ha ofrecido conferencias en Harvard, Columbia, Singapur, Oslo y la Fletcher School of Law and Diplomacy por su dilatada trayectoria en la política pública y su peso en instituciones supranacionales. Una camino que le sirvió en 2017 para saltar a la docencia en la Escuela Global & Public Affairs del Instituto de Empresa (IE), donde ha impartido clases de Historia Aplicada y Gobierno y ha fundado y dirigido el Centro para la Gobernanza del Cambio.
Rubio ha diversificado sus conocimientos en contenido, y también en forma. Hace cinco años, en 2019, escribió y dirigió la serie documental 'Una historia del futuro', producida por History Channel. Esta producción desarrolla precedentes históricos y se sujeta en datos actuales para explorar el futuro del clima, el trabajo, la democracia, y la globalización. La pieza audiovisual se preestrenó en diciembre de 2019 en la XXV Cumbre del Clima de Naciones Unidas.
El académico y político aparcó su labor de docente en enero de 2020 cuando el Consejo de Ministros lo incorporó en la Moncloa para diseñar políticas y estrategias que hagan de España un país más avanzado para el futuro. Tras más de una década de continuos cambios y a punto de cumplir su quinto año en el Gobierno de España, este 'cerebrito' de 37 años se convierte ahora en la mano derecha del presidente, sucediendo con un perfil más rejuvenecido, independiente e internacionalizado el trienio de una pata negra de los socialistas, Óscar López, de 51 años.
