El tenista australiano Nick Kyrgios dejó este lunes una dura confesión tras su derrota en el debut del Open de Australia ante el británico Jacob Fearnley, unas palabras en las que asegura que ve complicado volver a jugar en casa ante su público y que suenan a una posible retirada a corto plazo.
El jugador de Canberra, que arrastraba un problema abdominal, aseguró en la rueda de prensa posterior al partido que jugó "al 65 %" y que no quería retirarse por toda la gente en el estadio que había ido a verle.
"De forma realista, no me veo jugando en individuales aquí otra vez", añadió Kyrgios, que ha jugado tres partidos oficiales desde octubre de 2022 debido a varios problemas físicos, especialmente en las muñecas y las rodillas.
"Mi viaje no se ha acabado, pero ha sido un viaje increíble. Mi carrera ha sido increíble. Sigo intentando divertirme y ser como soy, disfrutando el camino, pero sería egoísta de mí decir que quiero más. He tenido muchos éxitos, más de los que muchos deportistas querrían".
Kyrgios aún disputará el cuadro de dobles junto a Thanasi Kokkinakis. Esta dupla ya se alzó con el título en 2022. Ganador de siete títulos y habiendo sido el decimotercero mejor del mundo en 2022, Kyrgios logró su mayor éxito en julio de 2022 cuando llegó a la final de Wimbledon que perdió contra Novak Djokovic.
El australiano está en estos momentos fuera de los 1.000 mejores del mundo, por las lesiones que le han tenido prácticamente fuera del circuito durante más de dos años.