La muerte de dos jóvenes alpinistas españoles en el Mont Blanc consternó este miércoles al mundo del montañismo. Los vascos Markel Etxezarraga y Mikel Galdos, de apenas 26 y 27 años, se precipitaron desde una altura de cientos de metros en pleno descenso de la cumbre del Mont-Blanc du Tacul, un accidente ahora investigado por la gendarmería francesa del que cada vez salen a la luz más detalles.
La noticia del fallecimiento de los dos escaladores se conoció en la tarde del miércoles, apenas horas después del accidente, cuando un testigo superviviente consiguió advertir de lo ocurrido a las unidades de emergencia desde un puesto de rescate cercano.
El helicóptero no tardó en localizar al superviviente, en "estado de shock", según declaró al diario El País un miembro de la investigación, y en localizar los dos cadáveres ubicados cientos de metros por debajo del punto de sujeción desde el que se desprendieron.
La clave del accidente fue, hasta donde ahora se conoce, el fallo en el punto de anclaje de una cuerda colocada para practicar un descenso de rapel. La roca se desprendió, por motivos desconocidos, y los montañistas encaramados a la montaña y sujetos por la línea no pudieron evitar una caída letal para dos de ellos.
Actualmente la investigación de las autoridades francesas se centra en las causas de ese desprendimiento, que van desde las condiciones climáticas de estos meses de verano, hasta el posible error humano, algo complicado en dos escaladores que, peses a su juventud, contaban con amplia experiencia en numerosas montañas de igual dificultad.
Los cuerpos de Mikel, trabajador del polideportivo del municipio de Lezo, y Markel, también residente de la misma localidad, fueron trasladados a la localidad de Chamonix hasta la que se han desplazado sus familiares para repatriar los cadáveres.
Fue la alcaldesa de Oiartzun, Joana Mendiburu, quien informó de que tanto las dos familias de los fallecidos, vecinos de esta localidad guipuzcoana y de Lezo, como la del otro montañero guipuzcoano que les acompañaba (ingresado en un hospital sin riesgo), emprendieron el viaje hacia Chamonix.
Por su parte, la primera edil de Oiartzun expresó que el pueblo se encuentra "conmocionado" y "muy triste" por el fallecimiento del joven M.G., de 26 años, miembro de una familia "muy grande y muy conocida" en la localidad.
Mendiburu quien tuvo la oportunidad de contactar con la familia, les expresó su solidaridad y el pésame en nombre del Ayuntamiento, al tiempo que les ofreció ayuda para cumplimentar los trámites administrativos necesarios.
