La inteligencia artificial (IA) está impregnando cada vez más la realidad social, económica y empresarial. Lo va a cambiar todo, se anuncia. De momento, la economía. La competencia china pone contra las cuerdas a la hasta ahora pujante tecnología estadounidense. Ajena a esa guerra tecnológica y empresarial, Europa se afana en poner límites al poder de la IA en beneficio de la privacidad de las personas.

DeepSeek es la última alternativa china para el desarrollo de la IA. Está liderando las listas de descargas gracias a una innovadora apuesta por el código abierto, bajos costes y eficiencia, una irrupción inesperada que podría desafiar la supremacía de los modelos estadounidenses.

En pocos días, DeepSeek se ha situado en el primer puesto en las listas de descargas gratuitas de la tienda de aplicaciones móviles App Store tanto en China como en Estados Unidos, superando al popular ChatGPT. Esta IA está respaldada por la empresa de inversión Huanfang Quant, según reveló el periódico chino The Paper.

Su repentina aparición provocó este lunes un desplome superior al 3% en el Nasdaq neoyorquino, golpeando especialmente a la tecnológica Nvidia (-16,9%). El fabricante de chips comenzó la jornada como la empresa más grande del parqué y acabó como la tercera tras sufrir la mayor caída diaria de una cotizada en la historia, cifrada en unos 600.000 millones de dólares.

Algunas voces apuntan a que China busca que sus empresas ganen influencia global con este tipo de modelos para dar forma a los estándares y las prácticas internacionales de las IA, así como ganar mercado en los países en desarrollo.

DeepSeek contradice los planes de OpenIA

Unos días antes del "terremoto", el pasado 13 de enero, OpenAI publicó una lista de propuestas políticas y económicas dirigidas al Gobierno de EEUU para que el país lidere la carrera mundial de la IA y no deje que China tome la delantera. La empresa liderada por Sam Altman, creadora de ChatGPT, dijo que los chips, los datos, la energía y el talento son las claves para ganar en el terreno de la IA y que esta es "una carrera que Estados Unidos puede y debe ganar".

Se estima que hay 175.000 millones de dólares en fondos globales esperando inversión en proyectos de IA"

"Se estima que hay 175.000 millones de dólares en fondos globales esperando inversión en proyectos de IA, y si Estados Unidos no atrae esos fondos, fluirán hacia proyectos respaldados por China, lo que fortalecerá la influencia global del Partido Comunista Chino", aseguró OpenIA. Dos semanas después, como si Pekín quisiera responder, llegó el cataclismo al saberse de las capacidades de DeepSeek.

Cuestión de precio

Según el experto Tian Feng, DeepSeek "redefinirá las reglas" de la IA con este enfoque de bajo coste, según le ha dicho a The Paper. Las comparativas de precios se basan en el cálculo de tókenes, donde 1.000 equivalen aproximadamente a 750 palabras en inglés. DeepSeek ofrece servicios de interfaz de programación de aplicaciones (API) a un costo de 1 yuan (0,14 dólares, 0,13 euros) por millón de tókenes de entrada y 16 yuanes (2,2 dólares, 2,1 euros) por millón de tókenes de salida.

En comparación, el modelo o1 de OpenAI tiene un precio de 15 dólares (unos 14,4 euros) por millón de tókenes de entrada y 60 dólares (aproximadamente 57 euros) por millón de tókenes de salida.

Los planes IA de Trump y sus socios

La irrupción de DeepSeek se produjo de manera prácticamente paralela a la presentación en EEUU de la iniciativa Stargate. En el proyecto, que anunció el presidente Donald Trump, las empresas OpenAI, Oracle y SoftBank destinarán en los próximos cuatro años 500.000 millones de dólares (inicialmente 100.000 millones) para construir hasta veinte nuevos centros de datos para apoyar proyectos de IA. Las empresas involucradas por el momento son Arm (parte del grupo japonés de SoftBank), Microsoft (uno de los principales inversores de OpenAI), Nvidia y Oracle.

El pasado miércoles, Elon Musk puso en duda la financiación de Stargate. Al día siguiente dijo que Microsoft sí tenía el dinero necesario para hacer la inversión. "Satya tiene definitivamente el dinero", dijo el hombre más rico del mundo en respuesta al director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, que aseguró tener 80.000 millones de dólares para financiar el proyecto.

"¡Y todo este dinero no es para exagerar la IA, sino para construir cosas útiles para el mundo real!", aclaró el de la empresa fundada por Bill Gates. Los sistemas informáticos de OpenAI se ejecutan en una plataforma de supercomputación basada en Azure, producto de Microsoft.

¡Todo este dinero no es para exagerar la IA, sino para construir cosas útiles para el mundo real!"

Para la investidura de Trump el pasado 20 de enero en Washington, la empresa de ChatGPT hizo lo mismo que Meta y Google: donar un millón de dólares. Amazon y Apple anunciaron otras donaciones pero sin especificar su cuantía.

En realidad, los comentarios de Musk fueron una excusa más para burlarse de OpenAI y de su director ejecutivo, Sam Altman. Éste y el megamillonario muestran una gran rivalidad desde hace años. Ese choque se ha hecho cada vez más público a medida que los dos intentan abrirse paso en la carrera por el dominio del mercado de la IA.

Meta también anuncia miles de millones

Horas después, el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, anunció que su compañía tiene previsto invertir entre 60.000 y 65.000 millones de dólares este año para desarrollar sus servicios de inteligencia artificial y para construir un centro de datos de gran tamaño. Meta está trabajando ya en una instalación de gestión y análisis de datos "tan grande (físicamente) que cubriría una parte significativa de Manhattan", explicó .

Además, Zuckerberg incidió en que la empresa pretende incorporar un gigavatio de computación a sus centros y terminar el año con más de 1,3 millones de unidades de procesamiento gráfico (GPUs), un tipo de chip muy útil en los sistemas de IA por su gran potencia de cálculo.

"Este será un año decisivo para la IA. En 2025, espero que Meta AI sea el principal asistente de más de 1.000 millones de personas y que Llama 4 (herramienta para incorporar la IA en otras plataformas) se convierta en el principal modelo de vanguardia", expresó el de Facebook.

Europa y los límites a la IA

En el Viejo Continente faltan proyectos para el desarrollo de tecnología de IA propia. Sin embargo, la Unión Europea sí va por delante en la necesaria imposición de límites. Se trata de poner a salvo la libertad y la privacidad de los usuarios, algo que no parece preocupar en EEUU y muchos menos en China. Organizaciones de derechos humanos denuncian que de la mano de la IA el régimen de Pekín podrá hacer más intenso su control sobre los ciudadanos (y saber mucho de nosotros aunque no seamos chinos).

En la UE, el 2 de febrero entra en vigor la Ley de Inteligencia Artificial. Se aplicará a todos los sistemas de inteligencia artificial existentes o en desarrollo. La ley se considera la primera norma del mundo que intenta regular la IA en función de los riesgos que plantea.

El 2 de febrero entra en vigor la Ley de Inteligencia Artificial de la UE

Los legisladores aprobaron la ley en marzo, pero su publicación en el Diario Oficial de la Comisión Europea en julio puso en marcha los trámites para su entrada en vigor. La fecha del 1 de agosto pone en marcha una serie de fechas y plazos a lo largo de los meses y años venideros para preparar a las empresas que utilizan IA en cualquier capacidad a familiarizarse con la nueva legislación y cumplirla.

La ley europea de IA asigna sus normas a cada empresa que utiliza sistemas de IA en función de cuatro niveles de riesgo, lo que a su vez determina qué plazos se les aplican. Los cuatro tipos de riesgo son: sin riesgo, riesgo mínimo, riesgo alto y sistemas de IA prohibidos. La UE prohibirá totalmente determinadas prácticas a partir de febrero de 2025. Entre ellas están las que manipulan la toma de decisiones de un usuario o amplían las bases de datos de reconocimiento facial mediante el scraping de Internet.

Sin embargo, grupos de especialistas han alzado la voz de alarma por la falta de directrices de la Comisión Europea sobre los inminentes sistemas de IA prohibidos, informa EuroNews. Las empresas tienen de plazo hasta mediados del año que viene para adaptar sus políticas a la mayoría de las disposiciones de la ley de IA de la UE, pero las prohibiciones mencionadas se aplicarán ya, a partir de la fecha señalada.

Telefónica se apunta a un proyecto de EEUU

En España, Telefónica se ha aliado con la compañía estadounidense Perplexity para lanzar un servicio gratuito de IA durante doce meses a todos los clientes del grupo a nivel mundial, que en España empieza a funcionar este jueves. Claro que al rascar aparecen de nuevo los socios de Truimnp. Perplexity es una startup en la que han invertido compañías como Telefónica, pero también Nvidia y el empresario Jeff Bezos.

La compañía tiene otros acuerdos con Deutsche Telekom y otras empresas de Japón o Corea del Sur. Perplexity permitirá al cliente ampliar y profundizar la investigación, al brindar la posibilidad de formular preguntas de seguimiento relacionadas con las respuestas obtenidas, de modo que el cliente puede dialogar con el motor de respuestas de forma personalizada.

La activación de este servicio se produce después de que Wayra, el grupo de capital de riesgo corporativo de Telefónica, anunciase en octubre pasado que invertía en Perplexity. De ese modo, se unió a otros inversores como Nvidia, Databricks, Jeff Bezos, Stanley Druckenmiller, Bessemer Venture Partners, NEA y IVP.

El proyecto español de IA

El pasado día 20, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la puesta a disposición de todos los usuarios de los primeros modelos de Alia, una inteligencia artificial pública en castellano y lenguas cooficiales diseñada con código abierto. Sánchez avanzó la movilización de 150 millones de euros para potenciar el uso de la inteligencia artificial en las empresas españolas, 20 de ellos dirigidos a casos de uso en pymes.

El Ejecutivo ya anunció en 2024 que España contaría con su primer modelo de lenguaje de IA entrenado en castellano y lenguas cooficiales del país y que constituiría la primera versión del denominado modelo "Alia", bautizado ya como el "ChatGPT español", el cual se aplicaría a sectores concretos.

Sólo el 47% de las empresas españolas han comenzado a realizar pruebas con IA

El Consejo de Ministros aprobó el pasado mayo la nueva Estrategia de Inteligencia Artificial 2024-2025, que daba continuidad a las iniciativas desplegadas en la anterior legislatura. Se contemplaba una inversión de 1.500 millones de euros, que se suman a los 600 ya movilizados, procedentes fundamentalmente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de la adenda a dicho Plan.

Sólo el 47% de las empresas españolas han comenzado a realizar pruebas con IA en sus procesos corporativos, según un informe de KPMG. Sin embargo, esta cifra promete alcanzar el 93% en los próximos tres años, destacando la rápida adopción de estas tecnologías en el país.

Llegan los "agentes" de IA

Todas las tendencias tecnológicas para 2025 apuntan en la misma dirección: la evolución de la IA. Los expertos coinciden al señalar a los "agentes" (IA agentic, en inglés) como el salto más disruptivo que se va a producir.

Capaz de adaptarse a entornos cambiantes y dinámicos, los "agentes" de IA en los que ya trabajan varios gigantes tecnológicos podrían tener una capacidad de acción completamente autónoma y al margen de la actividad humana, de multiplicar las posibilidades de colaborar con personas o con otras máquinas, de aprender de forma continua, de mejorar los procesos productivos o de resolver problemas de negocio muy complejos.

Para 2030 se perderán 92 millones de empleos por la IA, pero se generarán otros 170 millones, dice el Foro Económico Mundial

Los principales beneficios, según la multinacional Gartner, serán disponer de un equipo virtual de "agentes" que pueden ayudar, descargar y complementar el trabajo humano o el de las aplicaciones más tradicionales.

¿Nos quedaremos todos sin empleo?

La inteligencia artificial va a tener un impacto muy significativo en el mercado global del empleo. Para el año 2030 se perderán 92 millones de empleos por la automatización y el desplazamiento de tareas, pero se generarán otros 170 millones, con lo que el aumento neto de empleos será de 78 millones. Así lo avanzó el Foro Económico Mundial (WEF) en un informe publicado a principios de este año.

Dice el documento que habrá nuevas oportunidades laborales, a la vez que se experimentará la desaparición de muchos empleos tradicionales. Estos cambios estarán impulsados por una parte por la inteligencia artificial y la automatización, y, por la otra, por presiones económicas y cambios demográficos, todo lo cual al combinarse transformará profundamente los mercados laborales.