La gestión de la DANA tendría su reflejo en las urnas si las elecciones se celebrarán hoy. Según el barómetro elaborado por DYM para 20minutos con motivo de la crisis, los dos principales partidos serían los más perjudicados y perderían apoyos respecto a la encuesta realizada el pasado mes.
El PP sufre un duro golpe tras la polémica gestión de la Generalitat Valenciana del temporal que arrasó hace un par de semanas varios municipios de la provincia de Valencia, pero aún así se mantendría como primera fuerza destacada si mañana hubiera elecciones generales y podría gobernar junto a Vox. El barómetro estima que los populares obtendrían exactamente el mismo resultado que en los comicios de julio de 2023: un 33,1% de los votos, casi cinco puntos por encima del PSOE.
La formación que lidera Alberto Núñez Feijóo perdería en un mes todos los apoyos que había ido poco a poco acumulando desde las últimas generales. En octubre, el PP registraba una estimación de voto 3,8 puntos superior a la de este barómetro y rozaba el 37% de los sufragios. Pero su ventaja es tan cómoda que, incluso con esta bajada, lidera cómodamente la encuesta por delante de un PSOE que no solo no recupera terreno tras la DANA, sino que también baja con respecto al mes pasado: pierde seis décimas de punto hasta quedarse en un 28,8%.
De hecho, la caída del PP no le impediría seguir alcanzando, junto a Vox, la mayoría absoluta necesaria en el Congreso para que Feijóo fuera elegido presidente del Gobierno. Con su resultado, los populares lograrían entre 145 y 149 diputados (ahora tienen 137), los cuales, en alianza con los entre 32 y 35 que conseguiría el partido que lidera Santiago Abascal con un 12,6% de las papeletas, sumarían entre 177 y 184 parlamentarios. La mayoría absoluta en la Cámara Baja está en 176 escaños, por lo que a PP y Vox no les haría falta el apoyo de Se Acabó La Fiesta, el partido del eurodiputado Alvise Pérez, que podría lograr un solitario sillón.
De hecho, el barómetro elaborado tras la DANA muestra cómo Vox se asienta cómodamente en la tercera posición e incluso logra captar una parte del voto perdido por el PP para alcanzar su mejor dato en estimación de voto desde las pasadas elecciones generales. En cuestión de un mes, los de Abascal crecen 1,4 puntos porcentuales y, con su 12,6% de los sufragios, se colocarían dos décimas por encima de las que obtuvieron en los comicios de julio del año pasado, aunque la traducción a escaños les dejaría, escaño arriba, escaño abajo, con la misma fuerza que tienen en la actualidad.
El segundo gran cambio que refleja el barómetro de DYM se produciría en la izquierda a la izquierda del PSOE, que por primera vez en muchos meses alcanzaría -e incluso superaría ligerísimamente, por una décima-el resultado que obtuvo en las generales de 2023. No obstante, ese espacio consiguió entonces un 12,3% de los apoyos concurriendo unido bajo las siglas de Sumar, y ahora los votos se repartirían en dos: la coalición que lidera Yolanda Díaz lograría un 7,5% de las papeletas y Podemos, por separado, obtendría un 4,9% de los sufragios.
El repentino crecimiento de la izquierda a la izquierda del PSOE se debe al impulso de los morados, que duplicarían en cuestión de un mes sus apoyos y pasarían a rozar el 5% (frente al 2,5% de octubre), mientras Sumar se estanca con respecto al pasado mes. Pero el sistema electoral español penaliza la división, especialmente en los partidos que están por debajo del 10% de los votos, y a Podemos y Sumar su falta de entendimiento les supondría un importantísimo castigo. Los de Yolanda Díaz tendrían que conformarse con entre 12 y 14 escaños, mientras los morados se quedarían con tres o cuatro parlamentarios. Concurriendo unidas en 2023, ambas formaciones lograron 31 actas, el doble de las que lograrían ahora por separado pese a tener prácticamente los mismos apoyos que entonces.
Con esos números, una alianza parlamentaria como la que actualmente sustenta al Gobierno de Pedro Sánchez sería imposible, fundamentalmente por la división entre Sumar y Podemos. El PSOE, con su 28,2% de los votos -nada menos que 3,5 puntos porcentuales menos que en las últimas generales-, lograría sin embargo un resultado muy similar al de julio del año pasado: entre 118 y 122 diputados, por los 121 con los que cuenta ahora. La causa es el sistema electoral, por el cual los socialistas pescarían una parte de los escaños que perderían Sumar y Podemos al concurrir por separado. Pero, incluso contando con el apoyo de todos los nacionalistas, la división en el espacio de la izquierda provocaría que el bloque tan solo sumara, en el mejor de los casos, 173 diputados, lejos de la mayoría absoluta.
