Windham Rotunda fue uno de los luchadores más influyentes en la industria de la lucha libre durante el s.XXI. Más conocido por su nombre artístico, 'Bray Wyatt', el estadounidense captivó a las audiencias de todo el mundo durante una década hasta su trágica muerte el 24 de agosto de 2023, a la edad de 36 años.
Wyatt fue un luchador profesional de tercera generación, y siguió los pasos de su abuelo Blackjack Mulligan, el patriarca de la familia en la industria, su padre Mike Rotunda, y dos de sus tíos – Barry and Kendall Windham. Su hermano menor, Taylor Rotunda, también es luchador profesional, más conocido como Bo Dallas, que ha continuado con el legado de Windham y su último personaje, 'Uncle Howdy'.
Rotunda debutó en la WWE en 2010 bajo el pseudónimo de Husky Harris, un miembro del grupo 'Nexus'. Tras un tiempo de ausencia, volvió en 2013 con su personaje más icónico, 'Bray Wyatt', muy inspirado en grandes villanos del cine, como el Max Cudy de Robert De Niro.
Más adelante, en 2019, y tras un nuevo periodo de ausencia y desencuentros creativos por el entonces mandamás de la WWE, Vince McMahon, Rotunda dio a conocer a 'The Fiend', un monstruo con claras referencias a los supervillanos de los cómics que tanto disfrutaba el luchador, así como los antagonistas del género slasher.
Su última creación, 'Uncle Howdy' apenas pudo competir una vez en el cuadrilátero, pues las lesiones y una fuerte infección de covid le apartaron de la circulación en 2023. La enfermedad derivó en problemas cardiacos, por los cuales fue hospitalizado, requiriendo el uso de un desfibrilador externo.
Durante la mañana del 24 de agosto de ese mismo año, su mujer, Joseann Offerman, no pudo despertarle en su propia casa, y Rotunda fue trasladado al hospital, donde se declaró su muerte por un infarto al miocardio. El competidor no llevaba puesto el dispositivo recomendado por su médico, con quien tenía una revisión ese mismo día.
El mundo del wrestling añora desde entonces a uno de sus mayores iconos modernos, un hombre capaz de embelesar a las masas con maestría, tanto con sus combates como con sus palabras. Atrás dejó cuatro hijos y un legado imborrable, por el cual los aficionados a la lucha libre siempre recordarán al hombre que tenía "todo el mundo en sus manos".
