La batalla interna en el seno de la patronal española se recrudece. El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ve el órdago que le ha lanzado Antonio Garamendi para sustituirle al frente de su organización y ha anunciado que se presentará a la reelección en los comicios previstos este año. Fuentes oficiales de Cepyme confirman que Cuerva ha comunicado ya al Comité Ejecutivo de la organización su intención de dar la batalla contra la candidatura que presente CEOE.
La decisión de Cuerva supone un desafío frontal al liderazgo empresarial que ostenta Garamendi desde que accediera a la presidencia de la patronal hace más de seis años. Las elecciones de Cepyme, que deben celebrarse a lo largo de este año, todavía no tienen fecha, pero la intención es no demorar el proceso demasiado para evitar el desgaste. Los comicios de Cepyme serán un paso previo clave para medir las fuerzas entre las dos corrientes en el empresariado español. En el horizonte están las elecciones a la presidencia de la CEOE previstas para el año que viene.
Los dos empresarios tuvieron un cara a cara el martes en el que Garamendi le pidió a Cuerva que diera un paso atrás y le comunicó oficialmente que le está buscando un remplazo en la presidencia de Cepyme, organización integrada en CEOE. Según pudo confirmar este periódico, Garamendi ofreció al empresario granadino una salida en un puesto de relevancia internacional dentro de la patronal.
Según otras fuentes conocedoras del encuentro, Cuerva declinó el ofrecimiento. El todavía presidente de Cepyne ya forma parte de un organismo internacional de CEOE. Concretamente, es el representante de la sección ibérica del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), un foro que reúne a asociaciones empresariales de América Latina y Estados Unidos.
En el seno de la patronal de las pequeñas y medianas empresas, la sensación que cunde es de malestar con el trato recibido desde la matriz CEOE. La convocatoria de la reunión fue recibida con sorpresa. Según ha podido saber este periódico, la versión de Cepyme es que Cuerva le pidió a Garamendi que reconsiderara su decisión e intentó mediar para no llegar a una guerra abierta. También le trasladó que siempre ha sido leal a la presidencia de CEOE.
Las discrepancias entre los dos líderes empresariales son conocidas. Cepyme no apoyó la reforma laboral pactada por Garamendi con sindicatos y el Gobierno en 2022. Además, cuando el empresario vasco se presentó a la reelección a la presidencia de CEOE ese mismo año, el nombre de Cuerva llegó a sonar para una candidatura alternativa, aunque finalmente no llegó a materializarse.
Los desencuentros entre ambos se han acentuado en los últimos meses a propósito de las negociaciones para la reducción de jornada. Cepyme ha marcado un perfil propio en este asunto, con el que ha sido especialmente beligerante. Llegó incluso a publicar un manifiesto por la libertad de empresa en un sonado acto en el que llegó a acusar al Gobierno de "tesis comunistas" que no gustó nada en el seno de CEOE, pero que en Cepyme entienden que era necesario.
La sensación que cunde en el seno de la asociación de los pequeños y medianos empresarios es que a Garamendi no le gusta que la patronal de las pymes tenga tanta autonomía y voz dentro de CEOE. Defienden su lealtad a la presidencia y alegan que las decisiones siempre se han consensuado con la gran patronal.