En Estados Unidos las cárceles también son un negocio. Mientras que en España no existen prisiones privadas, en el país que aún preside Joe Biden la gestión de cárceles y centros de detención para inmigrantes está muchas veces en manos de empresas. Y cada vez más, porque Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Las compañías que se dedican a este negocio ya lo están notando en Bolsa, donde sus acciones se han disparado.
Son los casos de CoreCivic y Geo Group, empresas que ya se vieron favorecidas durante el primer mandato de Trump (2016-2020). Ambas se frotan las manos con lo que llega; al menos si el nuevo presidente de EEUU cumple su promesa, bandera de su carrera electoral, de llevar a cabo una deportación masiva (histórica) de inmigrantes irregulares.
Se estima que hasta un millón de personas podrían ser expulsadas del país sólo en el primer año. Durante la campaña, Trump llegó a hablar de que en EEUU había 18 millones de migrantes en situación ilegal a los que estaba dispuesto a echar del país. En realidad, serían unos 11 millones. ¿Cómo se les detiene, concentra, mantiene, transporta y expulsa? Con Trump, hacer todo eso es puede ser un gran negocio.
Homan vuelve a Inmigración y Aduanas
Sólo unos días después de ganarse el derecho a volver a ocupar la Casa Blanca, Trump anunció que Thomas Homan sería el "zar de la frontera". "Estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales de vuelta a su país de origen", dijo. Según explicó, Homan será el responsable de la frontera sur, la frontera norte, así como de toda la seguridad marítima y aérea.
Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, habrá un abrazo mucho más firme a Geo Group y CoreCivic"
Homan ya fue director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) desde 2017 hasta junio de 2018 (nunca fue ratificado por el Senado). En julio pasado, aseguró que cuando Trump volviera a ganar él dirigiría "la mayor operación de deportación que este país haya visto jamás".
Y así ha sido: Trump ganó y Homan volverá a gestionar presos y fronteras desde el ICE. "Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, habrá un abrazo mucho más firme a Geo Group y CoreCivic", aseguraba a sus clientes Isaac Boltansky, analista de BTIG, en una nota del 6 de noviembre de la que informó la CNBC.
Según Boltansky, la segunda administración Trump permitirá la contratación con los Servicios de Alguaciles de EEUU y la Oficina Federal de Prisiones. "Adoptarán una postura mucho más agresiva en la aplicación de la ley fronteriza, lo que afectaría a las líneas de negocio de ICE en estas empresas", explicó el experto.
Empresas de "soluciones gubernamentales"
Tras la victoria electoral de Trump el pasado 5 de noviembre, sólo en la primera sesión bursátil, las acciones de Geo Group y CoreCivic cerraron con subidas del 42% y el 29%, respectivamente. Y han seguido por esa senda.
Geo Group se creó para este momento único en la historia de nuestro país y las oportunidades que traerá"
En el último mes, Geo Group se ha revalorizado un 90%, de modo que su capitalización bursátil se acerca a los 4.000 millones de dólares. George Zoley, consejero delegado de la compañía, no cabe de gozo: "Geo Group se creó para este momento único en la historia de nuestro país y las oportunidades que traerá". Por su parte, el valor de CoreCivic ha crecido un 60% en los últimos treinta días y su capitalización ha llegado a los 2.500 millones.
En 2022, Geo Group obtuvo 1.050 millones de dólares en ingresos solo gracias a los contratos de Inmigración y Aduanas, lo que supuso un 43,9% de sus ingresos totales, de 2.400 millones de dólares. Porque el negocio, informa El País, no está tanto en la construcción de nuevas cárceles (que exige una larga tramitación administrativa), como en la gestión (y ampliación) de los actuales centros de detención de inmigrantes. Es en ellos donde estas personas son encerradas hasta que un juez decide si deben ser deportados.
Es una oportunidad sin precedentes de ayudar al gobierno a lograr una política de inmigración mucho más agresiva en la aplicación de la ley"
"Para nosotros, esta es una oportunidad sin precedentes de ayudar al gobierno federal y a la administración entrante de Trump a lograr una política de inmigración mucho más agresiva en la aplicación de la ley, tanto en el interior como en las fronteras, así como la expulsión de extranjeros criminales", ha dicho el consejero delegado de Geo Group, Brian Robert Evans. La empresa tiene una plantilla de casi 17.000 trabajadores.
Pero la pionera fue CoreCivic. Fundada en 1983 como Corrections Corporation of America, un año más tarde logró ya la adjudicación de la primera cárcel que una empresa privada gestionaba en EEUU, el correccional del Condado de Hamilton (Tennessee). Es el mayor propietario de centros penitenciarios, de detención y de reinserción residencial del país, y uno de los mayores operadores de prisiones en aquel país.
CoreCivic se define como "una empresa de soluciones gubernamentales diversificadas con la escala y la experiencia necesarias para resolver retos gubernamentales difíciles de forma flexible y rentable". En su página web se lee que su labor es "proporcionar una amplia gama de soluciones a socios gubernamentales que sirven al bien público". Y así, vigila a más de 85.000 reclusos y da empleo a 12.000 trabajadores.
[CoreCivic] es una empresa de soluciones gubernamentales... para resolver retos difíciles de forma flexible y rentable"
El 8% de la población carcelaria
La población carcelaria en prisiones privadas en EEUU ronda los 100.000 reclusos, el 8% del total, según datos de la ONG The Sentencing Project. A ese número habría que sumar otras 16.000 personas, que son las detenidas por los servicios de inmigración. Hay celdas privadas en 27 de los 50 estados.
En 2016, una investigación del Departamento de Justicia ponía en duda el trabajo de esas cárceles privadas porque registran tasas más altas de agresiones, incidentes más comunes por un uso desmedido de la fuerza y confinamientos más frecuentes.
Con informes como ese en la mano, Biden firmó en 2021 una orden ejecutiva en la que prohibía renovar los contratos de las cárceles privadas con la Administración federal. Desde entonces, el negocio de Geo Group y CoreCivic ha crecido no por Washington sino de la mano de algunos estados. Ahora, con Trump en el despacho oval, todo va a cambiar.