El consumo de tabaco en España cae a mínimos históricos, pero el alcohol sigue en niveles similares a los de hace 30 años

Pese a que el tabaco se mantiene como la segunda sustancia más consumida por los españoles, su prevalencia ha descendido este 2024 a mínimos históricos. Según la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2024), el consumo ocasional de tabaco ha descendido 2,2 puntos y dos de cada tres fumadores diarios se han planteado dejarlo en el último año. El informe bienal revela, sin embargo, que el alcohol (que es la primera sustancia más consumida) sigue sin experimentar cambios relevantes y se mantiene a niveles similares a los que registraba hace 30 años, cuando se inició la recopilación de estos datos.

La encuesta se realiza cada dos años desde 1995 y permite observar la evolución de las prevalencias de consumo de alcohol, tabaco, hipnosedantes, opiáceos y drogas psicoactivas de comercio ilegal. En esta última edición, que recopila las respuestas de 26.878 personas de 15 a 64 años, se evidencia también que el alcohol y el tabaco siguen siendo las sustancias con potencial adictivo que empiezan a consumirse antes (16,4 y 16,6 años, respectivamente).

Con todo, el informe registra las menores cifras de consumo de tabaco desde que existen registros: baja ocho puntos la proporción de fumadores diarios y en torno a una de cada cuatro personas fuma tabaco todos los días. "Esto nos muestra que las políticas frente al tabaco que se llevan a cabo en España son efectivas", ha subrayado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, durante la presentación de los resultados.

Sin embargo, Padilla ha precisado que la encuesta apunta un "incremento bastante notable", que casi triplica el número de personas que han consumido alguna de las nuevas formas de nicotina en el último año: del 6,8 al 19%. Una "tendencia preocupante" en el consumo de cigarrillos electrónicos que, según ha recordado el número dos de Mónica García, pretenden abordar con el decreto sometido a consulta pública hace poco la futura reforma de la ley de tabaco que abordará estas nuevas formas "para poder actuar de forma precoz y no permitir que sigan incrementando estos consumos negativos".

También el delegado del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Joan Ramón Villalbí, ha incidido en la necesidad de abordar estas nuevas formas de consumo, tras recordar que unas 50.000 muertes al año en España son atribuibles al tabaco y asegurar que la introducción de las "nuevas ofertas de nicotina", como los cigarrillos electrónicos o las pipas de agua, son una estrategia de la industria tabacalera "para reclutar nuevos fumadores y perpetuar el hábito a los que están pensando en dejar de fumar". El consumo de estos productos, ha subrayado, "ya no es anecdótico" en España, donde casi una quinta parte de la población dice haber usado cigarrillos electrónicos alguna vez.

El alcohol, una sustancia generalizada en la población

Sobre el consumo de alcohol, Padilla ha señalado que, aunque ciertos datos son "favorables", hay cifras que muestran que todavía es una sustancia "tremendamente generalizada" en el conjunto de la población. Más del 92% de los encuestados dice haber bebido alcohol en algún momento de su vida, y más de la mitad ha bebido en el último mes. Además, el 10% de las personas de entre 35 y 54 años (especialmente hombres) consume a diario esta sustancia, que según Sanidad, es atribuible a unas 14.000-15.000 muertes al año en España.

Sí que hay una tendencia que ha experimentado cierta reducción respecto a los estudios anteriores, y es la prevalencia de las borracheras entre los jóvenes de 15 a 34 años, que baja cinco puntos respecto a 2022. Un descenso que, para el secretario de Estado, señala la posibilidad de que se estén produciendo "cambios culturales" en las percepciones de riesgo de la sociedad, que habrá que analizar en un futuro por si tuvieran algún "sesgo generacional".

Así, y pese a que el consumo ocasional del alcohol se mantiene estable (el 76,5% de la población encuestada ha bebido en los últimos 12 meses), las borracheras siguen la tendencia de descenso: un 14,7% dice haberse emborrachado en 2024, frente al 17,7% que lo aseveraba hace dos años, en 2022. Además, la participación en botellones cae de un 12 a un 7%, según Villalbí, porque "muchas ciudades lo han regulado en sus ordenanzas", conscientes de que eran "una de las formas de entrada de consumo abusivo por parte de los adolescentes". Por último, la encuesta detecta a un 6% de la población española que podría considerar que tiene presentar un problema de consumo de riesgo.

Medicamentos adictivos

Entre los medicamentos con potencial adictivo, destacan los hipnosedantes y los sedantes (para la ansiedad), siendo las benzodiacepinas la familia farmacéutica más frecuente. Esta es la única sustancia de todas las analizadas en las que las mujeres presentan un patrón de consumo mayor que los hombres. El otro grupo sería el de los analgésicos y opioides, utilizados habitualmente para el dolor, cuyo consumo llevaba experimentando una tendencia creciente en los últimos años que parece haber disminuido levemente en esta última encuesta.

El informe revela también un descenso de la percepción de la disponibilidad de las drogas, esto es, de lo fácil o difícil que es conseguirlas. En 2024, las sustancias ilegales que se perciben por los encuestados como más accesibles son el cannabis (el 59% cree que podría conseguirlo fácilmente en 24 horas) y la cocaína (40,6%). "Esto refleja que el mercado de las drogas está un poco más distante y que la Policía hace bien las cosas", ha asegurado Villalbí, quien también ha precisado que con las demás sustancias se observa el mismo patrón de descenso.

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