El tribunal de París condenó a las ocho personas acusadas de complicidad en el asesinato del profesor francés Samuel Paty, decapitado en su colegio de secundaria en las afueras de París en 2020, a penas que llegan hasta los 16 años para los dos cómplices del crimen.
El autor material del asesinato, Abdoullakh Anzorov, de 18 años, fue abatido por la policía en el momento del arresto. Los jueces pronunciaron en la mayor parte de los casos penas por encima de las reclamadas por la Fiscalía, que había recibido duras críticas por parte de la familia de Paty al considerar que se había quedado por debajo de lo que merecían.
Además de los dos acusados de complicidad en el crimen, los jueces condenaron al padre de una de las alumnas de Paty y a un predicador que orquestaron una campaña en las redes sociales contra el maestro, que durante un curso sobre la libertad de expresión había mostrado a sus alumnos caricaturas del profeta Mahoma publicadas por el semanario satírico Charlie Hebdo.
Naim Boudaoud y Azim Epsirkhanov, que acompañaron a Anzorov a comprar un cuchillo fueron condenados a 16 años de prisión, en el caso del segundo la pena que había pedido la Fiscalía, pero en el del primero, que fue quien condujo al asesino hasta las inmediaciones del colegio en la tarde del 16 de octubre de 2020, le impuso dos años más de los que había reclamado el Ministerio Público.
También fue más severo el tribunal con Brahim Chnina, el padre de la alumna de Paty que dijo el profesor discriminaba a los estudiantes musulmanes y que lanzó una campaña en las redes sociales. Fue condenado a 13 años de prisión, tres más de los solicitados.
Abdelhakim Sefraoui, predicador islamista que contribuyó a esa campaña a través de las redes, fue condenado a 15 años de prisión, tres más de los solicitados. Durante la lectura del veredicto acusó al tribunal de haber "hecho política" y de "no tener coraje", al tiempo que señaló allí mismo que apelará la condena. Chnina y Sefraoui llegaron a acudir una semana antes del crimen al colegio para amenazar al profesor y protestar por su comportamiento.
Todos ellos comparecían por complicidad en un asesinato terrorista, pero la Fiscalía cambió la calificación durante el juicio por la de asociación de malhechores con fines terroristas, una decisión que provocó incomprensión en la familia de Paty.
El tribunal no admitió el cambio de consideración del delito y les condenó por complicidad en asesinato terrorista. Las condenas fueron menores para otros acusados, que se sentaban en el banquillo por provocación al terrorismo al propagar mensajes islamistas a través de las redes sociales y de haber estado en contacto con Anzorov.
Es el caso de Ismail Gamaev, el único de los acusados que reconoció su culpabilidad, condenado a cinco años de cárcel con 30 meses exentos de cumplimiento. Priscilla Mangel fue condenada a tres años de cárcel, Louqmane Ingar a tres años prisión, dos de ellos exentos de cumplimiento y Yusur Cinar a un año de prisión.