Cómo afecta a los venezolanos la retirada del estatus de protección temporal del gobierno de Estados Unidos

Donald Trump cumple dos semanas en la Casa Blanca y su administración continúa avanzando sin descanso en su agenda, con el proteccionismo y las restricciones en la política migratoria como principales hojas de ruta: en ese sentido, la semana pasada Seguridad Nacional informó que revocará el estatus de protección temporal (TPS) que el Gobierno concede a cientos de miles de inmigrantes venezolanos residentes en EEUU.

El programa, que también incluye a ciudadanos procedentes de Sudán, El Salvador, Líbano o Ucrania residentes en Estados Unidos, permite a estos migrantes residir y trabajar legalmente en suelo estadounidense. Los venezolanos son uno de los colectivos más numerosos entre los beneficiados por el TPS, con más de 350.000 ciudadanos.

En qué consiste el Estatus de Protección Temporal (TPS)

Según se explica en la web de Seguridad Nacional (NSA), los Estados Unidos pueden designar a un país extranjero el Estatus de Protección Temporal (TPS) si se producen condiciones en las cuales "los ciudadanos de ese país no pueden regresar temporalmente de manera segura". Se concede cuando un conflicto armado, un desastre natural u otras condiciones extraordinarias y temporales impiden a ciudadanos extranjeros volver a sus países.

Durante ese periodo, los extranjeros beneficiados con el TPS no pueden ser deportados y pueden viajar dentro y fuera de Estados Unidos, así como trabajar en el país. Estos migrantes pueden, además, solicitar cambios en su situación legal en Estados Unidos, como permisos de residencia y otros beneficios para inmigrantes.

Actualmente, se benefician de este estatus los nacionales de 17 países residentes en Estados Unidos:

  • Afganistán
  • Birmania (Myanmar)
  • Camerún
  • El Salvador
  • Etiopía
  • Haití
  • Honduras
  • Líbano
  • Nepal
  • Nicaragua
  • Somalia
  • Sudán
  • Sudán del Sur
  • Siria
  • Ucrania
  • Venezuela
  • Yemen

Podrían pasar de estar protegidos a poder ser deportados

El programa del TPS lleva en funcionamiento desde que el Congreso de EEUU lo aprobó en 1990, y Venezuela se incorporó a la lista en 2021. El estatus dura 18 meses, aunque Seguridad Nacional puede prorrogarlo, como ha ocurrido con el país caribeño desde entonces. De hecho, una de las últimas acciones de la administración Biden fue prorrogarlo el 17 de enero para otros 18 meses. Con la llegada de Trump, Seguridad Nacional suspendió el TPS apenas unos días después.

Esto significa que la situación de los cientos de miles de venezolanos residentes en EEUU cambiará radicalmente: cuando expiren sus permisos actuales, de no poder renovarlos o no poder conseguir otro tipo de visados, se verán en un estatus irregular. Según informa la BBC, hay dos grandes grupos: a unos se les acaba la protección temporal en abril, y a otros en septiembre.

Mientras dure esa protección temporal, tienen la opción de tratar de regularizar su situación legal en el país por diferentes vías, todo en un contexto en el que el nuevo Gobierno endurece la política migratoria de EEUU. Aquellos que no consigan regularizar su situación antes de que expire su permiso se convertirán en migrantes indocumentados y podrían acabar siendo deportados.

La comunidad venezolana en EEUU, algunos de ellos con muchos años viviendo en el país y con una vida plenamente asentada, teme ahora que esta nueva decisión les obligue a marcharse a otros países, si los expertos aseguran en que apelaciones judiciales podrían retrasar el proceso.

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