Apenas unos días tardó el skater estadounidense Nyjah Huston en hacer saltar la liebre: su medalla de los Juegos Olímpicos de París 2024 había empezado a perder el brillante bronce que la recubría. Unos cinco meses después de que la gran cita olímpica llegase a su fin, más de 100 atletas han devuelto sus metales por el mal estado en el que se encontraban.
La polémica con las preseas ha puesto en el foco a LVMH, empresa de productos de lujo encargada del diseño de las mismas y que se ha pronunciado para negar su responsabilidad sobre la calidad de las medallas.
Un portavoz de la compañía ha asegurado que la empresa, fundada en 1987 tras la fusión de Moet Hennessy y Louis Vouitton, así como la joyería Maison Chaumet, diseñadora de las medallas, no tenían responsabilidad alguna en la producción de los metales dañados, puesto que solo participaron en su diseño, según informa el diario británico Daily Mail.
Las medallas fueron fabricadas por La Monnaie de Paris, encargada también de la fabricación de la moneda nacional, y cuentan en su centro con un trozo de hierro tomado de la Torre Eiffel durante su renovación en el siglo XX. En cuanto a su composición, las medallas de oro están hechas de plata con un baño de oro, mientras que las de bronce, que se oxidan de manera natural al exponerse al aire y la humedad, suelen ser una mezcla de cobre, zinc y estaño.
Las quejas de los atletas
Los últimos en exponer sus quejas sobre el estado de sus medallas fueron los nadadores franceses Clément Secchi y Yohann Ndoye Brouard, que a través de sus redes sociales mostraron cómo se encontraban sus bronces: sin brillo, con la capa externa de los metales resquebrajándose.
"París 1924", escribió Brouard, bromeando junto a una imagen de su presea, para responder a un internauta que compartía la publicación de Secchi y su propia medalla con la descripción "piel de cocodrilo".
Nyjah Huston, por su parte, explicó lo que había ocurrido con su medalla apenas una semana después de conseguirlo: "Estas medallas olímpicas se ven geniales cuando son nuevas, pero después de dejarlas en mi piel con algo de sudor y dejar que mis amigos las usen durante el fin de semana, aparentemente no son de tan alta calidad como uno pensaría".
"Incluso la parte delantera está empezando a descascararse un poco. Medallas olímpicas: tal vez debamos mejorar un poco la calidad", reclamó el skater norteamericano, que ironizó asegurando que "parece que la medalla ha ido a la guerra y ha vuelto".
