Se ha abierto una brecha en el fútbol español y hay dos ideas que se repiten en el frente unido que han formado los clubes ante la decisión del CSD de otorgar la cautelarísima a Dani Olmo y Pau Víctor para que puedan ser inscritos con el Barça: que la resolución ha sentado un precedente y que las reglas no son iguales para todos.
El primero en pronunciarse no pudo ser otro que el Athletic de Bilbao, pues la medida concedida por el organismo se hizo pública apenas unas horas antes de que el cuadro bilbaíno se enfrentase al conjunto culé en la Supercopa de España. "La conclusión que saco es que llevamos ocho días del año nuevo y estamos viviendo algo alucinante", señaló Jon Uriarte, presidente de la entidad, justo antes del pitido inicial.
"Por un lado, a los clubes se nos pide hacer un esfuerzo por crecer y por hacer nuestras competiciones más grandes y por otro hacer esfuerzos como venir aquí, a un país lejos de nuestros aficionados, a disputar estos partidos. Y luego vivimos situaciones esperpénticas. No se puede vivir una situación así porque viene muy mal para el fútbol español", añadió.
Comunicados contra la decisión del CSD
Lo demuestra el duro comunicado lanzado este jueves por el Atlético de Madrid, que muestra "su profunda preocupación" y considera que "pone en peligro el actual sistema, cuestionando las reglas del juego". En este sentido, la entidad colchonera recuerda que "la propia Ley del Deporte recoge y protege el control económico de LaLiga", algo que "pone en riesgo" la decisión del CSD.
Los rojiblancos recuerdan que han cumplido hasta ahora con el control económico, así como que para poder seguir compitiendo al nivel que lo ha venido haciendo en estas últimas temporadas, ha hecho "distintas ampliaciones de capital, pese al esfuerzo enorme que ello supone". Por eso, avisa de que "esta intervención gubernamental crea un precedente muy peligroso, ya que abre las puertas a saltarse las normas", y concluye de manera contundente: "sin unas normas claras e iguales para todos, no hay competición justa posible".
Lo mismo expresó la UD Las Palmas, que además de reiterar que la resolución "supone un grave peligro para la integridad de la competición y sienta un precedente preocupante", calificó de "llamativa" la "celeridad inusual" con la que el CSD se pronunció. Más aún, porque esta decisión cautelar se ha adoptado "sin dar lugar a la vista ni a la participación de LaLiga y la RFEF, actores clave en la gestión del fútbol español".
A su juicio, la declaración de falta de competencia de la Comisión de Seguimiento en este caso "parece evidenciar un desconocimiento preocupante sobre el funcionamiento del sistema de visados previos y licencias definitivas, que ha sido acordado previamente por las instituciones implicadas". Y destaca que "no se menciona en ningún momento la aplicación de los artículos del reglamento de la RFEF que impedían la concesión de licencias, un punto clave en este asunto".
Espanyol y Valencia se suman... y silencio del Madrid
Y no han sido los únicos en pronunciarse: Espanyol y Valencia se han sumado este viernes a la indignación por la cautelar del CSD. Expresando "su inquietud y preocupación", los pericos han puesto de manifiesto que la resolución del organismo "ha creado un precedente muy peligroso y supone una amenaza a la integridad de la competición", recordando su firme voluntad de seguir cumpliendo las normas económicas pese a "las tensiones, limitaciones y dificultades le generan".
Al mismo tiempo, la entidad catalana ha asegurado que "el CSD ha dejado en evidencia y ha desautorizado" tanto a LaLiga como a la RFEF, que habían "mantenido una postura común y firme" sobre el asunto, lo que "genera incertidumbre y amenaza los principios de igualdad y justicia de la competición".
Lo mismo ha transmitido el Valencia, que considera que la medida adoptada por el CSD "es perjudicial para la integridad de la competición y además pone en riesgo los pilares fundamentales de la gestión económica del fútbol profesional", y "su preocupación ante el impacto que puede tener en el Control Económico de LaLiga", una normativa "clave para garantizar la sostenibilidad financiera".
Más contundente ha sido el Málaga, que ha mostrado su "perplejidad" y ha querido recordar su propio caso: en la temporada 2019/2020, la entidad andaluza excedió el límite salarial y "asumió la imposibilidad de inscribir a varios futbolistas". Es más, el club "fue obligado a competir con un máximo de 18 fichas profesionales durante dos temporadas y forzado un ERE deportivo" que supuso "un perjuicio económico y deportivo grave para el club". En ese momento, recuerda, el club estaba "en una situación financiera límite, obligada a una reestructuración profunda y con un serio peligro de desaparición".
"Por todo esto, no es comprensible la inscripción de dos jugadores habiéndose incurrido una situación similar", considera, coincidiendo con otros clubes en que "este antecedente pone en serio peligro la integridad de la competición".
Mientras, en el Real Madrid se guarda silencio absoluto sobre el tema: ni comunicado oficial, ni declaraciones del presidente, Florentino Pérez, ni del entrenador, Carlo Ancelotti, ni de los jugadores. Nada. "De este tema, no quiero opinar, lo siento. Lo que pienso, lo tengo para mí", fue lo único que dijo al respecto el técnico italiano, tras la victoria de su equipo ante el Mallorca en la semifinal de la Supercopa de España.
LaLiga y la RFEF, sobre la medida
El organismo rector de la competición nacional quiso dejar claro, al conocer la decisión del CSD, que la medida se tomó "sin haber dado traslado del recurso ni haber dado trámite de alegaciones a LaLiga", por lo que desconocían "los argumentos esgrimidos por los jugadores y el FC Barcelona". Del mismo modo, anunció que estudiaría "detenidamente" la resolución "a efectos de plantear los recursos que procedan".
Javier Tebas, presidente de LaLiga, fue más tajante, al señalar su sorpresa por la "celeridad del proceso", que concluyó con "una rapidez inusual" sin la presencia de LaLiga y la RFEF", el "olvido de resoluciones anteriores" del CSD o la justicia ordinaria, y el "desconocimiento profundo sobre cómo se gestionan los visados previos y las licencias cuasi definitivas".
"Desde hace tiempo, el CSD —y en particular su presidente, dando las instrucciones oportunas— parece tener como objetivo desmantelar los sistemas que funcionan en LaLiga y cuentan con el apoyo mayoritario de los clubes. El presidente del CSD parece escuchar una única voz, que no representa al fútbol profesional español. Y esa voz, curiosamente, guarda un silencio cómplice en este caso. ¿Dónde está ahora Real Madrid TV?", concluyó el dirigente.
Por su parte, el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, se mostró cauto al valorar la resolución este pasado miércoles, antes del Athletic- Barça de Supercopa de España: "Es una noticia importante que afecta a los jugadores y a un gran club como el Barcelona. Tenemos que respetar la decisión del CSD. No podemos entrar a valorar, porque llegamos al estadio y conocimos aquí la decisión".
Además, aseguró que la Federación haría una valoración al "conocer en profundidad" la resolución del CSD, al mismo tiempo que recordó que la RFEF había "cumplido escrupulosamente lo que está establecido". "Hay un reglamento, aprobado también por el CSD, por tanto máximo respeto", añadió.
Jugadores y entrenadores también se oponen
"Sí que es algo inusual que pocas veces se ha vivido en el fútbol español. A todos nos sorprende que una vez se diga que no y otras veces se diga que sí", valoró Iñaki Williams, tras la semifinal de Supercopa de España ante el Barça. "Hay que ser justos con todos los clubes. Al final los que deciden que ahora es que sí sus motivos tendrán".
También su compañero, Mikel Vesga, compartió su opinión al respecto: "Me sabe mal por Dani [Olmo] y [Pau] Víctor porque me pongo en su situación y no tiene que ser fácil. Son situaciones que no dependen de nosotros, pero sí que es cierto que son extrañas. Vamos a dejarlo ahí".
"No entendemos que equipos como el Getafe deban cumplir el fair-play financiero con las dificultades que tenemos, porque las reglas deberían ser para todos igual. No voy a opinar en cuanto a la resolución, pero creo que hay unas reglas que todos debemos cumplir", apostilló José Bordalás, técnico del Getafe, este viernes.
El asunto llega al Congreso
El Partido Popular ha pedido explicaciones al Gobierno, presentando una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados y el Senado en un documento en el que considera la resolución "una nueva amnistía", así como "una decisión inédita llamada a pervertir la competición".
Para la formación política, "la admisión de la medida cautelarísima por parte del CSD no solo incumple las más elementales reglas de fair-play, sino que también consagra el trato de favor de un Gobierno empeñado en generar desigualdades, a tratar de forma diferente a unos frente a otros".
