Al chatbot de WhatsApp de Maldita.es (+34 644 229 319) habéis preguntado por contenidos en los que se asegura que la Policía francesa acusó a un funcionario del Ministerio de Defensa de Volodímir Zelenski de robar 46 millones de dólares. Sin embargo, esto es un bulo.
La información real se refiere a Dmytro Perehudov, un exfuncionario ucraniano acusado de corrupción, pero sin relación con el Gobierno de Zelenski. Perehudov trabajó en el Ministerio de Defensa hasta 2013, bajo la presidencia de Víktor Yanúkovych, antes de que Zelenski asumiera el poder en 2019.
La desinformación surge a raíz de un comunicado publicado el 20 de febrero de 2025 por la Oficina Nacional de Anticorrupción de Ucrania (NABU por sus siglas en inglés), en el que se informa de la malversación de más de 46 millones de dólares en la empresa estatal militar Ukroboronprom. Según la investigación, Perehudov, junto con otras personas, desvió fondos públicos a cuentas extranjeras durante su período en las empresas estatales armamentísticas, entre 2012 y 2013. Está en búsqueda y captura desde 2017. Parte de este dinero fue utilizado para la compra de propiedades de lujo en Francia, incluyendo una casa de campo y varios viñedos. La justicia francesa ha incautado estos bienes y ha solicitado su extradición a Ucrania.
Además, en 2017, Perehudov fue detenido en Francia por blanqueo de capitales en una investigación iniciada por la unidad de lucha contra el fraude del Ministerio de Economía y Hacienda francés. En ese momento, se le embargaron 115 hectáreas de viñedos, una casa de invitados, otra propiedad en la costa mediterránea francesa y cinco pisos en París, con un valor total superior a los 15 millones de euros.
El bulo mezcla esta información con un caso diferente de corrupción en el Ministerio de Defensa de Ucrania, destapado en 2024 por el Servicio de Seguridad ucraniano. En este caso, se investiga el desvío de 40 millones de dólares destinados a la compra de municiones que nunca llegaron a Ucrania. Sin embargo, esta investigación es independiente y no tiene ninguna relación con Perehudov ni con la Policía francesa.