Asisa se enfrenta a la dicotomía de plantarse y no acudir a la licitación de Muface o, por el contrario, seguir adelante como única aseguradora. La retirada de SegurCaixa Adeslas hace unas semanas y de DKV, que lo ha anunciado este jueves, pone en una encrucijada a esta compañía que concentra alrededor de 500.000 mutualistas, con una cuota del 35%.
A menos de una semana para que expire el plazo y concurrir, que finalice el próximo 15 de enero, Asisa asegura que analiza la viabilidad de asumir el concierto en solitario, según trasladan a La Información fuentes del grupo. De hecho, la renuncia de los otros dos operadores ya era uno de los escenarios que estaba estudiando. En este sentido, fuentes de la compañía admiten contactos con el Ministerio para la Transformación Digital y Función Pública, con la que han abordado "algunas dudas".
En cualquier caso, señalan que todavía "están en fase de decidir" y que "apurarán plazos". De las tres que actualmente prestan el servicio, Asisa es la que más favorable se ha mostrado a aceptar las condiciones de los nuevos pliegos, que recogen una mejora del 33,5%, hasta los 4.478 millones. A esta cifra hay que descontar el dinero destinado a la prórroga forzosa de tres meses hasta que se cerrase el acuerdo, por lo que la partida se quedaría por encima de los 4.100 millones.
El incremento de la oferta no es suficiente para acabar con la "deficitaria" situación que atraviesan las mutuas. Para DKV, aceptar las condiciones les llevaría a contabilizar unas pérdidas de entre 70 y 100 millones, similar a las obtenidas en el periodo 2022-2024. En este sentido, argumentan que el gasto sanitario per cápita de las comunidades autónomas y las mutuas colaboradoras se ha elevado un 60,6%, mientras que la prima ponderada de Muface ha crecido tan sólo un 31,6%, justo la mitad.
El problema deriva en que la compañía presta cobertura sanitaria en exclusiva a los 8.000 trabajadores públicos que residen en el extranjero, ante lo que ha abierto la puerta a garantizar la cobertura durante doce meses. Cabe destacar que la licitación ha despertado el interés de Allianz Partners Health tras participar en la consulta preliminar de mercado.
De forma paralela, SegurCaixa Adeslas estima una pérdida potencial de 250 millones, similar a las obtenidas en el último concierto. El grupo participado al 50% por CaixaBank y Mutua Madrileña registra una cuota del 47%, por lo que su salida ya suponía un roto para esta mutua. "No pretendemos obtener beneficio con este convenio ni perseguimos recuperar las pérdidas en los años pasados, pero tampoco podemos continuar soportando la senda de déficit actual", indicaron en el comunicado.
CSIF amenaza con acciones legales
CSIF -uno de los sindicatos mayoritarios dentro de los funcionarios- ha tomado partido después de que la crisis se haya agudizado y ha anunciado que asesorará a sus afiliados mutualistas con el objetivo de emprender acciones legales en aras de defender sus derechos e intereses, además de resarcir los daños y perjuicios que se les produzcan. La organización carga contra el Gobierno, al que acusa de realizar una "dejadez de funciones" y está mostrando una "absoluta falta de respeto" a los empleados públicos ante la "falta de transparencia" de la situación.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) envió hace unas semanas un informe de carácter privado al Ministerio de Hacienda en el que analizaba la eficacia técnica y económica de la asistencia sanitaria del mutualismo, especialmente, la que se provee a través de entidades privadas. A este respecto, el sindicato ha afeado que todavía no hayan recibido las conclusiones del informe y exigen una reunión urgente con el Consejo General de Muface.