Anuel, el hijo de un alto ejecutivo que finge ser narcotraficante y apoya a Donald Trump

Mientras el mundo entero observa intrigado – o asustado – la carrera electoral estadounidense, diferentes artistas y personalidades se van posicionando públicamente en uno u otro bando del tablero. Uno de los más sonados, quizá por lo surrealista de la situación, ha sido Anuel.

El pasado 31 de agosto, la escena urbana en español se sorprendía al ver que dos importantes exponentes del género, Anuel AA y Justin Quiles, acudían hasta la ciudad de Johnstown, en el estado de Pensilvania, para apoyar en un mitin al candidato republicano Donald Trump.

Envueltos en la parafernalia estética típica del género – ropa de lujo, joyas, aviones privados –, los dos artistas de Puerto Rico, estado libre asociado de los EE UU que precisamente se encuentra inmerso en un proceso electoral paralelo para decidir su pertenencia futura a la superpotencia, aparecieron en el estrado para pedir el voto trumpista.

"Para mí es una verdadera bendición estar aquí. Soy de Puerto Rico. Desde que Trump no está, no es un secreto, hemos pasado por muchas cosas como país", aseguraba Anuel ante el público, a quien Donald Trump respondía después con la surrealista frase “apenas sé quién es”.

De ser cierta la afirmación y no una mera broma con el público, el presidenciable estadounidense quizá sea una de las pocas personas que no lo conocen, pues el trapero puertorriqueño es uno de los artistas más reconocidos de todo el espectro musical latino, y muy a su pesar, no solo por la música.

De nombre real Emmanuel Gazmey Santiago, Anuel es hijo de una familia de clase alta oriunda de la ciudad boricua de Carolina, en el norte de la isla. Nacido en 1992, es un exponente importante del trap latino, género alrededor del que lleva trabajando desde que sacó sus primeras canciones en 2010, con tan solo 18 años – de hecho, su nombre artístico en su primer tramo de carrera era el real, Emmanuel –.

El artista ha publicado cuatro álbumes de estudio desde 2018, cuando consiguió varios hits virales con un empuje importante en todas las listas de éxitos. Con 33 millones de oyentes mensuales solo en Spotify, ostenta una posición de bastante poder en la industria musical, sin embargo, el artista es conocido no solo por su música, sino también por su extraña forma de comportarse y comunicar dentro y fuera de la industria.

Aunque en sus canciones se muestre como un chico de la calle que se ha debido buscar la vida en grupos criminales por sus orígenes humildes, esta imagen creada y promocionada por él mismo es completamente falsa, pues es hijo de un importante ejecutivo de la industria musical.

Su padre, José Gazmay, fue durante largos años vicepresidente de la división de A&R – la encargada de buscar nuevos músicos y gestionar la carrera musical de los que ya están en nómina – de Sony Music, una de las discográficas con más volumen de facturación del mundo. Gazmay padre es perfectamente conocido en la industria de la música latina por ser un mítico e influyente productor de artistas importantísimos.

Anuel mantuvo el relato de sus orígenes como lumpen hasta que medio mundo se enteró de quién era su padre, momento que aprovechó para cambiar la narrativa y asegurar que sí, que era hijo de una familia acomodada que cayó en desgracia al perder el patriarca el trabajo y verse él en la tesitura de tener que meterse en los bajos fondos para salir de la pobreza.

Otra vez, este relato es falso y edulcorado, pues según el mismo Linkedin de José Gazmay, este estuvo trabajando como ejecutivo en Sony hasta que decidió montarse un sello propio con el que promocionó, entre otras, la carrera de su hijo (de hecho, aunque la carrera de Anuel fuera guiada desde la discográfica de su padre, su primer disco salió curiosamente bajo la subsidiaria latina de Sony Music, donde Gazmay estuvo tantos años de ejecutivo).

La carrera de Anuel vino con polémicas desde sus inicios, pues en 2016 fue detenido y condenado a treinta meses de prisión. El artista se encargó de comunicar su inocencia y asegurar que todo era una conspiración para hundir su emergente carrera, versión que fue cambiando con los años hasta asegurar que en verdad lo habían juzgado por liderar un grupo de narcotraficantes (en la industria musical, artistas como Daddy Yankee o Bad Bunny iniciaron la campaña Free Anuel para pedir su liberación). Más allá de lo que él diga o jure en canciones y entrevistas, lo cierto es que fue condenado por tenencia ilícita de armas y munición, como refleja la prensa de aquella época.

Su paso por la cárcel, que él presume como duro, también tuvo sus ciertos privilegios, pues durante su estancia pudo grabar su disco debut, Real hasta la muerte, que estrenó el mismo día que salió de prisión. El éxito del disco fue innegable, pues consiguió unos números estratosféricos, sin embargo, los recientes logros no frenaron su estrambótica personalidad.

Por ejemplo, también en el 2018 lanzó el tema Intocable, canción contra el rapero Cosculluela en la que, además de proferir todo tipo de insultos homófobos, mencionó y se burló de Taina, una presentadora puertorriqueña con VIH. Tras las primeras críticas, Anuel sacó de nuevo la carta de que todo era una conspiración contra él, sin embargo, se vio en la obligación de rectificar y pedir perdón cuando sus promotores empezaron a cancelar algunos de sus bolos por la magnitud del escándalo (hoy en día, Taina ha declarado en varias entrevistas que sigue recibiendo burlas a su condición de portadora de VIH por culpa de la canción).

En sus redes sociales, Anuel mantiene una forma de comunicar infantil y algo compulsiva, subiendo decenas y decenas de fotos cada día desde las que no duda de burlarse y buscar polémica con cualquier persona que no cumpla con sus deseos.

Por ejemplo, tras su ruptura con la artista Karol G, Anuel inició toda una campaña de acoso en redes sociales hacia ella y quien sería su nueva pareja, el colombiano Feid. Fueron constante los insultos, comentarios machistas y mensajes homófobos (una de sus especialidades) durante una larga temporada, sin embargo, un buen día decidió olvidarse de ellos y centrarse en insultar a Arcángel, una vieja leyenda boricua.

Aunque tiene muy buenos números en la industria, Anuel mantiene en su discurso que él es una especie de dios del trap intocable y poderoso, haciendo ver desde su perspectiva adanista que no ha habido nadie más grande en la historia del trap latino. Los datos, sin embargo, dicen lo contrario, pues ninguno de sus discos está entre los diez más reproducidos de la historia del género, lista en la que precisamente sí aparecen dos álbumes de Karol G.

En su reciente paso por España, tuvo una polémica con Ibai por llegar varias horas tarde a su concierto en La Velada, donde solo cantó dos canciones. Aunque luego se dedicó a insultar al streamer español, llamándole “buscabichos” (el equivalente a “maricón” en Puerto Rico) en Instagram, finalmente hicieron un vídeo juntos aclarando la situación.

Ahora, Anuel ha decidido meterse en la carrera electoral estadounidense y apoyar al candidato más polémico de todos. Además de en los mítines, se ha encargado de hacer publicidad constante en su cuenta de Instagram, donde se dedica a subir varias veces al día sus fotos con Donald Trump.

También ha anunciado que sacará un nuevo EP de trap aprovechando la polémica, sin embargo, lo musical es ya otra historia.

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