Aleysha Ortiz: el caso de la joven analfabeta que se graduó con honores y se ha inscrito en la universidad sin saber leer ni escribir

¿Se puede ir a la escuela desde los 6 años y cumplir los 19 años sin saber leer ni escribir? Y aún más, ¿puede esa persona analfabeta llegar incluso a graduarse y hacerlo con honores? La historia es real. Ha ocurrido en Estados Unidos y su protagonista se llama Aleysha Ortiz.

Nacida en Puerto Rico, su familia se trasladó a Connecticut, en Nueva Inglaterra, en el noreste de EEUU. La niña tenía 5 años y comenzó a ir a la escuela pública en Hartford, la capital del estado. No fue fácil. Su madre, Carmen Cruz, dice que supo muy pronto que su hija necesitaba ayuda. "Vi que tenía un problema específico con el que tenía que lidiar".

Aleysha no sólo tenía que luchar con la barrera lingüística sino también con su dislexia, su trastorno de ansiedad y el TDAH (Trastorno por déficit de Atención con Hiperactividad). "Cada primer día de colegio, le decía al profesor que no sabía leer ni escribir, así que por favor, tenga paciencia conmigo, para que todo el mundo lo supiera", ha contado la propia joven al canal News 8. Porque, efectivamente, esta no es una historia de picaresca, de cómo una analfabeta engañó al sistema, sino de cómo el sistema se desentendió de la educación de una niña.

Por eso Ortiz ha emprendido acciones legales contra la ciudad de Hartford, el Consejo de Educación y uno de sus profesores de educación especial. Ella asegura que pidió recursos educativos y apoyo durante años, pero que esa ayuda nunca llegó.

Y sin embargo, sin saber leer ni escribir, tras doce años "estudiando", en junio de 2024 se graduó en la Hartford Public High School. En otoño se matriculó en la Universidad de Connecticut como estudiante a tiempo completo, aunque sigue sin leer ni escribir, según informa la CNN. Está becada y cursa dos asignaturas. Aleysha quiere estudiar políticas públicas, pero su sueño es convertirse en escritora.

"El tiempo que pasé en la escuela pública de Hartford fue un tiempo que no se lo deseo a nadie", afirma hoy. Asegura que en la escuela fue intimidada y acosada, y que su educación resultó completamente descuidada. Lo resume en su denuncia y se lo contó al consejo municipal en mayo pasado.

"Es el trato que tuvo que pasar a manos de varias personas, que eran los adultos en la sala, las personas que se supone que debían ayudarla", ha declarado Anthony Spinella, el abogado que representa a Aleysha. "Le hicieron mucho, mucho daño", asegura el letrado, que solicita para la joven una cantidad no revelada en concepto de daños y perjuicios.

En su denuncia, Ortiz señala específicamente a Tilda Santiago, una profesora y gestora de casos de educación especial. Asegura que esta mujer le "gritaba, menospreciaba y humillaba" delante de otros estudiantes y profesores. En el documento se lee que la niña "frecuentemente corría a otros maestros y/o administradores llorando y angustiada emocionalmente".

Aleysha cuenta que su madre intentó velar por ella y pidió al colegio que hicieran algo más para hacer frente a las discapacidades de su hija. No fue fácil para ella: Cruz no habla inglés y apenas tiene estudios. "No sabía inglés muy bien, no conocía las normas de la escuela. Había muchas cosas que me decían y yo me dejaba llevar... porque no entendía nada", reconoce hoy.

¿Cómo se las arreglaba Aleysha ?

¿Cómo superaba Aleysha la prueba de los deberes escolares y los exámenes? Ayudada por la tecnología. Según cuenta, puso mucho tiempo y esfuerzo. Lo que hizo fue grabar sus clases y después, en casa, escuchar las grabaciones. Luego, completaba las tareas ayudándose de una aplicación de las que convierten el audio en texto: conseguía "una voz que nunca pensé que tuviera". Así también pudo rellenar el papeleo o su solicitud universitaria.

Ortiz fue capaz de mejorar sus notas, cumplir con los requisitos de cada crédito hasta graduarse junto a sus compañeros. "La primera vez que saqué un sobresaliente fue muy emocionante", cuenta la joven.

Dice Aleysha que lo que quiere es que ningún otro estudiante tenga que experimentar lo que ella vivió. "La educación es tan importante y creo que hemos olvidado su significado... Estoy dispuesta y decidida a apoyar a los estudiantes que lo necesiten", ha declarado al anunciar su denuncia.

Lo terrible es que el caso de esta joven no es único. "Es un síntoma de un problema mucho mayor en nuestro estado, donde la población disléxica está increíblemente desatendida y estamos graduando a muchos estudiantes que no saben leer", asegura Courtney Spencer, que también ha representado a Ortiz.

"En los 24 años que llevo ejerciendo la abogacía en el ámbito de la educación especial, éste es posiblemente uno de los casos más atroces que he conocido", dice la abogada que destaca la "increíble resistencia y espíritu de Aleysha, capaz de ser tan fuerte como es". Según Spencer, "es una joven extraordinaria".

Pero parece que Hartford ha tomado nota. En julio, se formó la Comisión Blue Ribbon de Educación para evaluar datos, comprometerse con las partes interesadas y crear estrategias para mejorar el panorama educativo de la ciudad. La comisión ha creado cuatro subcomités especializados, incluido uno de Educación Especial. En su plan de acción se proponen garantizar que "todos los estudiantes tengan acceso a escuelas seguras y acogedoras y a una educación de alta calidad".

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