El fichaje de Adrian Newey por Aston Martin se ha convertido inmediatamente en uno de los movimientos más importantes de la historia reciente de la Fórmula 1. Tras pasar casi 20 años con Red Bull, el ingeniero británico empieza una nueva aventura en el 'Gran Circo' con un objetivo claro en mente: convertir a Fernando Alonso en tricampeón del mundo en la categoría reina del automovilismo.
La clave es el cambio de normativa de 2026. Actualmente, Aston Martin está muy lejos de pelear por victorias con McLaren, Red Bull o Ferrari, y será complicado que la situación cambie en 2025, ya que el diseño del AMR25 se basará, al menos parcialmente, en el monoplaza de este año.
Pero al año siguiente, todo cambiará. El reglamento obligará a todos los equipos a construir un coche nuevo desde cero, sin referencias de qué puede o no funcionar, y Adrian Newey llega a la fábrica de Silverstone para asegurarse de que la escudería verde da con la tecla.
Newey, un experto de los cambios de normativa
En Williams, contribuyó especialmente en el diseño del FW14, su especificación B, y en el FW15, monoplazas que dominaron las temporadas de 1992 y 1993, en las que Nigel Mansell y Alain Prost salieron campeones del mundo respectivamente.
Tras perder terreno con respecto a Benetton, con Michael Schumacher ganando sus dos primeros mundiales, el 'Genio Aerodinámico' dio un puñetazo sobre la mesa en 1996, con el Williams FW18 con el que Damon Hill ganó su único título mundial durante una temporada marcada por el nuevo reglamento con grandes innovaciones en materia de seguridad.
En 1997, el ingeniero se marchó a McLaren, ya como director técnico, no sin antes diseñar el Williams FW19 con el que Jacques Villeneuve se proclamó campeón. Tan solo un año después, la Fórmula 1 volvió a los neumáticos rugosos, y el reglamento aerodinámico cambió significativamente. Con el McLaren MP4/13, Mika Häkkinen ganó contundentemente el campeonato mundial, una gesta que repitió en 1999 tras una grave lesión de Schumacher que dejó el camino bastante abierto.
Las 'Flechas Plateadas' fueron perdiendo comba con respecto al Ferrari del 'Káiser', y Newey buscó en 2006 un nuevo reto en la entonces modesta Red Bull. Tras varios años en la zona media, el cambio de normativa, que volvía a los neumáticos lisos y cambiaba la estructura de los monoplazas, la escudería de la bebida energética dio un paso de gigante, y tras lograr el subcampeonato en 2009, los toros rojos ganaron cuatro mundiales consecutivos de la mano de Sebastian Vettel.
La era híbrida no comenzó muy bien, pues el débil motor Renault impidió que los diseños de Newey ganasen campeonatos, pero con el paso a Honda, el rendimiento subió, y Max Verstappen se impuso a Lewis Hamilton en 2021. Al año siguiente, con nuevos monoplazas que regresaban al efecto suelo, Red Bull exprimió el cerebro de su diseñador, imponiéndose en las temporadas 2022 y 2023; esta última, con el RB19, el monoplaza más dominante de la historia, que cosechó 21 victorias en 22 grandes premios.
El futuro de Adrian Newey en Aston Martin
Con un currículo inigualable, Newey llega a Aston Martin para revolucionar la fábrica de Silverstone. Es posible que este sea su último desafío en la élite, pero después de más de una década de respeto y admiración mutuos entre él y Fernando Alonso, el 'Genio Aerodinámico' puede consolidar su legado como el mejor ingeniero de carreras de la historia si consigue que el asturiano regrese, después de lo que serán 20 años, a lo más alto.
