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Las lluvias torrenciales que comenzaron el 29 de octubre han puesto en jaque a gran parte de la Comunidad Valenciana, alcanzando algunas áreas de Andalucía y Castilla-La Mancha. Por el momento, las víctimas mortales se cifran en 95, aunque la búsqueda de desaparecidos continúa.

El gestor de la infraestructura ferroviaria, Adif, no podrá recuperar la operatividad de las vías que enlazan Madrid con Valencia al menos hasta dentro de 15 días o tres semanas, porque la infraestructura está muy dañada y han colapsado dos túneles, el de Chiva y el de Torrent.

Los bomberos del Consorcio de Valencia siguen trabajando este jueves, fundamentalmente por tierra, en las labores de limpieza y desescombro en las zonas afectadas por la DANA y este jueves no se prevé la salida de medios aéreos, según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.

En la actualidad, más de 447 personas de las poblaciones más afectadas por las inundaciones siguen alojadas en albergues y el 112 ha atendido, desde las 22:00 horas del miércoles, 21 casos de abastecimiento de suministros de necesidad.

Quienes venimos de Levante crecimos habituados a las gotas frías. Todos los meses de octubre, una rambla desbordada altera la vida de alguna comarca mediterránea. Siempre ha sido así, año tras año. Quizá por esa costumbre esta vez se infravaloraron las alertas cuando llegaba una nueva DANA.

Pero esta no era una más: el centenar de muertos y las decenas de miles de hogares destrozados de este 29-30 de octubre de 2024 son ya la mayor tragedia para esta generación.