La amplia mayoría de los españoles es consciente del cambio climático y de sus efectos y, aunque todavía hay casi un 10% de la población que podría calificarse de 'negacionista', de manera general se tiene conciencia de que es necesario cambiar hábitos para frenar el calentamiento global. Sin embargo, mientras que es más fácil a la hora de comprar ropa o incluso de consumir energía, una encuesta difundida este miércoles refleja muchas más reticencias en los ámbitos de la alimentación o de la movilidad, relacionadas con los precios más caros de usos o artículos más sostenibles.
Según una encuesta la Fundación Axa en colaboración con Sigma Dos, el 78% de los españoles afirma que el precio de productos de los ámbitos de la alimentación, de la movilidad o del turismo "afecta" a la adopción de hábitos de consumo sostenible. Es en Canarias, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Murcia donde la población "percibe el precio como una herramienta importante para adoptar comportamientos más sostenibles".
La encuesta, realizado a partir de 5.169 entrevistas, concluye que mientras que hay una mayoría amplia de quienes creen que el cambio climático tiene incidencia en la vida personal, en la salud (77,3%) y la alimentación (71,5%), también señala que la concienciación es mayor entre población con más nivel de estudios y también entre quienes tienen menos renta, lo que puede incidir en que menos de una cuarta parte esté dispuesto a a tomar medidas en ámbitos cotidianos como la movilidad, la alimentación y el turismo, una conclusión que para los promotores del informe tiene un vínculo claro con la inflación de los alimentos o con la dificultad para cambiar de coche y pasar de uno de motor de combustión a otro eléctrico.
La inflación y tener que cambiar de coche
"La inflación está relacionada con el coste de medidas relacionadas con el turismo y la alimentación. Está influyendo la inflación", ha apuntado Josep Alfonso Cano, director general de la Fundación Axa, sobre un informe sobre "percepciones" de los ciudadanos frente al cambio climático. "Ser sostenible es más caro y ese es uno de los retos a los que se enfrentan a la hora de tomar medidas individuales".
En plena Semana Europea de la Movilidad, al encuesta refleja la dificultad que todavía hoy supone cambiar de coche a uno eléctrico, algo que "genera rechazo" por la razón de que el parque de vehículos está muy "envajecido" en España y ser más sostenible supondría cambiar de coche. "La resistencia en la movilidad viene por el alto coste de renovar el parque automovilístico", ha añadido Cano.
Casi uno de cada 10 negacionistas
Este alto porcentaje de personas que ven en los precios una barrera para ser más sostenibles contrasta con otro dato, el del 82,1% de la población que cree que el cambio climático "se ha agravado" en los últimos años.
El estudio señala que el 9,3% "persiste" en negar el cambio climático, el grado de preocupación por sus efectos alcanza una nota de 7,6 sobre 10 y el 56% considera tener un "conocimiento medio" sobre el calentamiento global, particularmente en Andalucía, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana, donde sus habitantes consideran saber más de la media. En el otro extremo están los de Castilla-La Mancha, Castilla y León y País Vasco.
