Fue uno de los fenómenos del verano: las auroras boreales surcaban el cielo el pasado junio y se dejaban ver desde España, algo muy poco habitual y que podría volver a producirse este mismo lunes. Según las últimas previsiones de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) y de la NASA, durante la jornada está previsto que una tormenta geomagnética tipo G3 afecte a la Tierra.
En palabras de la meteoróloga de eltiempo.es Mar Gómez, "las tormentas geomagnéticas ocurren cuando el viento solar, compuesto por partículas cargadas provenientes del Sol, interactúa con la magnetosfera terrestre".
Según la experta, que ha publicado un hilo en la red social X, este domingo "una llamarada solar de clase X (la clasificación más fuerte) desestabilizó la atmósfera del Sol y se desprendió una gran nube de plasma". Parte de esa nube se ha dirigido a la Tierra golpeándola entre las 9:00 y las 15.00 horas este lunes. Pero, ¿se podrán ver auroras boreales durante la noche?
El fenómeno se produce, además, porque durante las principales horas nocturnas de este lunes se llegará a un índice kp7 (índice de actividad de auroras boreales) de una escala de 0 a 9. Entre las 00.00 horas y las cinco de la madrugada, hora española, habrá un índice kp5.
Gómez asegura que serán visibles "al norte de Estados Unidos y norte de Europa o incluso algo más bajas". En concreto, las auroras podrán ser visibles hasta 50 grados de latitud al sur, en países como Alemania, Reino Unido, sur de Canadá y norte de Estados Unidos, así como Argentina o Nueva Zelanda en el hemisferio sur, aunque según Gómez, desde España será más complicado.
Telecomunicacones afectadas
Aunque la tormenta geomagnética puede llevar a más consecuencias que simplemente poder contemplar auroras boreales. Según Gómez, "es probable que las telecomunicaciones puedan verse afectadas". La experta detalla que "las tormentas geomagnéticas pueden causar interrupciones en las señales de radio de alta frecuencia (HF), utilizadas para comunicaciones de larga distancia, especialmente en latitudes altas, y también en sistemas de GPS".
En casos extremos, además, "las corrientes geomagnéticas inducidas en el suelo pueden penetrar en los sistemas eléctricos, provocando fluctuaciones de voltaje, daños en transformadores y, en casos extremos, apagones generalizados".
En palabras de la experta, las últimas predicciones situaron el máximo solar entre enero y octubre de 2024, momento en el que es más probable que se desaten erupciones solares que creen intensas tormentas geomagnéticas, lo que hizo que en verano pudieran verse estos curioso fenómenos en el cielo. Algo que no es improbable que vuelva a suceder.
