El mundo del culturismo vive meses complicados en los que han trascendido al menos ocho muertes de figuras destacadas de esta incomprendida disciplina. La última que se ha conocido públicamente ha sido la de Ilia Golem, caso que ha reabierto el eterno debate sobre los métodos nocivos utilizados por los deportistas de estas disciplinas.
Fue el pasado jueves cuando el mundo del culturismo lloró la pérdida del checo Illia Yefimchyk (36 años) más conocido como Illia Golem, o por su apodo 'The Mutant' (el Mutante). La noticia del popular deportista llegó meses después de que sus seguidores percibieran una larga ausencia en sus redes sociales, lo que desató las teorías sobre posibles problemas de salud derivados de su declarado uso abusivo de anabolizantes y esteroides.
La noticia de 'The Mutant' llegó apenas una semana después de la tragedia de Giuliano Pirone, el culturista australiano que se desvaneció mientras se duchaba en un gimnasio de Perth y estuvo 15 horas atrapado en el baño sin poder recibir asistencia médica. Murió el pasado 6 de septiembre por un fallo cerebral dos semanas después de su ingreso en el hospital.
Septiembre ha sido un mes realmente negro para la disciplina, pues apenas dos días antes de la muerte de Pirone se conoció la trágica pérdida del culturista brasileño Matheus Pavlak, a sus apenas 19 años, al ser encontrado sin vida en su casa tras sufrir un paro cardiaco y respiratorio.
Estas tres muertes son las últimas de una sucesión de cinco meses trágicos. También en Brasil fallecieron Antônio Leso Brás de Souza (26 años), por un paro cardíaco en plena competición, y Cintia Goldani (36 años) por "choque séptico, sepsis pulmonar y neumonía bacteriana", según su pareja.
Inesperado y desafortunado fue también el fallecimiento de Kevin Gebhardt (31 años) por causas que no han trascendido públicamente apenas días después de ser intervenido por un desgarro en el ligamento de una de sus rodillas. El alemán era una figura mundialmente conocida, también en España, donde aún se recuerda la muerte de otra de sus figuras, Xisco Serra (50 años), tras una indisposición estomacal días después de haber participado en una competición.
Por último, también consternó a la comunidad de este deporte la muerte de Marco Luis, el 'Monstruo' (46 años) en Colonia, Alemania. El portugués, con una numerosa comunidad de seguidores en redes sociales, había asegurado que fue culturista natural hasta los 32 años, momento en el que descubrió "la química" habitualmente utilizada en esta modalidad.
En los últimos años, las muertes de culturistas se han convertido en una constante. Los registros contabilizan decenas por cada año del último lustro, una tendencia que pone en alerta, y más en estos días, a esta disciplina cuestionada históricamente.
