Argentina, Israel y Venezuela: el Gobierno se descoordina entre tres crisis diplomáticas en cuatro meses

Pese a la fragilidad parlamentaria del Gobierno de Pedro Sánchez, los problemas internos no son los únicos que dan quebraderos de cabeza al Ejecutivo socialista: la política exterior de Moncloa está en permanente estado de agitación debido a los desencuentros entre miembros del gabinete sobre algunos asuntos, lo que ha provocado ya tres crisis diplomáticas en poco más de cuatro meses.

La última de ellas ha sido con Venezuela. Unas palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre el régimen de Nicolás Maduro en el país caribeño ha despertado las iras en Caracas y el titular de Exteriores, José Manuel Albares, ha tenido que hacer algún esfuerzo para desinflamar la que sería la tercera crisis diplomática desde la primavera.

Robles calificó esta semana de "dictadura" al régimen de Maduro, unas palabras que el Gobierno venezolano calificó de "insolentes, injerencistas y groseras". La reacción de Caracas fue convocar al embajador de España en Caracas, Ramón Santos y llamar a consultas a la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez, que este mismo viernes abandonaba la capital para rendir cuentas en su país.

Albares, este mismo viernes, eludió en todo momento usar la palabra "dictadura" para referirse a Venezuela, cuyo líder opositor, Edmundo González, llegó el pasado domingo a España tras solicitar asilo político, y evitó calificar la postura diplomática de Venezuela, "una decisión soberana de cada Estado, y, por lo tanto, no hay nada que comentar".

Óscar Puente, Javier Milei y las "sustancias"

Pero la primera de las descoordinaciones en materia de política exterior del Gobierno de Sánchez ocurrió a principios de mayo, y tuvo un claro protagonista: el ministro de Transportes, Óscar Puente.

Todo comenzó cuando el exalcalde de Valladolid, en un acto público, dijo del presidente argentino, Javier Milei, que "salió no sé en qué estado previo a la ingesta o después de la ingesta de no sé qué sustancias". La respuesta de Buenos Aires no se hizo esperar.

En un comunicado, la Casa Rosada habló de "calumnias e injurias" y recordó que Pedro Sánchez "tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia".

El PSOE replicó que las palabras de Puente se habían hecho en un "marco de una conversación distendida", mientras que la respuesta de Milei era "absolutamente desproporcionada, fuera de lugar y con pocos precedentes en la democracia".

Poco después, en un acto de Vox en Madrid, Javier Milei siguió con su contraataque: "No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo".

De nuevo el ministro de Exteriores salió al quite. Aquel día, Albares dijo que las palabras de Milei "sobrepasan cualquier tipo de diferencia política e ideológica, no tienen precedentes en la historia de las relaciones internacionales".

Madrid exigió unas disculpas que Milei se negó a dar, y apenas dos días después de su presencia en el mitin de Vox, el presidente argentino llamó "cobarde" a Pedro Sánchez y le acusó de esconderse debajo de la falda de mujeres. Ese día, Exteriores retiró de manera definitiva a su embajadora en Buenos Aires.

No obstante, la tensión entre los dos gobiernos fue rebajándose y, en un gesto poco habitual, fue el que inició todo el conflicto, Óscar Puente, quien acabó agachando las orejas: "Si yo hubiera tenido la mínima noción de que iba a tener la difusión que ha tenido, no hubiera dicho lo que dije".

Conflicto con Israel

Unas semanas después del conflicto diplomático con Argentina, Albares se enfrentó a otro, esta vez con Israel. Las relaciones entre Tel Aviv y Madrid están más tensas que nunca tras los ataques islamistas palestinos del pasado 7 de octubre y la postura del Gobierno de Pedro Sánchez contra la operación defensiva de Israel en Gaza, que le valieron incluso el agradecimiento del grupo terrorista Hamás.

Pero fue de nuevo Margarita Robles la que desató la polémica, al calificar de "auténtico genocidio" la operación militar israelí en la Franja. "Lamentamos que la Ministra de Defensa, Margarita Robles, haya hecho suyo el relato falso e infundado de la organización terrorista Hamás", respondió Tel Aviv inmediatamente.

De nuevo Albares acudió con el cubo de agua para apagar el incendio, y dijo que las palabras de Robles eran "una opinión personal" y que sería el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) quién decidirá sobre esta cuestión. Albares agregó que cuando llegara ese momento, el Gobierno daría su "apoyo" a lo que determine el tribunal.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.