¿Se puede morir de un disgusto literalmente? Del síndrome Tako-Tsubo a los infartos inesperados

Nos parece una exageración y seguro que en la mayoría de los casos así es, al fin y al cabo, si cada vez que oímos en España la expresión ‘me vas a matar de un disgusto’ fuera real, apenas quedarías personas para escuchar la siguiente vez que alguien lo diga. Es una manera de hablar, una expresión a la que recurrimos para dejar claro que los actos o palabras de otra persona nos hacen daño, pero lo cierto es que hay una parte que es muy cierta, nuestras emociones también afectan a muchos aspectos físicos, incluyendo las enfermedades.

El síndrome de Tako-Tsubo

Fue descrito por primera vez en los años 90 en Japón y también es conocido como ‘abombamiento apical’, ‘miocardiopatía de estrés’ o ‘síndrome del corazón roto’, porque se asocia con una situación de estrés emocional o físico repentino e inesperado que causa una liberación excesiva de adrenalina, lo que puede dañar temporalmente el corazón de algunas personas. Es más frecuente en mujeres que en hombres y lo cierto es que la muerte no suele ser el desenlace más habitual (aunque se produce en algunos casos). Lo más frecuente es que se trate con medicamentos y una vez recuperado, dejen de tomarlos.

Este síndrome solo afecta a una parte del corazón, interrumpe la forma en la que el corazón bombea sangre de manera temporal, mientras que el resto del corazón sigue funcionando de manera habitual. Quienes lo padecen pueden tener dolor repentino en el pecho que les hace pensar que están teniendo un infarto; este es uno de los síntomas principales, la falta de aire es otro de los más habituales.

De hecho, merece la pena señalar que el dolor en el pecho no suele ser el síntoma más frecuente entre las mujeres que están sufriendo un infarto, que describen el dolor que sienten como una opresión. Entre los síntomas más habituales entre ellas, destacan las molestias en el cuello, la mandíbula, los hombros o la parte superior del vientre, falta de aire, dolor en un brazo o en ambos, náuseas, sudoración, mareos, cansancio o indigestión.

La causa exacta de este síndrome no está del todo claro, pero la explicación más habitual es que un aumento repentino de las hormonas del estrés, como la adrenalina, produce estos daños en el corazón. También podría deberse a un cambio en la estructura del músculo cardiaco o al uno de algunos medicamentos, aunque esto es mucho menos habitual. En general, suele desencadenarse por una reacción emocional o física intensa.

Las emociones influyen en la salud física

Las emociones fuertes, sobre todo las negativas, perjudican la salud del corazón, favoreciendo la aparición de infartos o anginas de pecho, problemas del corazón que pueden incrementarse debido a situaciones de estrés y a los que las mujeres son más vulnerables. Si bien estas emociones no son responsables de problemas físicos como las cardiopatías, sí que pueden ser determinantes en su desarrollo, al fin y al cabo una de las respuestas más habituales al estrés es un aumento de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial, lo que aumenta la presión sobre el sistema cardiovascular.

Las emociones no solo influyen en las enfermedades ligadas al corazón, de hecho la relación entre las enfermedades y las emociones es algo que cada vez se tiene más presente. Es el caso de trastornos como el síndrome del colon irritable, las migrañas, la dermatitis o las enfermedades autoinmunes.

Referencias

Síndrome del corazón roto - Síntomas y causas - Mayo Clinic. (2023, 11 noviembre). https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/broken-heart-syndrome/symptoms-causes/syc-20354617

azueta-Armenta, V., González-Orozco, J. A., Ornelas-Aguirre, J. M., & Félix-Córdova, J. A. (2023). Características clínicas del síndrome de takotsubo: una serie de casos. Archivos de CardiologíA de MéXico, 93(2). https://doi.org/10.24875/acm.21000407

¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate gratis a nuestra nueva newsletter.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.